EL ARCHIVO MUNICIPAL DE BERJA. EL PATRIMONIO DOCUMENTAL COMO PARTE
INTEGRANTE DEL CONJUNTO HISTÓRICO: ACTUACIONES PARA SU REVALORIZACIÓN
Berja es
un municipio de la provincia de Almería situado a 50 Kms. de la capital, que se
encuentra localizado en la Alpujarra Baja Almeriense, al pie de la Sierra de Gádor
y que constituye la puerta almeriense de la Comarca de la Alpujarra.
Tiene una población total de unos 13.500 habitantes y una
extensión de unos 220 Kms2.
Berja, de posible fundación Ibérica o Fenicia, aunque
existen rastros dispersos de un posible asentamiento en la etapa del Bronce
final, es, sin duda, la Vergis de la Bética romana, cuyo asentamiento se
establece en “Villavieja” a dos Kms. del pueblo actual y del cual se conservan
restos abundantes y claros entre los que destaca un Anfiteatro romano, único en
la provincia y uno de los doce de la Bética.
Se constata una dispersión de la población para huir de
la presión del fisco a la cual contribuyó el terremoto que destruyó la ciudad
en el S. V. Destaca de esta época, el sarcófago tardorromano realizado en
marmol, que albergaba a un alto dignatario romano y que se trasladó al Museo
Arqueológico de Madrid.
Tras ser conquistada Berja por los árabes, se convierte
en la “Berchar” musulmana, siendo una de las 12 tahas en que se divide la
Alpujarra. Estos construyeron una Alcazaba, aprovechando el antiguo recinto
amurallado de los romanos, cuya vida se extiende entre los S. VIII y XIV, de la
cual se conservan en la actualidad, parte de un lienzo de muralla, algunos
torreones y tres aljibes medievales. También destacan los Baños de Benejí, en
plena vega virgitana, que son, junto a los de Celín (Dalías), los únicos baños
musulmanes que se conservan de la provincia.
Tras la
epidemia sufrida en el S. XIV, Villavieja se despuebla y se crea el
asentamiento alrededor del mercado comarcal -zoco-, situado en torno a la hoy
Plaza de la Constitución, que sigue siendo el centro de la estructura
residencial actual.
Berja
fue tomada por los cristianos en 1489, junto con el resto de la Alpujarra. Con
una población cristiana mayoritaria, vive durante el S. XVI bajo la amenaza de
la rebelión morisca, que finalmente estalla en 1568 y, tras cuya finalización,
con el aplastamiento de los sublevados, queda despoblada.
El
Concejo de Berja fue instituido en 1573 por orden de Felipe II, comenzando la
repoblación cristiana en 1575 con doscientas familias, y experimentándose un
lento crecimiento en los siglos siguientes.
En 1753,
Berja fue ascendida a Alcaldía Mayor, formando parte del Partido de las
Alpujarras, dentro del antiguo Reino de Granada. Por estas mismas fechas se
inicia el despegue económico, por la explotación de las minas de plomo de la
Sierra de Gador y la agricultura basada en el cultivo de regadío.
Cuando el
desarrollo minero entró en crisis, la expansión del cultivo del parral para la
producción de uva de mesa destinada a la exportación, siguió manteniendo el
auge económico. Muestra de este esplendor económico fueron las casas señoriales
de las que se conserva una gran representación.
Debido a
problemas de producción y comercialización, se produce el desplome del mercado
de la uva en el último tercio del S. XX, intentándose actualmente sustituir
este cultivo por el de invernadero, que coexiste con la agricultura tradicional
familiar de pequeña huerta y frutales.
No es
lugar de adentrarnos más en la historia porque el tema que nos ocupa no lo hace
indispensable. El Archivo Municipal, no obstante, nos acerca esa historia. He
querido dar unas pinceladas para encuadrar el tema, y destacar los restos del
Patrimonio Histórico más valorados.
Una
muestra del deseo generalizado por proteger, conservar y difundir el patrimonio
de Berja, son las Jornadas de Patrimonio
Histórico Alpujarreño que se celebran cada dos años, organizadas por el
Centro Virgitano de Estudios Históricos (CVEH). De este centro, creado en 1997
como organismo autónomo administrativo tutelado por el Ayuntamiento, han nacido
la mayor parte de las iniciativas sobre protección del Patrimonio Documental.
Considero
de vital importancia, cuando se tratan temas de patrimonio histórico, dar una
visión de conjunto e integradora de todos los bienes que lo conforman, no
interviniendo de forma exclusiva en el patrimonio arqueológico o
arquitectónico, y sí complementándolo, por ejemplo, con el patrimonio
documental, bibliográfico, ambiental, etc.
Es muy
habitual que se protejan monumentos, fuentes, tradiciones, pero quede
desprotegido el patrimonio documental, el cual hace posible que se pruebe la
importancia histórica de aquéllo y justifique y documente tal protección.
Es, por
todo ello, por lo que yo he querido dar un giro a esta conferencia en torno al
valor del Patrimonio Documental de Berja dentro de un conjunto histórico más
amplio. Para tratar este tema voy a procurar dar una visión clara del
patrimonio que conservamos, de las condiciones en que se custodia, de las
actuaciones ya realizadas y de las previstas, que repercuten sobre su puesta en
valor.
1.- EL PATRIMONIO DOCUMENTAL DE BERJA: SU
IMPORTANCIA, DOCUMENTOS MÁS VALORADOS Y PROTEGIDOS, RECONOCIMIENTO
INSTITUCIONAL.
Hay que
reconocerle a todo archivo municipal su función de patrimonio de un pueblo como
parte esencial de su cultura, es decir, en los documentos que lo componen se
plasma la realidad en piezas como de puzzle que, al engarzarse, reflejan la
vida del municipio, lo cual, al trasladarse a las distintas épocas, constituye
la historia de un pueblo en todas sus facetas. Es, por tanto, tal su
importancia, que su falta deja un vacío en la memoria colectiva que nos
pertenece.
Al
tratarse de una documentación procedente de una administración pública se
reconoce por la legislación española como patrimonio documental desde el mismo
momento en que se produce, por lo tanto, merece y exige protección, tanto la
documentación histórica como la reciente.
En el
caso concreto del Patrimonio Documental de Berja, el que se conserva en la
actualidad es bastante limitado, en el sentido de que existe un vacío de unos
tres siglos, es decir, salvo determinados documentos sueltos que se conservan
de siglos anteriores, desde que se instituyó el Ayuntamiento, cuyo enorme valor
los ha mantenido especialmente protegidos, la inmensa mayoría de los documentos
que hoy custodiamos son del S. XX, básicamente desde los años cuarenta en
adelante.
Los
documentos más valorados del Archivo, valor que se ve incrementado por su
antigüedad y por ser los únicos documentos que se conservan de determinadas
épocas, con lo cual constituyen la base de los estudios relacionados con las mismas
en el entorno de la historia local, son los que se relacionan a continuación:
*1.- LIBRO
DE APEOS Y REPARTIMIENTO DE ADRA Y BERJA (1575-1579). Es el más antiguo de los
conservados.
Este
documento marca el comienzo de la historia cristiana tras la expulsión de los
moriscos. Recoge dos partes diferenciadas: la primera parte es el Apeo, que
consiste en el acto de deslinde y amojonamiento que identificaba la antigua
demarcación nazarí (taha) para su posterior mantenimiento o división en la
nueva territorialización castellana. En el caso de Berja, fue dividida en dos
municipios: Adra y Berja, dando lugar a un proceso, que también figura en el
texto, con el fin de alcanzar un acuerdo sobre el reparto entre ambos concejos.
