Günter Willi Hermann KUNKEL 


KUNKEL, Günter Willi Hermann (Mittenwalde, Alemania, 1928 - Vélez Rubio, 2007). Naturalista y botánico.


      Ha estado siempre vinculado a estudios botánicos y ecológicos en las zonas áridas de casi todo el mundo. Günther Kunkel hizo honor a sus convicciones, en el paisaje del desierto hasta el final. “Lo que le he pedido siempre a la vida es libertad”, son sus palabras en 2004. Su interés permanente por las zonas áridas le trajo a Almería, de la que tenía referencias por las investigaciones del hermano Rufino Sagredo. Se afincó en Pechina (1981-1991), donde siguió transmitiendo su idea de ‘jardín botánico del desierto’, un proyecto que presentó en 1986, y que exigía la creación de una fundación-patronato con proyección internacional y la exigencia de una zona mínima entre 18 y 25 hectáreas que plasmaría un centro de investigación y un muestrario de la vegetación de los desiertos del planeta; una idea que nunca consiguió llevar a la práctica en toda su dimensión, “no entendieron mi idea del jardín del desierto”, diría muchos años después. Lo más próximo fue la experiencia que vivió en Murcia donde, gracias al Ayuntamiento, desarrolló su concepto ‘jardín del desierto’, transformando una escombrera de poco más de dos hectáreas en un vergel entre 1991 y 1993. El proyecto se quedó a medias por la presión de la Universidad de Murcia, celosa de que un ‘forastero’ protagonizara una solución a impactos ambientales.

      La trayectoria de Kunkel se gesta nada más terminar la II Guerra Mundial, cuando consigue escapar del nazismo. En 1952 llegó a Chile, recomendado al profesor Schwabe, director de la Estación Meteorológica, en la Universidad de Concepción. Con este profesor realiza sus primeros estudios en botánica. Así, comenzó a organizar su primer herbario. En su formación es fundamental su estancia en la isla de Juan Fernández (1954-55). Y, después, sus viajes por todos los continentes (solo le faltó Australia), algo que siempre deseó, forjaron su personalidad heterodoxa, libre y de aventurero. En Perú conoció a su esposa May Anne Charlewood Turner (Inglaterra, 1932), artista botánica, fundamental en la trayectoria de este naturalista alemán.

      La estancia de Kunkel en Canarias es fundamental para su investigaciones florísticas y ecológicas. Fruto de ello son los cuatro tomos sobre la flora de Canarias, trabajo que no pudo concluir por la falta de apoyos económicos. De la trascendencia de sus estudios en las Islas Canarias da fe el hecho de que en 2004 recibe, junto a su esposa, el principal premio de Medio Ambiente de Canarias, el ‘Cesar Manrique’. Su archivo sobre la flora canaria fue donado al final de su vida a la Universidad de Tenerife.

      Durante una vida que le llevó por distintos puntos de América del Sur, África, Europa, Canarias y Almería fundamentalmente, Kunkel ha dejado una obra de 45 libros y otras publicaciones sobre temas botánicos, fitogeográficos y ecológicos; 300 publicaciones en revistas científicas (sobre erosión y desertización tiene 114 trabajos publicados), varios ‘jardines experimentales de zonas áridas’ en Canarias, Almería, Murcia y el reconocimiento científico de varias Universidades internacionales. La obra de Kunkel está reconocida por los más de 21.500 pliegos de plantas depositadas en los Museos de Ginebra, Goteborg y Berlín; por las colecciones de plantas en Florencia, Hamburgo, Las Palmas, Madrid, Oslo, Washington, etc. Su gran obra internacional es el gran diccionario científico de plantas comestibles, con la descripción de 12.500 especies, “es una paradoja que se hable de hambre en el mundo con todas estas especies, teniendo en cuenta que nos alimentamos sólo de unas trescientas”.

      Kunkel fue un gran defensor del desierto como espacio natural, “no hay paisaje más limpio, duro y noble que el desierto”, declaro en 1982, ya afincado en Pechina, donde también miró a su entorno rural, “la vega del Andarax tiene que ser protegida” (1988). Su primer estudio en Almería es El libro de las Malas Hierbas (1987), “son plantas jamás sembradas con intención y nunca cuidadas, pero que acompañan al hombre, apareciendo siempre donde éste modifica las condiciones naturales. Son toleradas o ignoradas o perseguidas, odiadas y combatidas. ¡Qué lástima que no seamos capaces de ver su sonrisa!”

