Hijo de Fermín Estrella Moreno, cónsul de Cuba y Ecuador y de Dolores Gutiérrez Aznar. En abril de 1910 volvió con sus padres a Buenos Aires, haciendo allí todos sus estudios y colaborando, desde 1915, con periódicos y revistas de Argentina y otros países de América Latina. En 1923 se graduó como Profesor Normal en Letras; estudió Derecho en las universidades de Buenos Aires y de la Plata; fue catedrático de Idiomas y de Literatura Castellana en la Escuela Normal de profesores y en el colegio alemán. En 1928 realizó un viaje por Europa; en Madrid, en el Círculo de Bellas Artes, le ofreció una comida a la que asistieron, entre otros, Azorín y Pérez de Ayala. Fue una oportunidad para ponerse en contacto con los más representativos intelectuales españoles. En marzo de 1929 estuvo en Almería y le dedicaron un homenaje en el restaurante El Montañés, ofrecido por el poeta Fernández Doris. En 1930 el gobierno de Hipólito Irigoyen le encomendó la reforma de los planes de estudios y programas de las escuelas primarias, designándole Inspector Técnico y Subinspector General de la Escuela de Nuevo Tipo. De 1955 a 1957 fue director de una escuela para adultos dependiente del Consejo Nacional de Educación en Buenos Aires y director de Educación de la provincia de Buenos Aires. En 1973 ingresó en la Academia Argentina de las Letras y las Ciencias, de la que fue elegido vicepresidente al año siguiente. En 1974 visitó Barcelona, Madrid, siendo recibido en la Real Academia de la Lengua, y Almería, donde pronunció dos conferencias. Castro Guisasola calificaba su poesía como “de un modernismo poético”. Entre sus publicaciones, destacamos, en poesía: El cántaro de plata (1924), premio de literatura de la Municipalidad de Buenos Aires; Canción de la tarde (1925), La ofrenda (1927), Los caminos del mundo (1929), La niña de rosa (1931), Destierro (1935) y Sonetos de la soledad del hombre (1949); en prosa: Desamparados (1926), El ídolo y otros cuentos(1928), La revoltosa (1928) y El ladrón y la selva (1930).