El Repartimiento, segunda parte, fue por tanto paso posterior, y expresa el
número de vecinos que debían asentarse en cada una de las villas, (...) los
lugares de asentamiento vecinal y la suerte que correspondía a cada repoblador,
que comprendía lotes de bienes”.
En el
mismo libro se recogen además las escrituras de obligación al Censo Perpetuo,
por las que se reconocía la propiedad de la Corona y las comprobaciones que
fueron haciendo los visitadores sobre los asentamientos hasta 1598.
Este
libro, cuyo contenido se ha descrito, se encontró doblado (porque, al parecer,
en otros tiempos, fue utilizado como calzo para nivelar una mesa), y pese a que
la Corporación había reparado en ocasiones en su lamentable estado (ya en 1977
se mostró esta preocupación) no se abordó la restauración hasta 1992, en que la
Comisión Local del V Centenario motivó la actuación que se llevó a termino en
1995, justificándola por aparecer en sus folios el capitán de jinetes Antonio
de Berrío, como repoblador y mayor beneficiario del repartimiento, personaje
por el que se preocupó especialmente dicha Comisión por haber sido
explorador en la aventura americana y
haber sido fundador de Santo Tomé de Guayana, ciudad con la que se estaba
gestando el Hermanamiento de la ciudad de Berja.
La
restauración incidía en la limpieza, la reposición del papel perdido y se
completaba con una nueva encuadernación.
*2.- EL
LIBRO DE ACTAS DEL CABILDO DE BERJA (1599-1627)
Es el
único libro de sesiones que se conserva hasta 1902, encontrando entre ambas
fechas un vacío que contrasta con la continuidad existente desde ese año, tras
el que están casi en su totalidad.
Este
libro refleja el complejo proceso administrativo, la problemática de la vida
cotidiana de las gentes del municipio, la lucha de clases y la vida social,
cultural y religiosa del momento, como cualquier libro de su género.
Este
libro, que fue reencuadernado en los años setenta, con una cubierta de piel,
por José Luis Ruz, hoy se encuentra en su interior bastante deteriorado con
muestras latentes de haber sufrido daños causados por diversos agentes: por la
humedad (con manchas en gran número de sus hojas y fragilidad, así como
emborrachamiento de tintas) por cambios bruscos de temperaturas (con el
consiguiente quiebro de hojas y desprendimiento de las tintas) y por el paso de
organismos vivos a los que sirvió de alimento.
Estas
condiciones ocasionadas por el paso del tiempo y la falta de acondicionamiento
necesario para su conservación han venido acompañadas del continuo uso por
parte de los investigadores, lo que hace necesaria una intervención de
restauración adecuada para frenar el proceso de deterioro, la cual se encuentra
en vías de realizarse por el Instituto Andaluz de Patrimonio Histórico, al que
se le ha solicitado dicha intervención.
*3.- EL
CATASTRO DEL MARQUÉS DE LA ENSENADA (1750-1760)
Este
Catastro, cuyo nombre responde al título nobiliario de quien fue su diseñador,
pretendía ordenar un nuevo sistema tributario para rentabilizar mejor los
recursos del Estado, a través de la cumplimentación de un cuestionario que
diera a conocer la riqueza que había en toda España.
En
Berja, “dependió de la Intendencia de Granada, que procuró los medios
necesarios (juez, escribano y oficiales) y se auxilió de varios peritos y
conocedores de la localidad, entre ellos el párroco”.
El
voluminoso Catastro, fechado entre 1750 y 1760, se estructura en cinco partes:
la primera es el cuestionario (40 preguntas) en que plasma “los límites del
término municipal, fuentes de riqueza, minas, manantiales, etc.”; la segunda
recoge “el vecindario completo ordenado por familias, con indicación de nombre,
edad y profesión”; la tercera consta de un cuadro con toda la tierra del
municipio, organizada en cultivos, producción anual y unidad de superficie”; la
cuarta es “otra relación, vecino a vecino, de todos los bienes inmuebles,
localización, tipo de aprovechamiento y producción anual”; y la quinta, otros
aprovechamientos del municipio y un resumen general de todo lo anotado.
De esta
meticulosidad descriptiva y caudal informativo se desprenden cuestiones de
enorme interés histórico y de posible estudio para la investigación, no sólo de
tipo fiscal y económico, sino de carácter poblacional, social, geográfico,
agrícola, etc.
Este
grueso documento se recoge en tres tomos de unos 12 cms de lomo cada uno. El
primero se dedica a los sectores privilegiados (nobleza y clero) y los otros
dos al estado llano. Están numeradas sus páginas y contiene un índice que
remite a las mismas.
Su
estado de conservación es bastante aceptable, tanto su encuadernación, en piel,
como su interior, pese a que el grosor de los tomos podría haber supuesto un
condicionante para su deterioro.
*4.- EL
LIBRO DE EJECUTORIA DE HIDALGUÍA DE LA FAMILIA ENCISO (1699-1728)
Este
libro es un documento de origen privado “realizado por los oficiales de
justicia de la Real Chancillería de Granada, a demanda de don Diego Enciso y
Plata, vecino de Berja, para demostrar y acreditar la condición nobiliaria de
la familia”, con el fin de evitar que la autoridad municipal los incluyera en los
padrones de pecheros. Su contenido aborda la historia de la familia y su lucha
por salvar la vida en la torre-fuerte de su casa. Ésta es la única torre-fuerte
que se conserva en toda la provincia y que deja constancia del sistema de
fortificación contra las sublevaciones moriscas durante el S. XVI.
En 1998 esta torre fue
comprada por el Ayuntamiento de Berja y a ella venía unido el Libro de
Ejecutoria de Hidalguía, motivo por el cual hoy forma parte del fondo
documental del Archivo Municipal.
La torre
ha sido recientemente restaurada y probablemente será sede de la Oficina de
Turismo.
El Libro
está bellamente miniado. Se trata de un documento en pergamino, único de
nuestro fondo en esta materia escriptorea (a excepción de un documento
realizado en 1993 con fines estéticos, para dar mayor apariencia al
Hermanamiento de Berja con Ciudad Guayana, en unas dimensiones de 50x80 cms.
aproximadamente, que se encuentra en la Sala de Comisiones).
El
estado de conservación del pergamino es muy bueno, así como el de las tintas y
dorados, tanto en letras como en iluminaciones, entre las que destaca la de la
Patrona de Berja, la Virgen de Gador, un retrato de Carlos II, el escudo de
armas de Enciso y el árbol genealógico de la familia. Las ilustraciones vienen
protegidas por trozos de tela de raso cosidos en su encuadernación. Sin
embargo, dicha encuadernación que presenta una cubierta de terciopelo rojo con
nervaturas en su lomo, se encuentra más deteriorada, con pérdida de pelo de la
tela en las zonas de más rozamiento, nervios de los lomos y esquinas de las
pastas, así como rotura y deshilachado de la parte baja del lomo.
Este documento también está
a expensas de su próxima reencuadernación por el Instituto Andaluz de
Patrimonio Histórico.
Hasta
aquí, los documentos más emblemáticos que se conservan en nuestro Archivo.
