AtrasAdelante

No debe Perderse 

Viajamos, disfrutando de este paisaje de palmeras, naranjos y toda suerte de árboles ornamentales, que convierten al cauce del río, más que en huerta, en un maravilloso jardín. A un lado aparecen las estribaciones de Sierra Alhamilla con Pechina agazapada en sus laderas, mientras poco más adelante, surgen las primeras edificaciones de Benahadux, en la orilla derecha del río.

Siguiendo nuestra tradición viajera, entramos para detenernos y tomar un café, a la vez que preguntamos por su Museo Arqueológico. Le diremos que su encargado es D. Manuel Salas Barón y que si quiere conocer las huellas de nuestro pasado, puede invitarlo a que le acompañe en su visita. Si lo ha conseguido, ¡Enhorabuena!. Va a disfrutar del mejor guía y experto de todos los alrededores.

Dirijámonos al museo, cercano a la carretera y dejemos que su fundador y director nos guíe por sus sugerentes vitrinas. Quizá le sorprenda la calidad de sus cuencos, vasos y recipientes. Efectivamente. Está viendo reproducciones, pero muy peculiares. Este amante de la arqueología -totalmente autodidacta- que tiene a su lado, se empeñó, hace tiempo, en descubrir las técnicas más secretas de modelado y cocción de nuestros antepasados. Desde entonces, se dedica a la investigación y a la realización de estas piezas únicas en el mundo. Él mismo busca la arcilla, la mezcla, la colorea, la moldea y la cuece en horno subterráneo al igual que los primitivos pobladores de estos lugares. Tal es su calidad que le demandan objetos desde museos y salas de exposiciones.


"Casa Típica"

Párese otra vez a observar con detalle estos utensilios y se maravillará del resultado obtenido. Allí encontrará, también, restos hallados en un cerro próximo: El Chuche. De tal yacimiento conocemos su existencia en la Edad del Cobre, transformándose durante la cultura romana en la ciudad de Urci, precursora de la árabe Benahadux.


"Plaza"