El polígrafo granadino Ibn al-Jatib lo trata, al biografiarlo, de joven promesa truncada, por su muerte prematura el 24 de mayo de 1349, a consecuencia de la epidemia de peste, cuando aún no contaba con 30 años. Fue enterrado en el cementerio que había adosado al Arrabal de la Hondonada, en el panteón familiar que su familia, los Banú Játima, tenían allí.

Recibió una esmerada educación, al igual que su hermano mayor, Áhmad, uno de los mejores autores almerienses. Estudió el Corán con el cadí Abú l-Barakat Ibn al-Hach al-Balafiqi, con el que aprendió también otras materias, además de sus poemas. Había comenzado su instrucción con el predicador Abú Muhámmad Ibn Abdalmálik, continuándola después con el cadí Abú l-Qásim Ibn Shuayb. Viajó al Magreb, donde continuó sus estudios. En Tremecén estudió con el maestro Abú Musa Isa al-Hímyari, conocido como Ibn al-Imam. También consta que estudió en Granada, con nada más y nada menos que Abú l-Hasan Ibn al-Yayyab, jefe de la cancillería nazarí y uno de los poetas de la Alhambra, el predicador Abú l-Hayyach as-Sáhili y el cadí Abú l-Barakat Ibn Shibrín al-Yudami, del que oyó parte de sus poemas. Asimismo, estudió con su hermano mayor.

Escribió tanto prosa como verso. Entre los poemas que compuso cabe destacar el que escribió al conquistar los castellanos Algeciras el 26 de marzo de 1344 y la tawriya (versos con doble sentido) a propósito de un baño de Ceuta, que debió de componer al pasar por la ciudad en su viaje por el Magreb. Como ejemplo de su poesía ofrecemos estos dos versos:

¡Qué hermoso surtidor lanza al aire
un chorro de agua que deja maravillados a quienes miran!
Parece un tronco de plata
en cuyas ramas los frutos son perlas.
 

Bibliografía:
LIROLA DELGADO, Jorge (2004), "Ibn Jātima, Muḥammad", Biblioteca de al-Andalus, 3, pp. 708-9 (nº 707), Almería.