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EL ÍDOLO DE TÍJOLA
"ROQUE" LA IDENTIDAD DE UN PUEBLO

Conferencia de José Mª Oliver Pozo.

2ª Jornadas de Historia Local. Tíjola.
INTRODUCCIÓN
En primer lugar y para iniciar mi exposición, agradecer sinceramente a Gonzalo y a Juan Salas la invitación que me hicieron para participar en estas jornadas, y sobre todo agradecerle el esfuerzo que realizan, de manera desinteresada, para hacerlas realidad.

Así mismo, doy las gracias a Julio Guiard por el hecho de dejarme compartir con él esta charla, sobre todo teniendo en cuenta que el único estudio que existe sobre el Idolo es el realizado por él y que hoy expone aquí.

Este estudio fue publicado en el Boletín Informativo Cultural de Tíjola y por desgracia no supe de su existencia hasta diciembre de 1995.

En segundo lugar, agradecer vuestra asistencia y pediros disculpas por haber aceptado intervenir, y sobre todo, por la osadía de haberme atrevido a disertar sobre un tema del que, si bien antes ni siquiera era consciente que desconocía, ahora que me he acercado muy superficialmente a él he tomado conciencia de que desconozco completamente.

Pero no os preocupéis, no pretendo enfocar mi intervención desde el punto de vista científico, para ello y por suerte contamos con alguno de los mejores especialistas en la materia, nuestra paisana Pilar Acosta y su marido Manuel Pellicer, y la exposición de Julio después de haber consultado bastante bibliografía sobre el tema que nos ocupa, creo que es la más completa que actualmente existe sobre El Idolo.

Lo que pretendo con W exposición es transmitiros las sensaciones que he experimentado preparando estas notas y, sobre todo, compartir con vosotros la inquietud y satisfacción por haber encontrado unos orígenes, comunes a todos nosotros, que nos arraiguen mas, si es posible, a nuestra tierra.

Para finalizar esta introducción Julio, me vas a permitir que justifique mi presencia hoy aquí con unas palabras que son tuyas, o al menos yo te las he oído pronunciar a ti y que dicen que: "La utopía es utopía en tanto en cuanto se pretende desinteresadamente".

Mi pretensión desinteresada mi pequeña utopía en estos tiempos tan preocupados por lo individual, tan preocupados por lo material, es ahondar en unas raíces comunes que nos den mayor conciencia colectiva es buscar un origen común a todos que nos

permita desde esta conciencia de origen compartido, comprender que sea cual sea el destino que nos haya deparado la vida ,somos tan solo un eslabón mas en esta cadena que forman las diferentes generaciones.

Pasaremos como han pasado nuestros padres, como han pasado nuestros abuelos, pero desde esa conciencia hemos de tener claro que los que coincidimos en un lugar y en un momento determinado debemos de esforzarnos para alcanzar unas condiciones de vida dignas para todos.

Si sabemos apreciar lo efímero de nuestra existencia podremos llegar a asumir que nadie es mas que nadie y que todos podemos en función de nuestras posibilidades trabajar para que no existan desigualdades (a injusticias entre los que coincidimos, como decía anteriormente, en un periodo de espacio y tiempo determinado.

Esta figurilla nos puede hacer reflexionar sobre estas cuestiones pero además también debe de servir para que tengamos conciencia de que somos un pueblo fraguado a lo largo de miles de años y con la mezcla de muchos pueblos y de muchas culturas, q1e han dejado su huella y han forjado nuestra identidad y el carácter abierto y hospitalario que nos define.

No quisiera olvidar el agradecimiento a la Dra.Cacho, Jefa del Departamento de Prehistoria del Museo Arqueológico de Madrid, sin cuya profesionalidad y, buen hacer no hubiera sido posible que hoy nos encontráramos hablando del "Idolo de TIJOLA".

Bien entrando ya en la materia que nos ocupa, creo que en la historia del Ídolo de Tíjola, al que de ahora en adelante llamaré ROQUE, hay tres etapas que a mi entender son importantes, en primer lugar su origen, en segundo lugar cuando fue encontrado y por último su presentación en sociedad. Mi exposición se centrará en la primera y última etapa.

