Batería de costa de la Guerra Civil en Punta de la Testa (Cabo de Gata) • 22 de mayo

Tipo: Otros Actividad: Conferencias 05/22/2024


Miércoles, 22 de mayo
19,00 horas
Centro Cultural Fundación Unicaja de Almería. Paseo de Almería, 69    
    

Tras la tentativa fracasada de sublevación el 21 de julio de 1936, los militares insurrectos del Batallón de Ametralladoras a los que se unieron Falangistas serían finalmente  apresados o ejecutados, permaneciendo  Almería durante toda la Guerra Civil leal a la República.

Para disminuir el abastecimiento republicano, el 8 de noviembre 1936 el crucero nacional Canarias bombardeó los depósitos de combustible  de  CAMPSA del  dique de Poniente del Puerto, aprovechando que no había defensa artillera alguna. La caída de Málaga  a comienzos de febrero de 1937, los  ametrallamientos a los huídos  en la desbandá y a la población civil y la intención de contener el avance de  tropas nacionales e italianas hacia la base naval de Cartagena, precipitaron la construcción de un sistema defensivo activo y pasivo con baterías de costa, de tierra en Las Hortichuelas y antiaéreas (en Bayyana, Catedral, Alcazaba, mina de azufre de Benahadux...),  defensa antisubmarina en el Andarax, refugios contra aeronaves, estructuras fortificadas (trincheras, casamatas de ametralladoras dobles y sencillas y abrigos blindados), aeródromos y puestos de observación en  todo el  litoral almeriense.

La Comandancia de Artillería comenzó la fortificación de la Plaza con el emplazamiento  en la roca excavada de la batería de costa de  Punta de la Mona  a unos 2 kms de Almería,  en la carretera a Málaga. con 3 piezas de artillería reutilizadas de la marina: una Vickers de 120 mm y los otras dos anticuadas   de 101,6 mm, protegidas por una  antiaérea de 76,2 mm. Se estrenó disparando sin éxito por  insuficiente alcance contra la escuadra  alemana, formada por el acorazado de bolsillo Admiral Scheer  y 4 torpederos, que bombardearon  Almería el 31 de mayo de 1937 causando unos 31 muertos, como represalia por el ataque días antes de unos Tupolev SB-2 soviéticos al  acorazado Deutschland en  Ibiza, al "confundirlo" con el Canarias,  resultando fallecidos 24 marinos alemanes.  

Fue inaplazable  así la instalación una potente batería de costa con dos secciones: una en la Punta de la Testa  (junto la carretera al faro de Cabo de Gata)  compuesta de 2 piezas de artillería Vickers de 15,24 cm, procedentes de Cartagena, protegidas por  antiaéreos de 20 mm, que hacían fuego cruzado con otra batería emplazada en Roquetas de Mar  dotada con 2 Vickers idénticos. La sección tenía un alcance de 21.600 mts, de modo que todo barco que entraba en la Bahía podía ya ser batido por alguna de las 4 piezas.      

Cada sección disponía de defensa antiaérea en cota más alta, proyectores y fonolocalizadores, nidos de ametralladoras, conexión telefónica  barbeta para los cañones,  galería subterránea blindada para repuesto de carga de pólvora y proyectiles que también servía como refugio, alojamiento de la dotación, mandos y cocina, puesto de mando con gran campo visual  y emplazamiento de telémetro para calcular el tiro de las piezas  y cuarto  anexo de planos. En la de Roquetas fueron construidos estos últimos en la meseta del pontón de Aguadulce, tras subir por la hoy conocida Cuesta de los Presos por ser abierta en trabajos forzados.

Plenamente operativas a finales del 37, debido a su efecto disuasorio Almería ya no soportó más ningún ataque por mar. Finalizada la Guerra, al perder su utilidad  estratégica fueron enviadas las 4 Vickers a  una nueva batería fortificada en Punta Candor (Rota) en previsión de un desembarco de los aliados desde África que nunca ocurrió. Los restos de las baterías almerienses son aún visitables.

Coordinador: Ginés Valera Escobar, miembro del IEA.

 

Conferencia:


Batería de Costa de la Guerra Civil en Punta de la Testa (Cabo de Gata), a cargo de Juan Lorenzo Gómez-Vizcaíno Castelló, Coronel de Artillería en la reserva. Presidente de  la Asociación  AFORCA «Amigos veteranos de los castillos cartageneros, sus fortalezas, murallas, viejas torres y baterías; Don Sancho Díaz Bustamante».