Todos ellos se encuentran custodiados en una urna, expuestos de forma
permanente en el edificio del Ayuntamiento, pero cerrados.
2.- ACTUACIONES REALIZADAS SOBRE EL
PATRIMONIO DOCUMENTAL DE BERJA
·
CONDICIONES EN QUE SE
CUSTODIA:
Dotar al patrimonio
documental de unas instalaciones apropiadas a su fin es muestra del valor que
se le reconoce y, a la vez, imprescindible para presentar este valor ante la
gente de forma paralela a otros patrimonios.
El Archivo Municipal de
Berja ha sufrido un reiterado trasiego a lo largo de los años hasta encontrar
su lugar actual de instalación, si bien, aunque pensado en un principio como
definitivo, afortunadamente también es transitorio.
Se puede
observar en la actualidad, sin demasiado análisis, que el papel que juegan la
organización y la descripción en los fondos documentales es decisivo en el
momento de emprender cualquier intento de traslado. Así, existe, junto a un
gran volumen de documentación descrita y, por supuesto, instalada adecuadamente
con los números correspondientes a libros y legajos, una serie de cajas, de
archivo y de otros tipos, que contienen documentos, papeles, impresos, es
decir, todo lo extraído de una oficina sin más selección, y en gran medida, ni
tan siquiera cohesión. En el Archivo Municipal de Berja se custodian dos fondos
documentales diferenciados: el propio del Ayuntamiento al que pertenece, y el
del Ayuntamiento de Benínar desde que en noviembre de 1984 ese municipio fue
incorporado al de Berja debido a la construcción de un pantano sobre sus
tierras.
Desde
1984 en que se organizó la documentación de ambos fondos, hasta 1991 en que
sufrió su último traslado, ha conocido cuatro lugares diferentes de
instalación. Desde esta fecha se encuentra en la segunda planta, creándose un
depósito de fondos que se pensó como ubicación definitiva, y que hoy sigue
siendo parte del actual Archivo. Además se custodia una colección de libros,
aún sin control, que constituirán los primeros títulos de una futura Biblioteca
Auxiliar.
Hoy el
archivo ha duplicado su superficie, aunque mantiene los espacios que ya
ocupaba, complementándose con un nuevo depósito, una sala de trabajo y un
despacho.
·
TRATAMIENTO TÉCNICO DEL
PATRIMONIO DOCUMENTAL DE BERJA.
El tratamiento técnico se
considera una de las intervenciones básicas sobre el patrimonio documental, ya
que hace posible su conocimiento, su conservación y su difusión de forma
paralela a otros tipos de patrimonio.
Se sabe poco sobre los
anteriores sistemas de organización y descripción empleados sobre los fondos
documentales de Berja, así como sobre los posibles encargados de su custodia y
la elaboración de los instrumentos oportunos, aunque suponemos que no
existieron de forma estable en ningún momento, puesto que en la documentación
que se conserva en el Archivo no hay ninguna mención a personal encargado de
forma específica del Archivo. Sí hay constancia de la responsabilidad del
Secretario sobre estos fondos, evidenciada en algunas series por tener una numeración
en los lomos de forma independiente del resto de las series, en sucesiones
cronológicas limitadas, y básicamente sobre libros de Gobierno, así como
algunas relaciones de documentos que quedaban en el despacho de un Secretario
saliente, que se hacía de forma oficial para certificar su labor de custodia, y
el paso de dicha responsabilidad al Secretario entrante.
De estas
características pudo ser el primer inventario, o más bien listado de documentos
del que se tiene alguna constancia: el de 1923 que se menciona en el actual, y
que no se conserva en su lugar, por lo que yo no lo conozco físicamente.
El autor
del Inventario actual sí pudo analizar de primera mano su contenido, y en la
Guía que acompaña a dicho Inventario, contempla que recogía documentación que,
en su mayor parte, ya no se conservaba en el momento de su actuación sobre el
Archivo, reflejando además un dato importante, y es que ya por aquellas fechas
no existían en nuestro fondo documental apenas documentos anteriores a 1850.
No tenemos
constancia del trato que pudo sufrir la documentación en los años precedentes a
aquel inventario, ni cual fue el momento, o los momentos, de su desaparición.
Sí nos consta, sin embargo, la venta de muchos documentos como papel viejo
sobre los años cuarenta, fechas en que se ampliaban las dependencias del
Ayuntamiento y, que además, se sufría una carencia de papel que fue germen de
la destrucción de muchos fondos documentales de la Administración para ser
reutilizados como pasta de papel. Para este fin, en 1945 se pidió desde la
Diputación de Almería a los
Ayuntamientos, que enviaran un listado de documentación existente en los
archivos para analizar la que fuera de posible destrucción por su falta de
valor. Los estudios realizados sobre dichos datos nos indican que sólo un 40%
de los municipios respondió a dicha solicitud, entre los cuales Berja no se
incluía. Sí Benínar, por ejemplo, y tras una comparación del listado de
documentos remitidos a Diputación respecto a los documentos que llegaron a
ubicarse en las dependencias del Archivo Municipal de Berja, queda clara
constancia de la pérdida de documentación sufrida entre los años 40 y los 80,
ya que de la documentación reflejada en las 5 hojas que ocupa dicho listado,
que abarca más de un siglo, sólo han llegado a nuestro Archivo, los Libros de Actas de Sesiones del Ayuntamiento
de 1898 (Ben. Lib. 147), y de 1901 a 1938 (Ben. Lib. 1-6 y 148-151), los Libros de Actas de la Comisión Municipal
Permanente de 1924 a 1935 (Ben. Lib. 154 y 11), y alguna documentación del Catastro Parcelario y la Junta Pericial del Catastro, habiendo
desaparecido todo lo demás. Así, la mayoría de la documentación existente de
Benínar es de los años cincuenta hasta 1984.
En los
años sesenta en Berja se vendió como papel viejo gran parte de la documentación
que quedaba del Archivo y en Benínar se quemó otro tanto en la plaza del
pueblo. Estas decisiones adoptadas por criterios de Secretarios con aires de
renovación, limpieza y orden, nos han dejado en muchas ocasiones los archivos de
España vacíos de contenido de determinados períodos reduciendo la posibilidad
de encontrarnos con las raíces de nuestra identidad colectiva.
Aparte
del Inventario de 1923, del que hemos tratado, consta la actuación sobre el
fondo documental de Berja de un funcionario, Auxiliar Administrativo de la
Secretaría del Ayuntamiento sobre los años 50 y 60, Francisco Bonilla Sánchez,
quien en 1953 comenzó una serie de trabajos extraordinarios relacionados con
los de Archivo y cuya descripción recogía en un informe el Secretario y
presentaba en la Comisión Permanente realizada el día 27 de mayo de 1957
(A.M.B. lib. 53, f. 99v-100v.), para superior criterio, con el fin de que se le
pagara este servicio.
La
intervención de este funcionario consistió en:
-
La realización de “dos índices provisionales”, uno dividido en “nueve
secciones que abarcan las materias propias del Ayuntamiento” y otro que recoge
“los organismos que tienen relación con el municipio, catalogando estos por
orden alfabético de su denominación”.
-
La “enumeración de documentos con sujeción a los índices ya citados, incrementando los
índices con las nuevas materias”
-
La formación de subcarpetas de papel para recoger los escritos
enumerados en cada negociado, e introducción de documentos en ellas.
