Gabriel PRADAL GÓMEZ


PRADAL GÓMEZ, Gabriel (Almería, 1891 - Toulouse, 1965). Arquitecto.


      Político, intelectual y arquitecto. Nacido en la entrañable plaza Castaño, es hijo del ayudante del arquitecto municipal Trinidad Cuartara, Gabriel Pradal Ruiz, y de Clotilde Gómez, quienes le inculcan una sensibilidad artística y una formación liberal. En el Instituto de Segunda Enseñanza conoce a Mercedes Rodríguez, que se convertiría en su esposa en 1921; hija del insigne maestro de convicciones socialistas Antonio Rodríguez, destacará por sus excelentes notas y por ser una de las primeras mujeres que estudian en el Instituto. En 1911 comienza sus estudios en la Escuela Superior de Arquitectura de Madrid, simultaneándolos con clases particulares para aliviar la carga familiar. Mantiene una correspondencia diaria con su padre y asiste a todas las actividades culturales y acontecimientos políticos de la capital, en un ávido deseo de incrementar su formación y sus crecientes inquietudes político-sociales. En 1919 ingresa en el PSOE y mantiene una cordial amistad con un ya anciano Pablo Iglesias.

      En 1921 concluye la carrera de arquitecto en una brillante promoción que introducirá la vanguardia del Movimiento Moderno en Arquitectura, siendo compañeros Fernando García Mercadal, Luis Lacasa, Enrique Colás o su convecino almeriense Guillermo Langle Rubio. Poco después obtiene la plaza de arquitecto municipal en Madrid, simultaneándola con el ejercicio privado, donde destacó por una preocupación social, más allá del simple lucro personal. Entre sus proyectos destaca la Ciudad Jardín del Norte, una barriada de casas baratas financiadas con ayuda estatal; la ampliación de la Casa del Pueblo de Madrid; el edificio de la Mutualidad Obrera o el de la imprenta El Socialista, en la C/ Trafalgar. También proyectó para Almería, destacando el proyecto inicial del bloque de viviendas de C/ Aguilar de Campoo, esquina a Paseo, posteriormente ejecutado por Guillermo Langle, el antiguo edificio de la Casa de Socorro en la C/ Alcalde Muñoz, o un bloque de dos plantas con mirador central en la C/ Méndez Núñez, edificios que todavía se conservan. Aparte de ello construirá muchas viviendas de tipología burguesa y obrera de puerta y ventana, donde sabrá combinar diseños historicistas o toques vanguardistas del racionalismo centroeuropeo conforme avance la década de los 30.

      Pero su proyecto almeriense más importante, lamentablemente desaparecido, será la Escuela de la Asociación de Asistencia Social, en la Ctra. de Ronda (1935), posteriormente transformado para Escuela de Magisterio, pues no llegó a terminarse por el inicio de la Guerra Civil. Allí introdujo unos ritmos racionalistas de ventana continua y amplios espacios de iluminación, rematando el edificio con un cuerpo central cerrado con cúpula, con claros tintes expresionistas.

      Su mayor proyección será en el campo político, trabajando activamente para la Agrupación Socialista de Almería en conferencias y reuniones con los trabajadores. Tras la proclamación de la Segunda República, en las elecciones del 28 de Junio, obtiene el escaño de diputado, cesando prácticamente en el ejercicio de arquitecto. Viaja frecuentemente a Almería para conocer de cerca los problemas de su tierra e impulsar proyectos en Madrid (destacará la construcción de los puertos pesqueros de Garrucha, Almería, Roquetas y Adra), gracias a ser presidente de la Comisión de Fomento, que elabora un Plan Urgente de Obras Públicas. En 1933 no saldrá elegido diputado por irregularidades y falsificación en las actas electorales, recuperando su escaño en las elecciones de febrero del 36.

