PUEBLOS DE ALMERÍA [PA] - Local
Resumen:
De la producción uvera, por cuestiones de mercado, se pasó a la cítrica y, pronto, el trabajo de los gadorenses pintó estas tierras de verde, con los naranjos castellanos y sus frutos de esmerado sabor. Ha sido un largo camino repleto de esfuerzo y tesón. Gracias al trabajo de generaciones de gadorenses se puede presumir de la mejor producción de cítricos ecológicos de todo el Mediterráneo. De la producción minera, que tuvo su auge a finales del siglo XIX y que a mediados del XX desapareció, surgió, más pujante, la producción industrial de las canteras y la fábrica de cemento. De los molinos harineros e industrias artesanales de miel y de seda, se pasó a las modernas industrias cárnicas, y de las forjas y carpinterías, a la fabricación de embarcaciones de recreo. La enseñanza ha contado siempre con abnegados maestros y se ha cultivado la primaria y secundaria, a través del Colegio Público y sus academias de secundaria, de las que salieron, desde primeros del siglo pasado, maestros, abogados, médicos y titulados, con el Bachiller cursado aquí, dando prestigio y valor a nuestros paisanos al dejar una impronta inmejorable allá donde hayan desempeñado su ejercicio profesional. Desde su constitución como ente propio, se ha caracterizado esta villa por tener buenos vecinos, asimilando a las familias de otros lugares, siendo bien acogidos, fundiéndose con los naturales y formando una simbiosis de afectos, trabajos, costumbres y aficiones.