Sindicalista. Comienza su militancia política en las filas republicanas al lado de José Jesús García, en 1912, mientras ejercía su profesión de periodista en el diario republicano El Popular. En 1915, desde las páginas de este periódico, se convierte en artífice de una campaña de prensa contra Francisco José Cervantes, jefe del Partido Conservador e importante cacique de la ciudad, siendo expulsado del periódico, lo que le hizo fundar el diario El Pueblo, con el propósito de acusar al ingeniero cacique y hacerle abandonar su puesto. Desde sus páginas contribuyó a la creación de la organización Juventud Ciudadana en la que ejercerá de secretario. El punto más álgido de esta campaña será el 27-VIII-1915, cuando es detenido y encarcelado, despertando una oleada de simpatía y de adhesiones de los obreros de todas las sociedades de la provincia.

      En 1918 pasa a las filas del Partido Socialista y del sindicato UGT, interviniendo en la redacción del nuevo reglamento del partido en 1919. A partir de este momento se convierte en el principal divulgador del Sindicato Ferroviario, Sindicato Minero y Sindicato Agrario y comienza una incansable campaña propagandística de las ideas socialistas a través de múltiples mítines y actos públicos que le llevan a recorrer toda la provincia, consiguiendo reagrupar en la UGT a la casi totalidad de las sociedades de resistencia que existían, a la vez que crea otras nuevas, convirtiéndolas en secciones en torno al sindicato socialista. 1919 es también el año en el que lidera en la cuenca minera de Serón-Bacares la huelga que lleva su nombre y en la que se consigue la jornada de 8 horas, siendo la primera cuenca que lo consigue en España a través de una acción sindical. Ese mismo año encabeza, como presidente de los Sindicato Agrario y Minero, una comisión del proletariado almeriense, para explicar al gobierno la situación angustiosa de los obreros de Almería, y es nombrado por la UGT coordinador en la provincia de Almería de la campaña de propaganda que inicia Wenceslao Carrillo por las cuencas mineras.

      A partir de 1920 abandona la ciudad y la política almeriense y se dedica a su labor de periodista y escritor, llegando a ser director del diario El Sol, en Madrid. Desde sus páginas se hará eco de las noticias de Almería. Con la llegada de la II República vuelve a la política activa y es elegido diputado por la provincia de Alicante. Fue, como tantos otros líderes socialistas, un destacado miembro de la masonería.