María Salomé o Agustín RODRÍGUEZ TRIPIANA


RODRÍGUEZ TRIPIANA, María Salomé o Agustín (Senés, 1878 - Vílchez, Jaén, Sin datos). Torero/a.


Aunque la mayoría de tratadistas taurinos se inclinan por el género masculino, no está suficientemente documentado el sexo del novillero/ra presente en los ruedos con el sobrenombre artístico de la Reverte (en homenaje a su célebre homónimo sevillano Antonio Reverte). Los mismos especialistas –salvo Cossío en su tratado de Tauromaquia que cita Jaén– indican que nació en el pequeño pueblo filabreño de Senés, en el último tercio del siglo XIX. De cualquier manera, gozó de cierta fama durante la etapa en que vistió la chaquetilla y falda femenina de luces. La tradición española de arrojadas féminas de capote y muleta viene de Antiguo. A Nicolasa Escamilla, la Pajualera, la plasmó Goya en un aguafuerte y Gustavo Doré a la Garbancera; a las que siguieron o antecedieron la Guerrita, Belgicana, Mazzantinita o la cuadrilla de señoritas toreras catalanas capitaneadas por La Noya de Barcelona. Alguna de ellas protagonizó sonadas broncas en el coso capitalino de la Avda. de Vílches.
Según el político y literato Natalio Rivas (Toreros del Romanticismo), nuestra/o protagonista marchó con sus padres a la provincia de Jaén, estableciéndose en La Carolina; aquí, ya de moza, trabajó en “rudas tareas de la mina”. A la Reverte la vimos por primera vez (1900) en la plaza de toros de Bilbao, donde cortó una oreja tras brindar a Chiquito de Begoña y repitió contrato. En noviembre de ese año marchó a Madrid para debutar junto a la Guerrita, despachando un bravo utrero. Su banderillero de confianza, Ramito, aseguraba que en las tres temporadas siguientes torearon unas cien corridas por las principales plazas de España y Portugal, incluyendo una breve estancia en Brasil. María Salomé, la Reverte, jamás llegó a hacer el paseíllo en coso alguno de la capital o provincia.
Sus andanzas toreras llegaron a fin. El 2 de julio de 1908 el ministro de la Gobernación, De la Cierva, dispuso que en lo sucesivo los gobernadores civiles no autorizasen corrida alguna en la que participaran mujeres, ya que “el hecho en sí constituye un espectáculo impropio y tan opuesto a la cultura y todo sentimiento delicado”. Puesto que en aquellas fechas no existían rejoneadoras a caballo, se entiende que tal prohibición se ceñía al toreo pie a tierra. En consecuencia, pasa a anunciarse como hombre -Agustín Rodríguez Tripiana- y como tal debuta en Lisboa el 29 de agosto de 1911: “Agustín derrochó en todas las faenas valentía. Con el capote y la muleta hizo cosas artísticas y banderilleó dos toros. Escuchó varias ovaciones y el público salió satisfecho comentando la faena de la Reverte, convertida en hombre”. Pese al morbo que la ambigüedad de sexo despertaba en los tendidos, los contratos disminuyeron sensiblemente (que sepamos compareció en Indauchu, Oviedo y La Carolina), despidiéndose el 10 de junio de 1912 de la afición en Madrid, “el más extraño y singular personaje que ha pisado los ruedos españoles”. Regresó a Jaén y hay autores que afirman que pasó sus últimos días como guarda de un coto minero o en una finca agrícola del término de Vílchez.



Sevillano Miralles,Antonio





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