-
El cotejo de las materias creadas con los expedientes y documentos
existentes en las oficinas del Ayuntamiento, localizándolos para
reconstruirlos, ordenarlos y archivarlos. Así hizo con expedientes personales
de guardas particulares jurados, padrones de habitantes y sus rectificaciones,
censos electorales, documentos cobratorios y otros que “aconsejaban su archivo
y conservación”.
-
La rotulación de las carpetas definitivas.
-
La creación de nuevas carpetas para los asuntos que se fueran generando
con la misma dicha rotulación.
-
La formación de los índices definitivos.
El Secretario concluye su
informe indicando que este trabajo se había realizado por este funcionario “en
horas fuera de la jornada normal de trabajo por no contarse con otro empleado
especializado en mecanografía que pueda acometerlos en circunstancias de
rapidez análogas al mismo”.
He
querido recoger aquí con bastante detalle estos trabajos realizados, por
tratarse de lo poco conocido, en este ámbito, en la trayectoria del
Ayuntamiento, y porque esta línea de trabajo se mantuvo durante al menos doce
años (yo no he podido ver tales índices que creó en 1954 y 1955, pero sí el
índice alfabético de materias fechado el 17 de agosto de 1964 y las carpetas
que responden a las nueve secciones y sus correspondientes subsecciones que,
según aquel informe, se adoptaron).
Toda la
terminología empleada en el informe la he respetado al mencionar aquí la labor
de este funcionario, pero en términos archivísticos las pretensiones eran las
de crear un cuadro de clasificación orgánico que acabara recogiendo las
distintas “materias” que se llevaban en las oficinas, puesto que no recoge
exactamente funciones. Además el índice de materias lo que recoge es el
contenido de dicho cuadro en orden alfabético, intercalando secciones y
subsecciones, es decir, negociados, materias y en algunos casos funciones, ya
que no es tan clara ni consistente la estructura y distinción entre unas y
otras.
Todas
estas carpetas deberían haberse instalado adecuadamente y recogido en el
inventario que hoy describe la documentación hasta 1987, pero siguen tal y como
se dejaron puesto que no se encontraban en el Archivo en el momento de la
realización del inventario.
De estas
fechas en que Francisco Bonilla intervino en la clasificación de los documentos,
es también una “Relación de utensilios de laboratorio que se conservan en el
Archivo Municipal”, realizada el 24 de mayo de 1956, sin firmar. Ninguno de
estos utensilios relacionados se conserva hoy en el Archivo, ni tampoco estaban
ya en 1984 cuando se inició el inventario que hoy recoge los fondos. Esta
relación ha aparecido recientemente entre los documentos desorganizados que
todavía hay en el Archivo, al iniciar sobre ellos las primeras actuaciones para
su organización.
Sobre el
volumen documental que hoy tenemos existe como instrumento descriptivo firme la
Guía
e Inventario de los Archivos Municipales de Berja y Benínar que vengo
mencionando como referente, editada en 1992 y elaborada por José Leonardo Ruiz
Sánchez, investigador e historiador, ajeno al Ayuntamiento, preocupado por el
estado en que se encontraban los documentos y comprometido con su protección,
hasta el punto de ofrecerse voluntario para hacerse cargo de los trabajos de
organización y descripción sin remuneración alguna, así como de la adecuación
de espacios y gestión de la adquisición por parte del Ayuntamiento de un
equipamiento mínimo necesario para su instalación.
Así,
este amigo del patrimonio histórico, hoy Profesor de Historia Contemporánea de
la Universidad de Sevilla, miembro del Centro Virgitano de Estudios Históricos,
con una enorme trayectoria en el campo de la investigación, y gran conocedor de
la historia de Berja, se formó en el campo de la Archivística mediante cursos,
lectura de manuales y asesoramiento de profesionales, y emprendió su meritorio
proyecto. De esta empresa, que inició en 1984 y concluyó en 1991, tras tres
fases de ampliación del Inventario con la inclusión de nuevos fondos, salió
esta obra impresa que recoge los fondos del Archivo hasta 1987. Elaboró la Guía
del Ayuntamiento de Berja y del de Benínar, instrumento de descripción genérico
del fondo que da una visión amplia sobre la realidad del Archivo. Elaboró también un cuadro de clasificación
orgánico funcional sobre el que descargó todas las series que pudo identificar,
ordenando sus contenidos y numerando los libros y legajos que resultaron de
este trabajo, los cuales instaló en estanterías metálicas convencionales.
Respecto
a los resultados, vienen en gran parte condicionados por las situaciones en que
se encontraban los documentos en el Archivo. Es muy habitual encontrar diversos
tipos documentales sin ninguna relación aparente entre ellos, salvo que el
encargado de su tramitación y de su conservación es el mismo funcionario y, que
a la hora de su traslado al Archivo, se limita a incluir una relación numérica
de las carpetillas que contiene la caja en cuestión, con apariencia de
expedientes, pero de muy diverso carácter, en muchos casos, documentos sueltos
pertenecientes a expedientes personales o de otro tipo, y una numeración de las
cajas a las que remite la relación. Esto que ahora se encuentra en muchos
casos, también se encontraba antes, lo que en la situación concreta en que se
realizó el inventario, dio lugar a su identificación como “varios”, o a su
instalación por materias y su localización mediante términos del índice,
gracias a los cuales se pueden ahora recuperar en el inventario documentos que
de otro modo hubieran quedado ocultos.
También
hay que decir que gran número de documentos de los años inventariados se han
ingresado en el Archivo con posterioridad a la realización del inventario,
encontrándose ahora sin describir abundantes documentos de los años sesenta a
los ochenta, y cosas sueltas en menor número, de décadas anteriores. Incluso
han aparecido con posterioridad algunos documentos del S. XIX.
A pesar
de lo valioso que ha sido para el Ayuntamiento de Berja contar con esta persona
que ha puesto su empeño en dotar al Archivo de los medios básicos para su
identificación y localización, así como procurarle una conservación más
adecuada, la carencia de personal asignado al servicio de Archivo durante todos
estos años ha ocasionado la desaparición de documentación ya inventariada o, al
menos, la falta de control sobre la misma, desconociéndose en la actualidad su
paradero.
Así, se
pueden mencionar, tras el cotejo realizado sobre los libros descritos en el
inventario, que faltan los siguientes:
- lib. 13 (Libro de Actas de Sesiones Ayuntamiento
1914-1915)
- lib. 42 (Libro de Actas de Sesiones del Ayuntamiento
1981-1983)
- lib. 174 (Hojas de Padrón 1955, D.1.-S.4, 5, 6)
- lib. 175 (Hojas de Padrón 1955, D.1.-S.7, 8)
- lib. 176 (Hojas de Padrón 1955, D.2.-S.1, 2)
- lib. 240 (Libro de Nacimientos 1865-1866)
- lib. 297 (Libro Registro de la Prisión del Partido
1924-1936)
- lib. 300 (Libro del Cementerio clausurado
1827-1907)*
- lib. 301 (Libro de Panteones 1907-1938)
- lib. 302 (Libro de Nichos 1907-1935)
- lib. 303 (Libro de Nichos 1935-1971)
- lib. 304 (Libro de Nichos 1971-1981)
- lib. 305 (Libro de Sepultura 1907-1943)*
- lib. 312 (Libro de las tierras que riegan las aguas de
Capileira 1883)
- lib. 313 (Libro de las tierras que riegan las aguas de
Alcaudique 1883) y
- lib.374 (Libro de Caja 1936-1937).
