VISTA SALA PÉREZ ESPINOSA



D. FRANCISCO PÉREZ ESPINOSA
BIOGRAFÍA

Francisco Pérez Espinosa nació en Berja el 20 de febrero de 1916. Miembro de familia numerosa de seis hermanos, de los cuales dos de ellos, Ángel y Pepe, siguen viviendo en Berja. Con quince años era meritorio en “La Razón”, medio de difusión del dictador, y año y medio después, cuando vino la República, este periódico cerró y se vio en la calle.

Realizó el Bachiller Superior entre 1932 y 1936, en el Instituto Ntra. Sra de Gádor de Berja, adscrito al Instituto Nicolás Salmerón de Almería.

Fue a la Guerra voluntario porque no había hecho la mili aún. Se casó el 28 de enero de 1938 por el juzgado, con Julia, una mujer elegante y buena administradora, natural de Alcañiz, un pueblo de Teruel. Vino a Berja a casarse por la Iglesia también durante la Guerra. Tuvieron cuatro hijos: Sofía, Maribel, Francisco y Jesús. Después, fue a la mili los tres años de rigor, donde hizo prácticas en cirugía y medicina, y desarrolló su afición por el ajedrez en el club militar.

En agosto de 1943 comenzó como funcionario oficial mecanógrafo en el Ayuntamiento de Berja, estando de Secretario habilitado D. Antonio Villalobos. Su paso por el mismo queda sellado con su caligrafía en los libros de actas de apenas medio año, ya que a principios de 1944 aprobó unas oposiciones de mecanógrafo del Ejercito del Aire, pidiendo permiso en el Ayuntamiento para incorporarse en Marruecos, donde ejerce durante sólo dos meses, hasta que en junio de 1944 aprobó las oposiciones de Escala Técnica en la Seguridad Social. Desde 1945, y durante 16 años, ejerció en el antiguo Instituto Nacional de Previsión de Almería trasladándose, en noviembre de 1961 a Barcelona, donde vivía su padre. Su último puesto en la Seguridad Social fue de Administrador de Instituciones Sanitarias, hasta su jubilación en junio de 1978.

Durante toda su vida ha realizado múltiples trabajos, algunos de ellos relacionados con el mundo editorial. Los últimos 18 años de su vida activa en la Seguridad Social estuvo pluriempleado en el Instituto Electroquímico, pero fue despedido en 1978 por apoyar a Daroki, Director comercial del Grupo Zeta 80, quien lo contrató como cajero de la empresa. En 1982 despidieron personal en este grupo, incluido él.

Fue también corrector de estilo de la editorial Espasa durante varios años.

Dirigió un quiosco del Paseo de Gracia, en Barcelona, durante dos años. Los últimos meses de 1985 los pasó en una Librería, poco después de la muerte de su padre. En esta librería pasaba doce y trece horas, lo que le ocasionaba gran agotamiento, que fue motivo de su abandono, si bien nunca lo dijo.

Su afición por la lectura era arraigada. Durante la adolescencia leyó más de trescientas novelas. Esto le convirtió en un hombre culto. Los que lo conocieron, disfrutaban escuchándole hablar.

Fue en Barcelona cuando le dio por comprar libros. Sentía un complejo insatisfecho de libros. Compró colecciones de libros que no tuvo tiempo de leer porque cuando era joven no podía comprarlos Cuando se vio con trabajo y dinero, le dio por comprar libros y muchas novelas por fascículos semanales que después encuadernaba, gastando en encuadernaciones una elevada suma. Es de destacar su meticulosidad a la hora de encuadernar volúmenes, dotándolos de índices y sumarios, elementos que facilitan enormemente la localización de información en las obras. La década de los sesenta fue en la que más incrementó su biblioteca particular. Compró colecciones completas de clásicos universales y españoles, de todas las ramas de la literatura, obras temáticas, enciclopédicas, publicaciones periódicas, semanales y dominicales de las publicaciones nacionales. Le guardaban los títulos en un quiosco en las Ramblas, cuyo dueño estaba casado con una mujer de la familia Enciso, de Berja. Después le suministraron dos librerías más.

Otra de sus aficiones fue la recopilación de fotografías en más de cincuenta álbumes comentados, abandonando esta práctica con la muerte de su mujer, quien fue un pilar básico en su vida y a la que ha añorado hasta el fin de sus días. Dedicó cinco de sus álbumes a la emoción que sentía por ella, a los que titula “Harto y ocaso de una pasión amorosa”. Aficionado a la poesía, escribió más de doscientos poemas.

En sus últimos años se encontraba recopilando refranes, con la intención de publicar un volumen lo más completo posible. También estaba escribiendo sus memorias, donde plasma sus recuerdos de la Guerra Civil y la II Guerra Mundial.

Como persona fue muy trabajador, familiar, cariñoso, humilde, un gran padre y un buen hijo. Todos los veranos venía a Berja a ver a su madre. Falleció en Barcelona el año 2005.

Tuvo el deseo de donar su biblioteca a este municipio por considerarlo el lugar donde más se podría valorar algo que él tanto había mimado y amado, legado que sin duda beneficiaría a todos sus ciudadanos. Por eso, y en agradecimiento a su voluntad, la Biblioteca Municipal de Berja le dedica esta Sala, dándole su nombre y albergando en ella toda su colección. Esta sala contiene también el fondo local de Berja, constituido por libros, carteles, programas, folletos y todo tipo de publicación que pueda contener información de interés sobre el municipio para la historia. Esta sala, además, tendrá la utilidad de atender servicios múltiples como talleres, clubes de lectura, cursos de formación o trabajo en grupo.








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