      Enterado confidencialmente de la sublevación, antes de que se produjera en la madrugada del 21 de julio, cuando el comandante militar de Almería y el teniente coronel Huertas Topete declara el estado de guerra y la ocupación de la ciudad, llamó personalmente al jefe de Gobierno, Giral. El buque de guerra Lepanto entrará en el puerto de Almería y conmina a los sublevados a rendirse. La rebelión había sido vencida sin derramamiento de sangre. La Guerra Civil será una época de descontrol político (el poder real está en los Comités) y de dura represión, lo que horroriza a un ingenuo Pradal, impotente ante los desmanes y asesinatos políticos. Será nombrado comisario político en el acorazado Jaime I, con base en Cartagena, barco gobernado por un comité de 8 miembros de la tropa y donde hubo de imponer su autoridad y respeto. El 16 de junio de 1937 una explosión interna hundía el buque por causas desconocidas y Pradal salvó milagrosamente la vida. Asistió a la última reunión de las Cortes republicanas en el castillo de Figueras (1-II-1939), con la presencia de sólo 62 diputados y la presidencia de Martínez Barrios. El 6 de febrero pasa la frontera francesa y es ingresado en el campo de concentración de Argelés Sur-Mer, pudiendo salir de allí al poco tiempo e instalarse en Toulouse gracias a las gestiones de un Comité de Apoyo a los intelectuales españoles en el exilio. Poco después se reúne con su mujer y los 5 hijos.

      Con el estallido de la Segunda Guerra Mundial y la creación del gobierno colaboracionista de Vichy se inicia una persecución contra los refugiados políticos y los izquierdistas. El gobierno franquista le juzga y condena a muerte por rebelión, por diputado socialista y por comisario político del Jaime I, además de ser objeto de un expediente de depuración como arquitecto, siendo privado a perpetuidad de su título y profesión. A mediados de 1941 el gobierno español pide a Vichy la extradición y llega a ser detenido, pero será puesto en libertad gracias a algunos errores burocráticos. Cuando los alemanes ocupan toda Francia debe esconderse para no ser deportado, situación que mantiene hasta la liberación de Francia en 1944.

      Al acabar la Guerra Mundial no quiso abandonar Europa con un empleo como arquitecto en Venezuela, pues confiaba, ilusoriamente, en el próximo derribo de Franco tras la caída del III Reich. En el primer Congreso del Partido Socialista en el exilio (Toulouse, 1944) será nombrado vicepresidente de la mesa. Asistirá en Méjico a una reunión de las Cortes de la República Española y, el 17 de agosto de 1945, se constituye el gobierno republicano en el exilio, presidido por Martínez Barrios. A su regreso a Francia las dificultades económicas de la familia se han agudizado. Pasaba hambre y alojaba a su familia en un humilde apartamento alquilado por el Ayuntamiento. Además, no podía ejercer la profesión de arquitecto por la no homologación del título, debiendo de contentarse en trabajar como delineante para otros por un mísero sueldo. Muchos planos de edificios serán realizados por él y firmados por otros. Durante el exilio mantiene una gran amistad y correspondencia permanente con Largo Caballero, Indalecio Prieto, Luis Araquistain o Jiménez de Assua, y tiene tiempo para consagrarse al estudio y la lectura en las bibliotecas de Toulouse. En 1947 representa a España en la Unión Internacional de Arquitectos celebrada en Lausana (Suiza), pues la España de Franco no estaba admitida entre los organismos internacionales.

      Desde 1950 formará parte de la ejecutiva del PSOE hasta su muerte, aunque en conflicto permanente con el presidente, Rodolfo Llopis, desde 1955. En 1952 asumió también la dirección de El Socialista, actividad a la que sacrificó su pasión por la arquitectura y su vida familiar; allí publicará interesantes editoriales y comentarios, ávidamente esperados por los lectores del semanario, bajo el seudónimo de Pericles García, hasta la clausura en 1961 por el gobierno francés, por presiones del español. En 1962 acudirá a la famosa reunión del Movimiento Europeo de Munich (el llamado por el régimen franquista contubernio de Munich) para reflexionar sobre la instauración de un régimen democrático en España. Su muerte en Toulouse (15-IX-1965) será una impresionante manifestación de duelo.





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