En la primera parte pretendo situar al Roque en su época y en su ambiente. Es decir brevemente y de manera figurada, podemos hacernos una idea de como vivían los tijoleños hace cinco mil años, en el período conocido cómo el Neolítico.(1)

Me he tomado la libertad de fechar la figurilla en el año 3004 a.C., y por aquello de las conmemoraciones, este año seria el CINCO MIL ANIVERSARIO del ROQUE, insistir una vez mas en el carácter figurado de esta primera parte aunque lógicamente no exento de elementos ciertos.

En la segunda parte de mi exposición, y ya situados en la actualidad, me limito a narrar los avatares para localizar a Roque en el Museo Arqueológico Nacional, y catalogarlo correctamente, tarea ésta que se me había asignado en la primera reunión de la Asociación Histórico Cultural, dentro del "Proyecto Roque" presentado por Julio Guiard.



PRIMER APARTADO. EL ROQUE Y SU TIEMPO

De siempre se ha utilizado como recurso cuando no existen datos ciertos para tratar de explicar los acontecimientos que den sentido a nuestro origen, inventar historias dentro de la Historia.

En este sentido hasta hace poco mas de medio siglo, se enseñaba en la escuela que el primer poblador de España se llamaba Tubal, que era hijo de Jafet y nieto de Noé. Esto lo inventó a finales del S.XV, el fraile italiano Fray Juan Anio de Viterbo. Henriquez de la Jorquera (2) y Orbaneja (3) hicieron arribar a Tubal a las costas de Almeria.

Hasta hace pocos años todos hemos creído, y por consiguiente dado por cierto, que nuestros primeros padres eran Adán y Eva, y que vivieron en el paraíso terrenal del que fueron expulsados por comer la fruta prohibida.

Todas las religiones, todas las civilizaciones utilizan estos relatos fantásticos para tratar de dar una respuesta "lógica" a nuestro origen y la elemental pregunta "¿de dónde venimos?" queda para unos contestada por elevar a la categoría de "acto de fe" estas historias, y para otros aplazada "sine die" sin respuesta que satisfaga su mente racional y científica.

Yo como por educación y cultura, soy partidario de este tipo de recursos, y siendo consciente que ninguno de los que hoy estamos aquí, lo elevará a la categoría de "acto de fe", voy a descender una rama más en nuestro árbol genealógico común para afirmar que si nuestros primeros padres y primeros pobladores de la Tierra fueron Adan y Eva; el primer poblador de España se llamó Tubal; nuestro primer paisano se llamó Roque y habitó nuestra tierra tijoleña hace cinco mil años.

Son muchos los restos encontrados que delatan su presencia: hachas, cuchillos, puntas de flecha ... etc, pero nos vamos a detener en una estatuilla de esteatita de 15 cm.de longitud y 7,5cm de anchura conocida como "El Idolo de Tíjola".

De su existencia nos hablan entre otros, Menéndez Pelayo que se refiere a la misma como "una escultura que reproduce muy toscamente la figura femenina hallada en Tíjola el año 1881" (5), y Vilanova y Piera que la describe en su discurso de recepción en la Real A.cademia de Historia en el año 1889 diciendo que: ''A propósito de objetos de arte, debo hacer especial mención del encontrado dentro de un cráneo humano en Tíjola (Almeria), en un enterramiento fuera de gruta o caverna, pertenecíente sin duda a época mas adelantada a juzgar por las hachas pulimentadas, junto con hermosos cuchillos de pedernal. El objeto a que me refiero es, en mi concepto, una escultura que reproduce tosca e imperfectamente la forma humana, según se infiere de su general delineamiento; la piedra de que se sirvió el artista, la esteatita, o jabón de sastre, como vulgarmente se llama, es sobrado blanda para poder servir como arma".

Pues bien nuestro primer paisano, Roque, vivía en un poblado, uno más de los existentes en la comarca, estratégicamente enclavado en la conocida Muela del Ajo, que nuestra paisana Pilar Acosta nos presenta como un "gran cerro constituido por un estrato de conglomerado en la cima y por otros arcillosos inferiores, situado entre la Rambla de Cela al norte y el río Almanzora al sur, se presenta aislado en forma de una gran meseta de contorno irregular elevándose unos 65 m. sobre la Rambla de Cela y unos 705 m.sobre el nivel del mar" (4).

No es el único poblado que hay por la zona ni siquiera el mas importante, en todo el Valle del Almanzora desde Villaricos a Serón existen múltiples asentamientos y en concreto en la comarca del Alto Almanzora existen otros poblados en Somontín, Urracal, Purchena, Serón y Cela (6).

