Colaboró en la prensa con acertadas críticas artísticas. Se inició en el arte con la caricatura, siendo su vocación más arraigada. Marchó joven a Madrid, asistiendo al estudio de Emilio Sala. Trabajaron juntos en pinturas murales, decorando teatros y centros públicos como el café Fornos (1878). Se consagró como artista de moda durante algún tiempo, haciendo numerosas caricaturas y publicando algunos álbumes con ellas en las décadas de los sesenta y setenta, entre los que destaca el titulado Perfiles. En 1881 la Diputación de Almería le concedió una pensión para su formación artística. Su ingenio y la calidad de sus dibujos le abrieron paso en periódicos como El Día de Moda. Su éxito le llevó a París, formando parte de Charivari y fijando en la capital francesa su residencia definitiva. Casi desde su llegada colaboró como dibujante en Le Monde Parisien con una página semanal de caricaturas.

      En 1884 ilustró el extraordinario de final de año de Le Figaro titulado “L’Année comique”. A partir de 1894 colaboraba también en la revista ilustrada española Blanco y Negro con caricaturas de políticos que le dieron fama europea. Su pintura tuvo fácil salida hacia Berlín y Londres, aunque ocupado en ella con menos prodigalidad. En esta época viajó por diferentes capitales europeas y visitó Almería en tres ocasiones. Fueron los años 1895, 1897 y 1899, en éste para asistir a la inauguración del ferrocarril Almería– Baeza. El Archivo Municipal de Almería conserva un álbum de caricaturas de políticos destacados a nivel local y nacional del siglo XIX  y de escenas costumbristas.