Fue delineante y profesor de la Escuela de Artes y Oficios (1900); un conocido lo describe como “pendolista y calígrafo, delineante del cuerpo de Obras Públicas del Estado y maestro de primeras letras”. Participó en la relativamente intensa vida cultural del último cuarto del siglo XIX formando parte de la Diputación Arqueológica a inicios del siglo XX y de la Real Sociedad Económica de Amigos del País.