La idea surgió cuando una responsable provincial de la Junta de Andalucía animó a varias mujeres de Padules a crear una Asociación de mujeres. Por aquel entonces, todas las instituciones empezaban a trabajar en temas relacionados con la mujer y trataban de fomentar el asociacionismo femenino.
Animadas dos de las socias fundadoras realizaron una primera reunión con las vecinas del barrio alrededor de un bizcocho y una taza de chocolate. Más tarde, se hizo una reunión en las escuelas con todas las mujeres del pueblo para conocer su interés.
Con el asesoramiento de la trabajadora social de la zona, comenzaron la redacción de estatutos y realizaron todos los tramites legales correspondientes. Se comenzó a realizar reuniones todos los sábados y el ayuntamiento en 1989 les cedió una de las aulas de las escuelas. En 1990 se reconoció oficialmente la asociación.
Gracias a las subvenciones recibidas y la cuota mensual de las socias, se iniciaron una serie de talleres de ocio, programas de información sobre la salud y una biblioteca.