Hijo de Antonio Campos Laso (Granada) y Josefa Laviña Montero (Madrid), quienes se establecieron en Garrucha y regentaron varios negocios en la calle Mayor (sombrerería, confitería, etc). Casado con Felisa Garrico Sáez (1894), hija del fotógrafo José Garrido Delgado, se inició en el arte de la mano de su suegro, convirtiéndose en un revulsivo para el taller de fotografía del viejo José Garrido Delgado. En 1895-96 se crea la sociedad Garrido y Campos, en la que trabajó durante unos 20 años en la zona de Levante (especialmente, Garrucha), Norte y Almanzora. Al morir su suegro, la sociedad se deshace y Campos se instala en Huércal Overa, donde ya venía trabajando ocasionalmente.

    Allí nacen la mayoría de sus hijos (excepto Enriqueta que lo hizo en Caniles, 1904; Felisa, 1907; Antonio Diego, 1909; Isabel María, 1911) y dónde, según su biógrafo, Juan Grima Cervantes, fue considerado una institución humana, tanto por su participación en actividades socio-culturales y recreativas (música, carnaval, Semana Santa, etc.) como por ser enseñante y difusor del arte de la fotografía, entre otros, a Facundo Giménez de Cisneros, quien ocuparía su lugar tras la Guerra Civil, y su sobrino Francisco Ruiz Cruzado, fotógrafo oficial de Vera entre 1915 y la Guerra Civil. No obstante, tuvo que luchar contra adversidades familiares y profesionales: dura competencia con las “Hermanas Matrán”, sucursal del famoso fotógrafo José Matrán Tudela (Águilas). En la posguerra, con un mercado hundido, Manuel Campos y su hija Felisa se instalan en Almería, donde creó un estudio en la plaza de Pavía: “Foto Ruiz Campos”. Fue un fotógrafo de estudio, poco dado a trabajar en la calle, aunque un maestro consumado del retoque y el coloreado del blanco y negro.