*Los lib. 300 y 305 estaban en Despacho de Registro,
donde se llevaba el tema de Cementerios, y fueron reintegrados al Archivo tras
las gestiones hechas con dicho Despacho en Transferencia Nº 27, fecha 21 de
marzo de 2001.
Espero que estos libros vayan apareciendo en las
distintas oficinas porque hayan sido necesitados por algún funcionario o
miembro del Ayuntamiento, ya que la documentación, legalmente, no debe salir
del edificio municipal y, por supuesto, está excluida del préstamo a los
ciudadanos o investigadores, debiendo ser sólo prestado (para su devolución lo
más inmediata posible) al personal de la Administración para la consulta
destinada a la propia tramitación administrativa.
Además hay desaparecida
documentación que se encontraba en determinados legajos, como es el caso del
leg. 150 (inventarios de Archivo, entre ellos el de 1923, del que ya hemos
tratado), el leg. 353 (fotografías) y el leg. 356 (planos).
·
PERSONAL A CARGO DEL
ARCHIVO:
Si bien hasta la fecha en
que se cubrió la plaza de Bibliotecario-Archivero, en enero de 2000 mediante
concurso-oposición, no había existido ningún personal específicamente encargado
de este servicio, tanto los distintos Secretarios como los funcionarios a que
se les encomendó en algunos momentos el control sobre los fondos, ninguno tenía
conocimientos específicos de la Archivística. Así podemos observar en el acta
de la Comisión de Gobierno en que se reconoce la labor prestada en este campo
al Auxiliar Administrativo Francisco Bonilla, cómo se valoran sus conocimientos
mecanográficos, sin mencionar otro tipo de aptitudes más necesarias para
desarrollar labores de “archivero”. También se ve el desconocimiento de algunos
Secretarios sobre el valor histórico que le corresponde a los documentos una
vez que han perdido su valor administrativo, puesto que son varias las
ocasiones en las que se han realizado eliminaciones indiscriminadas de
documentos antiguos por unas u otras razones.
La preocupación municipal
por que el Archivo estuviera dotado de personal especializado se ha dejado ver
en las últimas décadas. Durante los años ochenta se creó en la R.P.T. la Plaza
de Archivero-Bibliotecario como Técnico Superior, pero ésta se extinguió sin
llegar a ocuparse nunca. Más adelante, en 1995, salió la plaza de
Bibliotecario-Archivero, como Técnico Medio en la Oferta de Empleo Público,
pero no llegó a salir el proceso de oposición para cubrirla. Entre esos dos
momentos de interés frustrado por cubrir la plaza fue cuando, José-Leonardo
acometió la faena de organización y descripción de los fondos, quien incidió en
todo momento en la conveniencia de que la plaza de Técnico de Archivo se
cubriera mediante un proceso de selección enfocado a titulados en
Biblioteconomía y Documentación, insistiendo en que ello suponía una inversión
necesaria para la verdadera protección de nuestro Patrimonio Documental. En
1994 se asignó a un Auxiliar Administrativo dependiente de la Secretaría, José
Sedano, la función de control y custodia del Archivo, que quedó interrumpida
por su traslado a otras dependencias municipales. En 1997 se convocó un
concurso para retomar, con los últimos fondos incluidos en el Archivo, la labor
de descripción e instalación iniciada. Se iba a cubrir por un período de tres
meses, pero en aquella ocasión, quedó desierta la plaza. Por último, volvió a
salir en la Oferta de Empleo Público de 1998 y, en esta ocasión, sí iba en
serio. Saldría como Bibliotecario-Archivero, por concurso-oposición, exigiéndose
la Diplomatura en Biblioteconomía y Documentación, y sería de Personal Laboral
Fijo. Así se convocó en 1999, los exámenes se realizaron en enero de 2000,
quedando ocupada desde febrero del
mismo año.
Este dilatado e intenso
proceso para llegar a tener en el Ayuntamiento una persona encargada del
Archivo de forma fija y con conocimientos específicos en la materia se puede
considerar una decisión muy importante a la hora de dotar al patrimonio
documental de Berja de los medios necesarios para su control, seguridad y
difusión, posibilitando el conocimiento del Archivo a todos los ciudadanos, sin
que esto ocasione pérdidas ni perjuicio alguno sobre el valioso patrimonio que
custodia.
·
RESTAURACIÓN:
Esta es
otra de las actuaciones que se han llevado a cabo sobre los fondos más valiosos
de los que constituyen el patrimonio documental. De estas actuaciones ya hemos
tratado al describir los documentos concretos sobre los que se llevaron a cabo.
Hay que
reconocer aquí, como se viene haciendo a lo largo de todo el trabajo, que los
historiadores, conocedores del fondo documental, han hecho posible, en muchos
casos, las intervenciones realizadas sobre el mismo, siendo el motor de empuje
de la revalorización del patrimonio documental municipal, a falta de personal
directamente responsable.
·
DIFUSIÓN:
También en este aspecto se
han desarrollado importantes actuaciones municipales que han contribuido a la
puesta en valor del patrimonio documental municipal.
Entre
ellas podemos recoger aquí las siguientes:
- Adquisición
de una urna para la exposición permanente de los documentos históricos más
antiguos y valorados, es decir, para custodiarlos, dado su cierre de
seguridad que lo protege, y a la vez, darlos a conocer a todos los ciudadanos.
Esta urna guarda estos libros de forma permanente, cerrados para evitar que
sobre ellos actúe de forma degradante la luz natural que día a día iría
haciendo mella en las tintas y el papel. La urna ha permanecido mucho tiempo en
lugar más visible pero, a la vez, más perjudicial para los documentos. Ahora,
de forma provisional, se encuentra en el hueco de la escalera del Ayuntamiento,
lugar poco accesible, pero que protege más de los rayos lumínicos a los libros.
No
obstante, creo que su exposición permanente debería evitarse y en el momento en
que existan unas condiciones más idóneas para la conservación de los mismos, se
tomarán las medidas oportunas, utilizando este medio expositivo para difundir
el Patrimonio Documental de forma esporádica, variando los documentos,
mostrándolos abiertos para dar a conocer realmente su contenido, en relación a
determinadas temáticas que motiven su exposición, con lo cual, resultará más
atractivo y, a la vez, más consecuente con la perdurabilidad de los fondos.
-
La Guía e inventario de los archivos municipales de Berja y Benínar, que
ya ha sido descrita aquí, fue editada en 1992, aprovechando los actos del
Quinto Centenario Homenaje a Antonio de Berrío. Éste fue un año prolífico en
intervenciones sobre el Patrimonio Documental. Es el único proyecto
desarrollado sobre toda la documentación existente en el Archivo y constituye
el más necesario para la protección del mismo, ya que todos los demás afectan
sólo a los fondos anteriores al S. XIX. No voy a tratar más sobre esta
aportación, aunque sí reitero su valor por la consideración global del Archivo.
-
La transcripción del Libro de
Apeos y Repartimiento. También en 1992, el profesor Juan E. Foulquiet
Sánchez, natural de Cuevas de Almanzora, provincia de Almería, sacó a la luz el
libro titulado El repartimiento y la repoblación de Berja y Adra en el siglo XVI,
editado por Unicaja con la colaboración del Ayuntamiento en su impresión. Este
libro también se publicó aprovechando los actos del Quinto Centenario, por lo
que hay que reconocer el interés de la Comisión creada a tal fin en difundir y
proteger los documentos existentes en Berja de la época moderna.