Viven en el poblado unas cuantas familias que habitan en chozas circulares con armazón de postes de madera y paredes de ramas entrelazadas a los postes. La casa se remata por una cubierta hecha con un entramado de caña, paja o hierba. Para aislarla de la lluvia y el frío cubren las paredes con un enlucimiento de arcilla.

Se dedican fundamentalmente a la caza, a la agricultura y al pastoreo. Cultivan en huertos que hay alrededor del pueblo, cebada, trigo y algunas leguminosas y poseen piaras de cerdos y rebaños de ovejas, cabras y vacas. Su dieta la completan con la carne de los ciervos, gamos y jabalíes que cazan en los alrededores y la recolección de los árboles frutales. No es de extrañar, como dice mi amigo Rafael,que hubiera algo parecido la bodega del Primo Joaquín, pues de la cebada sabían obtener la cerveza.

Se visten con túnicas de pieles y de tejidos hechos por ellos. La vegetación de los montes de alrededor la componen pinos, encinas, acebuches y hayas. El clima es muy parecido al actual.

Estos hombres y mujeres que nos precedieron, estos primeros tijoleños, habían abandonado la vida errante del cazador y sin dejar la caza, organizan un método de vida mas estable.

La vida cotidiana era tranquila y suele girar alrededor de las actividades descritas anteriormente. El día se inicia con los primeros rayos del sol y tanto hombre como mujeres se reparten las tareas agrícolas y de pastoreo. Son actividades comunales pues los huertos y los rebaños pertenecen a la comunidad. No tienen sentido de la propiedad privada. En esto a mi entender hemos retrocedido y nos llevaban ventaja.

Al caer la tarde se dedican a fabricar pacientemente los instrumentos para la caza, puliendo las puntas de flecha, las hachas, los cuchillos o los raspadores para las pieles.

Son hombres y mujeres cuya humanidad conoce la muerte a una edad media bastante temprana, entre los cuarenta y cincuenta años; padecen enfermedades como la tuberculosis, el reumatismo crónico y precoz, la sífilis; hay gran mortalidad infantil, pero ya saben consolidar fracturas y practican la trepanación (7).

Son hombres y mujeres, en definitiva, audaces en su debilidad, como siempre han sido los seres humanos y refugiados en sus creencias religiosas viven la dureza de su cotidianidad con las esperanzas puestas en una vida mas allá de la vida.

En cuanto a las creencias religiosas de esta época Maringe afirma que: "Testimonios determinados de la religión, que es un fenómeno esencialmente moral, la expresión espiritual de una cultura, no han podido llegar a nosotros, pero si sus expresiones materiales: templos, imágenes, objetos de culto, símbolos. Podemos llegar a conocer las creencias de nuestros antepasados por sus sepulturas, por la posición en que los cadáveres han sido depositados en ellas, por los objetos que en ellas dejaron por ser el ajuar del difunto".

En este sentido son múltiples los objetos encontrados en las tumbas, que denotan estas creencias religiosas, como pequeñas esferas de tierra cocida, conchas de moluscos, brazaletes, aros de piedra ... etc. Pero los más significativos son las figurillas o ídolos y amuletos realizados en piedra, hueso, marfil, arcilla. Representan a una divinidad o diosa superior y se simboliza en motivos muy diversos: triángulos sexuales, ondas, ciervos, árboles, figuras femeninas.

A este último grupo pertenece El Roque. El material con que fue elaborado, la esteatita no es el utilizado frecuentemente pero si muy abundante en la zona, es muy fácil de modelar por lo que podría suponer que se realizó para la ocasión, es decir, con motivo de la muerte de algún personaje importante de la época.

El ritual funerario pudo consistir en la deposición del cadáver, conforme se produjo la muerte, en un lugar determinado, cubierto o al aire libre, para que se descarnara. Posteriormente los huesos fueron depositados en la tumba megalítica junto con el ajuar e introducida la figurilla dentro del cráneo en el ritual previo al enterramiento definitivo.

Estas a grandes rasgos estas pudieron ser las circunstancias de vida y muerte de Roque, quedando depositado en la tumba junto a varios individuos más hasta que la misma fue localizada cuatro mil novecientos años después por nuestro insigne párroco D. Miguel Bolea y Sintas.

Es de suponer que junto aquella tumba hubiera otras que no han corrido la misma suerte.



SEGUNA PARTE. PRESENTACION DE ROQUE EN SOCIEDAD

Han pasado cinco mil años desde que Roque fue enterrado y algo mas de cien desde que su tumba fue descubierta.