 

ENTRADA LIBRE HASTA COMPLETAR AFORO
 

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Miércoles, 22 de mayo
19,00 horas
Centro Cultural Fundación Unicaja de Almería. Paseo de Almería, 69    
    

Tras la tentativa fracasada de sublevación el 21 de julio de 1936, los militares insurrectos del Batallón de Ametralladoras a los que se unieron Falangistas serían finalmente  apresados o ejecutados, permaneciendo  Almería durante toda la Guerra Civil leal a la República.

Para disminuir el abastecimiento republicano, el 8 de noviembre 1936 el crucero nacional Canarias bombardeó los depósitos de combustible  de  CAMPSA del  dique de Poniente del Puerto, aprovechando que no había defensa artillera alguna. La caída de Málaga  a comienzos de febrero de 1937, los  ametrallamientos a los huídos  en la desbandá y a la población civil y la intención de contener el avance de  tropas nacionales e italianas hacia la base naval de Cartagena, precipitaron la construcción de un sistema defensivo activo y pasivo con baterías de costa, de tierra en Las Hortichuelas y antiaéreas (en Bayyana, Catedral, Alcazaba, mina de azufre de Benahadux...),  defensa antisubmarina en el Andarax, refugios contra aeronaves, estructuras fortificadas (trincheras, casamatas de ametralladoras dobles y sencillas y abrigos blindados), aeródromos y puestos de observación en  todo el  litoral almeriense.

La Comandancia de Artillería comenzó la fortificación de la Plaza con el emplazamiento  en la roca excavada de la batería de costa de  Punta de la Mona  a unos 2 kms de Almería,  en la carretera a Málaga. con 3 piezas de artillería reutilizadas de la marina: una Vickers de 120 mm y los otras dos anticuadas   de 101,6 mm, protegidas por una  antiaérea de 76,2 mm. Se estrenó disparando sin éxito por  insuficiente alcance contra la escuadra  alemana, formada por el acorazado de bolsillo Admiral Scheer  y 4 torpederos, que bombardearon  Almería el 31 de mayo de 1937 causando unos 31 muertos, como represalia por el ataque días antes de unos Tupolev SB-2 soviéticos al  acorazado Deutschland en  Ibiza, al "confundirlo" con el Canarias,  resultando fallecidos 24 marinos alemanes.  

Fue inaplazable  así la instalación una potente batería de costa con dos secciones: una en la Punta de la Testa  (junto la carretera al faro de Cabo de Gata)  compuesta de 2 piezas de artillería Vickers de 15,24 cm, procedentes de Cartagena, protegidas por  antiaéreos de 20 mm, que hacían fuego cruzado con otra batería emplazada en Roquetas de Mar  dotada con 2 Vickers idénticos. La sección tenía un alcance de 21.600 mts, de modo que todo barco que entraba en la Bahía podía ya ser batido por alguna de las 4 piezas.      

Cada sección disponía de defensa antiaérea en cota más alta, proyectores y fonolocalizadores, nidos de ametralladoras, conexión telefónica  barbeta para los cañones,  galería subterránea blindada para repuesto de carga de pólvora y proyectiles que también servía como refugio, alojamiento de la dotación, mandos y cocina, puesto de mando con gran campo visual  y emplazamiento de telémetro para calcular el tiro de las piezas  y cuarto  anexo de planos. En la de Roquetas fueron construidos estos últimos en la meseta del pontón de Aguadulce, tras subir por la hoy conocida Cuesta de los Presos por ser abierta en trabajos forzados.

Plenamente operativas a finales del 37, debido a su efecto disuasorio Almería ya no soportó más ningún ataque por mar. Finalizada la Guerra, al perder su utilidad  estratégica fueron enviadas las 4 Vickers a  una nueva batería fortificada en Punta Candor (Rota) en previsión de un desembarco de los aliados desde África que nunca ocurrió. Los restos de las baterías almerienses son aún visitables.

Coordinador: Ginés Valera Escobar, miembro del IEA.

 

Conferencia:


Batería de Costa de la Guerra Civil en Punta de la Testa (Cabo de Gata), a cargo de Juan Lorenzo Gómez-Vizcaíno Castelló, Coronel de Artillería en la reserva. Presidente de  la Asociación  AFORCA «Amigos veteranos de los castillos cartageneros, sus fortalezas, murallas, viejas torres y baterías; Don Sancho Díaz Bustamante».

 

ENTRADA LIBRE HASTA COMPLETAR AFORO
 


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