El libro está formado por dos volúmenes, recogiendo en el primero todos
los estudios e investigaciones sobre el repartimiento y la repoblación y en el
segundo la transcripción, en su totalidad (401 folios), del documento que se
conserva en nuestro Archivo. Está complementado con una gran cantidad de
índices onomásticos y toponímicos que remiten al folio en que dicho término
aparece, con lo cual constituye una valiosísima fuente de conocimiento y
acercamiento al documento original.
-
Otra de las actuaciones conmemorativas del Quinto Centenario, fue la
impresión de unas tarjetas de Navidad
del Ayuntamiento, en las que se reproducía el plano del territorio de la villa
de Berja que aparece en el libro 1 del Marqués de la Ensenada (A.M.B. lib.
263), en su folio 13. De esta manera se da a conocer el Patrimonio Documental y
se presenta ante la gente como algo valioso que merece la pena mostrar y
conocer, vinculado a los hechos históricos que se conmemoran.
-
Aprender con el archivo municipal: la vida cotidiana en Berja de 1617 a
1627.
El autor de este trabajo, Pedro Ponce Molina, natural de Murcia pero gran
conocedor del Archivo Municipal de Berja, quien considera de enorme interés los
documentos modernos que en él se conservan, es profesor de Historia de
Enseñanza Secundaria. Con esta valiosa aportación, acerca el patrimonio
documental al ámbito educativo, con lo que la puesta en valor del mismo queda
vinculada a todo el patrimonio histórico y, básicamente, se utiliza para
reconstruir la historia general en base a la historia local o comprender mejor
los procesos históricos, las crisis sociales, económicas, etc., a través del
conocimiento de las manifestaciones
concretas de estos procesos en la vida cotidiana de las gentes de Berja. Este
proyecto curricular de historia se basa en el estudio de determinados
documentos (actas de sesiones) que se recogen en el Libro de Actas de Cabildo
de la villa de Berja, de 1599 a 1627, del que ya se ha hablado (A.M.B. lib. 1).
La interesante forma de plantear el estudio de la historia a los alumnos de
secundaria ha merecido el Primer Premio del XII Concurso Joaquín Guichot, en
1998, otorgado por la Consejería de Educación y Ciencia de la Junta de
Andalucía, la cual ha publicado dicho trabajo en el año 2000. Esta obra fue
presentada por su autor en Berja también en ese año. Esta forma de dar a
conocer el patrimonio documental vinculándolo a la historia general, a la
historia local y a los intereses de la población de Berja como muestra de
curiosidades, anécdotas, actos, etc, representa un valiosísimo esfuerzo por
integrar este tipo de patrimonio al conjunto histórico y, sobre todo, por
difundir entre los más jóvenes, la importancia del mismo para enseñarles a
respetarlo, a utilizarlo y a valorarlo.
Durante
el curso 2000/01 el autor del proyecto puso en marcha la experiencia con
alumnos de 4º de ESO del IES “Pablo Ruiz Picasso” de El Ejido en que impartía
clases, la cual fue objeto de interés por parte de la televisión andaluza,
realizándose un programa sobre la misma, que se emitió en pantalla en el
programa “El club de las ideas” el
día 11 de junio pasado. La experiencia ha sido valorada por dicho profesor de
forma muy positiva, ya que a los alumnos le ha encantado y han tenido la
oportunidad de participar activamente, dando actualidad a acontecimientos de
muchos siglos atrás.
-
La más reciente actuación sobre el Patrimonio Documental de Berja, ya
culminada, con la cual se favorece enormemente la difusión y la valorización de
dicho patrimonio, ha sido la realización de un CD ROM que recoge el texto íntegro de los documentos ya
descritos en este trabajo, es decir, el Libro de Actas de Cabildo, el Libro de
Apeos y Repartimiento, los tres libros del Catastro del Marqués de la Ensenada
y el Libro de Ejecutoria de Hidalguía de la familia Enciso.
De nuevo
vemos aquí el interés del CVEH por la valoración del patrimonio, por su
protección, dado que la consulta del CDROM evita el manejo constante e
indiscriminado de los documentos originales.
El Centro virgitano realizó los
trámites oportunos para mover el interés del Ayuntamiento en una intervención
de tal envergadura, consiguiendo su autorización mediante acuerdo plenario de 2
de agosto de 1999, en cuya financiación económica contribuyó también la
Diputación de Almería corriendo con parte de los gastos del microfilm que
sirvió de base a la elaboración del CDROM, que comenzó en septiembre del mismo
año.
Se trata de una obra titulada Patrimonio
documental de Berja (Almería), editada por el CVEH, quien tiene los
derechos sobre la misma, y producida por el Grupo Backup, empresa de Madrid que
ya ha realizado trabajos de este tipo sobre documentos históricos de archivos.
Consta de dos discos. En el primero se recoge una presentación de la obra por
Manuel Ceba Pleguezuelos, entonces Alcalde de Berja; una introducción,
elaborada por Valeriano Sánchez Ramos y José-Leonardo Ruiz Sánchez, en la cual
se basa la descripción dada aquí de los distintos documentos; y la copia
íntegra del Libro de Apeo y Repartimiento de Adra y Berja. En el segundo disco
se reproducen los otros tres libros.
El visionado de los documentos es
muy bueno ya que tiene gran calidad de imagen, y la posibilidad de ampliar o
reducir y de movimiento por la página es muy amplia, facilitando la lectura, en
muchos casos, mejor que si se tratara del documento original.
La facilidad de reproducción de las
páginas seleccionadas es la que ya conocemos en la tecnología informática, con
lo cual, se ofrece con este trabajo un medio técnico muy válido para el apoyo a
la investigación, a la educación y para el
conocimiento de nuestro patrimonio documental por cualquier persona que desee
acercarse a él.
Este CDROM está a la venta y, por
supuesto, se puede consultar en el Archivo Municipal y en la Biblioteca Pública
de Berja.
3.- ACTUACIONES EMPRENDIDAS Y PROYECTADAS SOBRE EL PATRIMONIO
DOCUMENTAL DESDE EL AÑO 2000
Como ya se ha
mencionado, en febrero de 2000 se ocupó la plaza de Bibliotecaria-Archivera y a
partir de esa fecha se comenzaron a dar los primeros pasos para convertir el
conjunto documental municipal en un auténtico Archivo, es decir, dotarlo de las condiciones idóneas y
necesarias para que, cuando se hable del Archivo de Berja, se esté hablando de
un auténtico archivo que, como sabemos, es la documentación organizada, es un
edificio apto para la conservación y el servicio de la documentación, y es una
institución que trata esta documentación y hace posible su difusión.
Pese a que la
legislación estatal sobre régimen local ha excluido el servicio de archivo de
la relación de servicios municipales obligatorios, es muy importante dotarlos
de un archivero y de unas condiciones mínimas de instalaciones y equipamiento,
los cuales, mientras no sean obligatorios por parte de la legislación
autonómica (al menos en municipios mayores, como es el caso de la legislación
de la Comunidad de Madrid) deberá cubrirse en base al interés que demuestre la
propia administración local por este servicio.
