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El Fandanguillo


La proliferación en el municipio de fibras vegetales rígidas (sauce y caña) y flexibles (anea y esparto) constituye una fuente de recursos básica para su elaboración por el artesano.
Los cesteros trabajaban hábilmente varias materias primas como el esparto, la caña rajada, la anea y el mimbre; tras un proceso de transformación se procede a la elaboración artesanal de recipientes domésticos o cestos que adoptaban diversas formas y tamaños. Algunos se adornaban graciosamente con entrelazados. Solían venderse de casa en casa y en los mercados de la villa. Su utilidad también se emplea en echar los asientos de las sillas de carpintería de “anea retorcida” o de “tomizas de esparto”.
La producción tradicional más usual en la localidad tras el proceso de elaboración de estas fibras, se manifiesta en la obtención de canastas de caña, cestas de mimbre, cestos de esparto y canastos de anea.