Chus fue una joven dinámica. Cantaba en un coro porque tenía una bonita voz. Se divertía con sus amigas y no tenía ninguna vocación por el cine y sí por la pintura. Se licenció en Bellas Artes por la Academia de San Fernando. Durante sus estudios tuvo como compañeros, entre otros, al pintor Antonio López y al diseñador Oscar de la Renta.

Al finalizar los estudios estuvo trabajando en Madrid para la editorial Aguilar, ilustrando libros de narraciones infantiles. Mas tarde conoció al que sería su marido, Eusebio Moreno de los Ríos, que trabajaba como cámara en TVE.

Eusebio era almeriense. Era un intelectual del grupo de alumnos de Celia Viñas. Su familia vivía en la calle Memorias de la capital y ahí empezaron las visitas de Chus a nuestra provincia que, poco a poco, hizo suya.

Ella seguía con sus colaboraciones pictóricas hasta que, un amigo, el director cinematográfico Jaime de Armiñán, la convenció y empezó a hacer pequeños papeles en algunas películas en blanco y negro tales como El pisito o El cochecito, dirigidas por Rafael Azcona y Mario Ferrari que, aunque en su momento pasaran desapercibidas, hoy se consideran películas de culto. Siguió, después, con Trueba y Almodóvar con el que llegó a ser imprescindible en sus películas. Trueba, decía, que Chus no era una actriz, era una “presencia”, una “aparición”, porque había en ella algo de angélico. Almodóvar, por su parte, siempre dijo que fue la actriz que mejor interpretó los personajes inspirados en su madre.

En 1992 obtuvo el Premio Goya a la mejor actriz de reparto (conjunto) por Belle Epoque. También le impusieron la Medalla de Oro al Mérito en las Bellas Artes (año 2002). Participó en numerosas películas, entre ellas Volver, Los abrazos rotos o La flor de mi secreto.

Chus y Eusebio tuvieron dos hijos, Laura y Diego. A raíz de la muerte de su hija, de treinta y cuatro años, enferma desde los veintisiete, Chus se planteó dejar el cine, aunque las presiones que recibió la hicieron volver. Cuando se retiró, el matrimonio se instaló en Almería. Tras la muerte de Eusebio decidió quedarse a vivir definitivamente en esta ciudad. Su hijo Diego es oceanógrafo y vive y trabaja en esta provincia.