En el caso concreto de
Berja, una vez demostrada la preocupación por este servicio, dotándolo de
personal, y antes de enfocar nuestros esfuerzos en la difusión del patrimonio,
ha sido básico dotar al Archivo de unas instalaciones
mínimas, de momento sólo en lo referente al espacio, el cual era tan
reducido que impedía totalmente tratar la documentación almacenada sin ningún
tipo de organización, así como seguir recepcionando nuevas remesas
documentales. Así se creó un nuevo depósito en que se ha albergado la
documentación del Archivo de Benínar y los legajos del 1 al 360 del Archivo de
Berja, así como los Boletines Oficiales, es decir, documentación organizada,
descrita y debidamente instalada.
De este modo ha
quedado espacio libre en el depósito que ya existía para poder realizar las
tareas de clasificación y ordenación previas a toda descripción.
Además se ha dotado al
Archivo de espacios para el trabajo técnico y administrativo. No obstante, hay
que decir que esta ubicación es provisional y se prevé el traslado definitivo a
la planta baja del edificio en que se podrá dotar de las condiciones realmente
apropiadas y necesarias para un servicio reconocido y de calidad.
Otro paso necesario
para continuar las labores archivísticas ha sido la adquisición de material adecuado para la instalación de los documentos.
Y como punto de inicio
en la consideración del Archivo como un servicio municipal útil para toda la
Administración, se realizó en junio de 2000 un Curso de Formación en Archivos de Oficina, dentro del Plan de
Formación de Diputación de Almería, cuyos objetivos básicos fueron dar unas
pautas de organización de los documentos en las propias oficinas, dar a conocer
las funciones del Archivo y del archivero dentro del Ayuntamiento, los
servicios que se ofrecen y las relaciones que se generan entre oficinas y
archivo para que los trámites de las transferencias documentales fueran
acertadas y facilitaran la labor de ambos.
Este curso, al que
asistió un porcentaje considerable de personal del Ayuntamiento, resultó muy
interesante para el alumnado, motivado, en gran medida, por la profesionalidad
con que Josefa Balsells, Archivera-Bibliotecaria de la Diputación de Almería,
que impartió la mayor parte del curso, encauzó la transmisión de conocimientos,
y a quien aprovecho para agradecer su incansable colaboración, apoyo e interés
por el Archivo Municipal de Berja, mostrado desde los primeros trabajos
realizados sobre él.
Una vez que el
personal del Ayuntamiento se familiariza con la nueva posición del Archivo que
deja de ser un almacén en el que entran y salen personas y documentos, sin más,
y comprenden que hay que respetar unas normas de control y servicio mínimas,
como en cualquier otro archivo conocido para ellos, se van introduciendo desde
nuestro servicio los documentos básicos de control de movimiento de fondos,
registro de préstamo, registro de entrada de documentos, relaciones de entrega
de documentos transferidos, hojas de estadísticas, fichas de investigadores,
etc.
Otra de las medidas
adoptadas para mejorar las instalaciones y el servicio fue la solicitud de subvención a la Junta de
Andalucía con la cual se ha ampliado el número de estanterías y se ha
conseguido una destructora de papel y equipo informático básico para comenzar
la automatización de la descripción.
Hasta el año 2000 se
habían realizado políticas de actuación ocasionales y limitadas básicamente al
tratamiento de documentos históricos. Desde ese momento, la pretensión es
realizar actuaciones de carácter permanente, que perseguirán un tratamiento
integral de la documentación, contemplando el archivo como un sistema único que
incluye todas las etapas de la vida de los documentos, insistiendo en la etapa
de gestión administrativa, básica para resolver el problema archivístico
encontrado.
La principal actuación
que se ha de llevar a cabo respecto al patrimonio documental es mantener actualizado el inventario, ya
que la descripción de los documentos hace posible el conocimiento de los
mismos, dotándolos de las condiciones básicas de control para su conservación y
difusión, lo que repercute en la totalidad del conjunto documental municipal.
La descripción se
complementará con los índices necesarios para permitir la mayor accesibilidad
de los documentos y se enmarcará en un cuadro de clasificación que en principio
respetará el adoptado para el fondo inventariado, pero que irá perfilándose
hasta crearse un cuadro que refleje de forma más estable los tipos documentales
municipales que se generan en nuestro Ayuntamiento, el cual se acompañara de
las necesarias tablas de equivalencia que impidan la pérdida de información
motivada por lagunas de desfase en la terminología y clasificación nueva frente
a la antigua.
Respecto a la descripción automatizada creo que hemos
dado un paso importante para la minimización de medios necesarios,
aprovechamiento de recursos de otras instituciones y uniformidad en las descripciones.
Se trata de haber adoptado el programa de descripción realizado en el
Departamento de Informática de Diputación de
Almería,
para la formación de la base de datos que recoge el inventario de fondos del
Archivo de Diputación, constituyéndose una nueva base de datos vacía para la
realización del inventario automatizado de nuestro archivo, con lo cual seguirá
las mismas pautas descriptivas que aquel. El Archivo de Berja es el único de la
provincia, hasta el momento, que se beneficia de la conexión a la red
provincial para utilizar este programa de archivo, lo que considero muy
positivo, básicamente porque los medios de que se dispone en los Ayuntamientos,
generalmente impiden la adquisición de programas adecuados para la descripción
en base a las normas ISAD, lo que ocasiona que cada uno actúe por libre según
su propio criterio, sus conocimientos y posibilidades.
En caso de que otros
Ayuntamientos adoptaran esta solución, el programa se podría ir mejorando, así
como ampliar sus posibilidades para que todos pudiéramos beneficiarnos de la
misma mejora de servicios.
OTRAS ACCIONES SOBRE EL PATRIMONIO DOCUMENTAL COMO PARTE INTEGRANTE DEL
CONJUNTO HISTÓRICO:
1.- PROCESO DE RESTAURACIÓN Y ENCUADERNACIÓN DE DOCUMENTOS HISTÓRICOS
DETERIORADOS.
Hoy está abierto el
expediente de restauración del Libro de
Actas de Sesiones de Cabildo y de encuadernación del Libro de Ejecutoria de Hidalguía de la familia Enciso cuya
intervención habrá de ser realizada por el Instituto Andaluz de Patrimonio
Histórico a quien se le ha solicitado, y el cual ya ha reconocido la necesidad
de dicha intervención, estando ahora a la espera de que tal institución cuente
con los medios tecnológicos necesarios para llevarla a cabo.
2.- CONSIDERACIÓN DE LA BIBLIOTECA Y EL ARCHIVO MUNICIPALES COMO DOS
SECCIONES DE UN MISMO SERVICIO.
El hecho de que se
haya dotado la plaza de Bibliotecario-Archivero, hace necesario que ambos
servicios sean tratados de forma conjunta, ya que el personal que los gestiona
es el mismo. Pese a que cada uno de ellos de forma independiente tiene unas
funciones y unas necesidades concretas muy diferentes y que exigen la
permanencia de un personal especializado a tiempo completo, con lo que el
desarrollo de ambos sería mucho más prolífero, hay que estimar positivamente el
hecho de que los recursos municipales hayan cubierto esta carencia de la forma
más permisible, con lo que debemos intentar encontrar los puntos comunes entre
ambos servicios para dotarlos de unidad y coherencia. En lo referente al
aspecto que aquí estamos tratando, concretamente la consideración del
patrimonio documental como parte integrante del patrimonio histórico, la
Biblioteca también custodia otro tipo de patrimonio histórico, el
bibliográfico, y en el caso concreto de Berja, custodia un gran número de
obras, alrededor de unas 4000 anteriores a 1958, destacando entre ellas algunas
del S. XIX como La Biblia de Scío o
Vulgata latina de Felipe Scío de San Miguel, de 1848, en cinco tomos, el Diccionario latino-español reformado de
Valbuena, de 1853, o el Diccionario
enciclopédico de la lengua española, de 1870.