      Con dos ediciones, su principal estudio almeriense es Flórula del desierto almeriense (Instituto de Estudios Almerienses, 1988 y 1993), “el desierto donde existe hay que honrarlo”. Este estudio es fruto de un trabajo de campo con 150 excursiones, 2.000 muestras de herbario, 12 perfiles de vegetación, 800 fotografías, la descripción de 375 especies distintas y 175 ilustraciones de Mary Anne.

      Otros estudios almerienses son: Árboles ornamentales de Almería (1996), Jardinería en zonas áridas (1998, nueva edición en 2007 con el título Jardinería con poca agua, en la editorial navarra de la revista La fertilidad de la tierra), "Hierbas infestantes de la comarca de los Vélez" (Revista Velezana, 1998), "Árboles notables en Vélez-Rubio" (Revista Velezana, 2004). Y su colección de "Hojas sueltas" sobre flora y vegetación que difundía desde su editorial personal, Ediciones Alternativas, y que le reclaman desde Madrid, Londres, Berlín y Washington.

      A pesar de que sus colecciones botánicas están en distintos países, fruto de su estancia en Almería quedan ideas. En los últimos años almerienses comentó que “queda material para hacer un herbario de Almería”, pero nadie se interesó sobre las sugerencias del naturalista, que cedió un fichero con 20.000 fichas botánicas al investigador José Manuel Sánchez de Lorenzo (Murcia). Tampoco recibió ninguna propuesta cuando sugirió que el Toyo era un lugar idóneo para un proyecto de ‘Jardín del desierto’. Y ahora queda su archivo, parte de su fichero, correspondencia, biblioteca (libros y revistas), colección de fósiles, junto a una propuesta para que alguien del ámbito universitario almeriense se interesara por ello. El Ayuntamiento de Vélez-Rubio está dispuesto a convertir el cortijo de El Llano en la Casa-Museo de Günther Kunkel.

      Con Günther Kunkel viajaba siempre su espíritu observador y el talante crítico. De ahí sus quejas por la expansión del almendro en sierras velezanas, con subvenciones europeas, en el antiguo paisaje del encinar, “esto es más bien vivir en el campo porque hoy nadie vive con la naturaleza”. La fascinación por la naturaleza sorprendente le acompañó hasta el final, “aquí experimentamos con la naturaleza”, esparciendo montones de tierra de distintos lugares y la espera a ver qué semillas, qué sorpresas encierra su interior. Mantuvo su carácter hasta el final, el mismo que le llevó a rechazar las medicinas que le recetaban para sus males. Su sarcasmo e ironía no le impedían ser frontal, “la sociedad industrial es culpable de esta miseria”.

      Lo importante era educar y concienciar. Junto al estudio científico, nunca dejaron de lado la educación ambiental. Günther y Mary Anne siempre fueron receptivos a las visitas de escolares, ecologistas y periodistas concienciados sobre todo. Este naturalista alemán falleció en Vélez Rubio el 6 de agosto de 2007 y parte de sus cenizas reposan en la cima de El Mahimón por voluntad propia. Allí fueron depositadas en otoño por su esposa, Mary Anne, como un homenaje en el paisaje que admiraba y que le acompañó en los últimos años de su vida.

      DISTINCIONES: Orden Civil del Mérito Agrícola (1980), Cruz de la República Federal Alemana (1997), Doctor Honoris Causa y promoción ‘Günther Kunkel’ de la Universidad Huancayo de Perú (1999), Premio César Manrique de Medio Ambiente de Canarias compartido con su esposa Mary Anne (2004) y distinción ‘Almeriense Ideal’ (Diario Ideal, 2004).

      PUBLICACIONES MÁS RELEVANTES Árboles de Liberia (1965), Árboles exóticos, árboles cultivados en Gran Canaria (1969); Flora de Canarias (4 tomos, 1974-79), Endemismos canarios (1977), La vegetación del Golfo Pérsico (1977), Las plantas de consumo humano (1984), Diccionario botánico canario (1986, 1991), Las malas hierbas de Almería (1987), Flórula del desierto almeriense (1988, 1993), Diccionario de plantas con nombres geográficos (1990), La vegetación del archipiélago canario (1992), Árboles ornamentales de Almería (1996), Las plantas infestantes de los Vélez (1998), Jardinería en zonas áridas (1998, 2002), Árboles notables de Vélez-Rubio (2004).

      Promotor de Ediciones Alternativas para la divulgación: Frutales ornamentales (1985), La geografía en la nomenclatura botánica de España (1985), Hojas sueltas (50 números, 1995-99), Folia Hortícola (2000-2004). Más de 300 publicaciones en revistas científicas, unas 400 reseñas de libros y unas 3.000 reseñas breves.




Blanco Martín, Miguel Ángel





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