Séptimo hijo del matrimonio formado por Antonio Martínez de Moretín Crespo y Beatriz Aramendía Ros, unión de la que también habían nacido y nacerían: Marce, Felisa, Inés, Marino, Jesús, Julián, José Javier y María del Carmen Martínez de Moretín Aramendía. Desde muy niño siempre estuvo entregado a los libros. Inicia sus estudios en Barcelona como religioso Camilo, orden cuyo carisma se resume en acoger y cuidar a los enfermos como Jesús. Ordenado sacerdote el 1 de junio de 1954, en Pamplona, pronto marcha de misiones a Perú, donde sirvió a los demás en unas condiciones muy duras recordadas toda su vida. Activo, servicial, gran conversador y sencillo, pasó toda su vida al servicio de la fe y de los demás. Buen cantante solista y experimentado músico a las teclas del armonio, lo que dejó patente en la fundación de varios coros parroquiales que organizó durante su estancia en Almería.
Como sacerdote del clero regular llegó a Almería en 1975, desempeñando varios encargos en parroquias. Al morir don Pedro Motos (17 de mayo de 1975), después de 40 años de párroco de la Encarnación de la villa de María, don Luis toma posesión el día 22, siendo festividad de Santa Quiteria, patrona de la villa, junto con las parroquias de Nuestra Señora del Rosario de Cañadas de Cañepla y Nuestra Señora de las Nieves de Topares. Entre 1990 y 1997 desarrolló su labor pastoral en la cuenca del Almanzora como párroco de Santa María del Rosario, de Macael; luego, en la de San Sebastián y la Asunción, de Olula del Río; Nuestra Señora del Rosario, de Fines y la parroquia de Santa María, de Urrácal. Posteriormente, fue párroco de la Anunciación, de Fiñana, y la Anunciación, de Abrucena, entre 1997 y 2001.
En estos años dedicó parte de su tiempo al estudio y la divulgación de la rica historia local, de modo que entre 1979-81 publica numerosos artículos en el periódico La Voz de Almería, en los que por primera vez y de un modo periódico se habla de la historia, la religiosidad y costumbres del pueblo de María. Durante su periodo de trabajo en Macael utiliza el programa de fiestas como altavoz de sus descubrimientos. Su interés por el pasado siempre estuvo alejado de la publicación, por lo que son numerosos sus trabajos inéditos.
Enteramente dedicado al servicio de la vida cristiana y fomentando alguna vocación, se jubila en 2001 y regresa a Vitoria, junto a su hermana Carmen que siempre le acompaño en sus años almerienses, encargándose de las actividades cotidianas. Nunca perdió el contacto con la diócesis de Almería a la que había entregado tantos años de dedicación pastoral e interés por sus gentes. Muere habiendo recibido los Santos Sacramentos y la Bendición Apostólica el 18 de julio de 2019, en Vitoria (Álava). Está enterrado en el cementerio de Santa Isabel. La misa funeral fue celebrada por su eterno descanso en la parroquia de Nuestra Señora del Pilar en la que residía y colaboraba hasta el final.