Ambos patrimonios,
deben ser conservados de forma adecuada e insisto en la transcendencia de su descripción, de manera que su difusión
sea posible.
De forma conjunta con
la Biblioteca, el Archivo trabaja además de en la descripción de su riqueza
documental y bibliográfica, en los siguientes proyectos:
-
La formación de una sección
de temas locales que incluirá las publicaciones bibliográficas realizadas en
Berja o sobre Berja, un dossier de prensa local en el que se irán
encuadernando en volúmenes, todas las noticias publicadas en prensa que hagan
referencia o mención de Berja (este trabajo de vaciado de prensa se viene
desarrollando desde años atrás, estando particularmente completo desde 1990),
así como la colección de folletos, catálogos, carteles, etc. impresos en
Berja o sobre temas de Berja, actividades organizadas o desarrolladas en Berja,
etc. Para este proyecto se requiere la colaboración de todos los organismos,
entidades, instituciones, colectivos, etc, de la localidad que deberán
contribuir entregando algún ejemplar de dichos impresos, para formar un fondo
completo e interesante. Cualquier proyecto relacionado con la vida local
repercute en la valoración de nuestro patrimonio, puesto que facilita de forma
conjunta una información que cobra interés con el paso del tiempo y constituye,
además, un medio de difusión del presente y para el recuerdo de todo lo
acontecido en el municipio.
-
Confección de marcapáginas
para Biblioteca y Archivo, cuyo motivo ornamental sea atractivo y relacionado con el contenido de
estos servicios. En el caso de la Biblioteca se realizó con motivo del Día del
Libro de 2000, plasmando el lomo de un libro y recogiendo información básica
sobre el servicio. En el Archivo también constituiría una medida de difusión
del mismo aprovechando la ilustración de algún documento que tenga especial
belleza e interés e igualmente dando información sobre horario, teléfono...
Este es un medio de difusión sencillo y atractivo, al igual que vimos las
tarjetas de Navidad, que podrían repetirse otros años para seguir poniendo en
manos de la gente parte de nuestro patrimonio documental. De igual forma a ésta
expresada, una manera de dar valor a nuestro Patrimonio Documental es
realizando ediciones facsímiles de documentos bellos y valiosos conservados en
pergamino o papel con características especiales, los cuales se podrían regalar
por nuestro Ayuntamiento en los actos culturales o protocolarios. Éstas son
ideas aún no puestas en práctica, pero que considero repercutirían de gran modo
en un acercamiento del Archivo al público en general, y a un reconocimiento del
patrimonio que custodia.
-
La realización de un
tríptico informativo sobre el servicio de archivo. En Biblioteca se realizó uno
con motivo del 50 aniversario de la misma, del cual no quedan ejemplares y se
están facilitando fotocopias a quien desee información sucinta sobre ella. Pero
en ambos servicios se hace necesario transmitir de forma breve y clara su
historia, sus funciones y los servicios que ofrecen. Este tipo de información
es muy frecuente en todos los edificios históricos, museos, monumentos, etc. y
de igual utilidad en archivos y bibliotecas. El Archivo de Berja recoge este
tipo de información en la Guía publicada junto al Inventario.
Para
todo este tipo de actuaciones se requieren recursos económicos mínimos, y a
medida en que se revalorice y se dé a conocer, el Archivo se podrá constituir
como un medio más de la oferta cultural, histórica y patrimonial de Berja,
entrando a formar parte en las políticas de difusión de cara al turismo
cultural, a la formación educativa y a otros sectores.
La
Biblioteca tiene las mismas posibilidades en el ámbito del patrimonio, puesto
que su fondo histórico es de gran valor y puede ofrecer un interés importante a
los curiosos de las letras, eruditos, historiadores e investigadores.
Del
mismo modo en que la Biblioteca oferta con frecuencia la posibilidad de
conocerla, a alumnos de centros educativos, en visitas organizadas de forma
conjunta entre colegios y biblioteca, o
a solicitud de aquellos, el Archivo podría ofrecer la misma posibilidad, como
hemos visto por ejemplo, con el trabajo de Pedro Ponce para alumnos de
enseñanza secundaria sobre documentos municipales. Ahora mismo tenemos el
inconveniente de las instalaciones, que son totalmente inadecuadas para recibir
grupos de gente, tanto en el ámbito turístico como educativo, pero es una
actuación que quiero recoger aquí porque está en proyecto la instalación del
Archivo en la planta baja del Ayuntamiento donde tendría un espacio mucho mayor
que el actual y unas mejores condiciones, una accesibilidad, tanto para la
propia Administración, como para ciudadanos, investigadores o grupos numerosos,
que sin duda contribuiría aún más a su consideración como institución cultural
y a su difusión y, a la vez, una mayor cercanía al edificio de la Biblioteca,
separadas sus puertas por tan solo 50 metros, lo cual les daría aún una mayor
conexión y razón de ser común. Será entonces, cuando contemos con estas nuevas
instalaciones y un mobiliario adecuado, cuando comenzaremos a trabajar con
grupos del Instituto, para realizar actividades concretas del conocimiento de
la historia local, de la realidad social, de la problemática económica, la tradición,
la cultura, etc.
Como
medida de difusión del patrimonio a más largo plazo, está la posibilidad de
crear, dentro de la página web del
Ayuntamiento, que está en fase de realización, un nexo al Servicio de Archivo y
de Biblioteca, con información sobre los mismos, acceso al CDROM del patrimonio
documental en red, a documentación que se escanee, a catálogos, inventarios...
Pero esto requiere los pasos previos de formación de página web del
Ayuntamiento y de descripción automatizada, lo que se llevará su tiempo, por lo
que podemos considerarlo un proyecto a largo plazo y aún muy condicionado por
las posibilidades de recursos con los que se vaya dotando nuestro servicio. De
momento la inclusión de becarios, estudiantes de Biblioteconomía y Documentación
como equipo de apoyo técnico constituye un avance y una muestra del interés
despertado a nivel político, por el resurgir del servicio.
No vamos
a meternos ahora en enumerar otras actuaciones de difusión que se podrían
llevar de forma conjunta con la puesta en valor de otros patrimonios
históricos, como la realización de exposiciones, conferencias, cursos de
formación, visitas, inauguración de edificios restaurados o instituciones de
nueva creación como el previsto museo etnológico, etc., puesto que es hablar de
ideas, no de proyectos ni estudios, pero sí quiero concluir diciendo que el
Archivo está totalmente abierto a la colaboración con otras instituciones y
organismos que disponen de los medios necesarios y que ya vienen trabajando en
este tipo de objetivos de revalorización de nuestro Patrimonio, aportando tanto
documentos para exposiciones como información y apoyo técnico.
BIBLIOGRAFÍA
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de Gádor : periódico de información local del Ayuntamiento de Berja, n.
6 (marzo-abr. 1993)