Voy a narrar, a modo de diario, las actuaciones para localizar, catalogar y conseguir los derechos para poder difundirlo como patrimonio histórico de nuestro pueblo. Esta narración la inicié el día que regresaba de Madrid a Sevilla, después de haber concluido, creo que con éxito la tarea propuesta.

Es necesario aclarar que el trabajo que había realizado Julio y publicado en el Boletín de Tíjola en el año 88, yo lo conocí una vez finalizada esta narración, es decir en diciembre de 1995.

El relato está en forma de diario y comienza a las 13 horas 55 minutos, del día 28 de Noviembre de1.995 en la estación de Atocha ya embarcado en el AVE que me llevaba de vuelta a Sevilla. Por la mañana a las ocho había realizado el camino contrario para hacer algunas gestiones en Madrid, y como sabía que podía disponer de algún tiempo quedé citado con mi hermano Carlos para acercarme al Museo Arqueológico y aclarar las dudas scbre la existencia o no entre los fondos del mismo del "Ídolo de Tíjola".

Mi ánimo era bastante pesimista, cuando llegué esta mañana, ya que los antecedentes con los que contaba no daban pie al optimismo, sabía que para bien o para mal, con este intento, iba a agotar el último cartucho, y sólo deseaba hacerlo cuanto antes aunque me preocupaba bastante que las sospechas, de que dicha figura no estuviera en el Museo, se ratificaran.

Pretendo relatar como se han sucedido los acontecimientos y puedo adelantar mi gran alegría no sólo por haber ratificado que la "figurilla" en cuestión es la que se pensaba, sino además por haber posibilitado que el propio Museo, y en concreto, que la Conservadora Jefa del Departamento de Prehistoria la Dra. Cacho, que inicialmente dudaba de su existencia, no sólo cambiara de opinión sino que además estudie todos los antecedentes y la trayectoria desde que fue encontrada hasta hoy día, las publicaciones que se han realizado e incluso que certifique su existencia modificando la ficha técnica.

He de confesar que para mí, total desconocedor de esta materia, la historia ha sido gratamente embaucadora y cautivadora, y sugiero que el siguiente objetivo sea recuperar para el pueblo las colecciones privadas, integradas por cientos de objetos que han ido dejando los distintos pueblos que han habitado la zona, para que puedan ser estudiadas por quienes estén interesados por estos temas.

Mi vinculación con Roque comenzó en una Jornadas celebradas en Agosto de 1.993 "Primeras jornadas de Historia Local de TIJOLA" organizadas por Juan Salas a las que tuve el placer de asistir, y en las que por primera vez oí hablar de su existencia.

En la intervención de nuestro paisano Manolo Pozo sobre las raíces religiosas de la ciudad de Tíjola decía: 'El primer dato constatable de una presencia humana en -La que hoy, es Tíjola y sus entornos, nos llega con el descubrimiento de un objeto de esteatita (15 x 4,5 cm.) datado por los entendidos en la época neolítica y que recibe el nombre de "Idolo de Tijola".

La primera noticia de su existencia me llegó por medio de la lectura "Gárgoris y Habidis" de Fernando Sánchez Dragó. Es justo destacar que, junto al descubrimiento fortuito por unos agricultores en el paraje de Los Blanquizales, detrás de la conocida "Muela del Ajo", debemos la datación y conservación del Ídolo a un presbítero, a la sazón párroco de la ciudad D.Miguel Bolea y Sintas, inquieto investigador y amante de la Historia y la Arqueología "Un personaje insigne, poco conocído, que habla que recuperar en el recuerdo de los tijoleños".

Aquello se me quedó gravado y he de confesar que desde aquel momento me atrajo tanto la figurilla, como fundamentalmente lo que ésta representaba:"hace cinco mil años ya había un amentamiento estable en nuestro pueblo, es decir, la presencia humana durante el Neolítico en Tíjola queda certificada por esta Ídolo."

Acostumbrado a vivir en Sevilla, suponía encontrar ciertas señas de identidad que años atrás había echado de menos cuando recién llegado a esta ciudad tuve que "enfrentarme" a ese carácter del sevillano totalmente identificado con su ciudad, su historia, sus fiestas religiosas, su feria, sus clubes ... etc.

Siempre he pensado que la mejor seña de identidad es "la gente" y la existencia del "Ídolo", es una prueba real de que "mi gente" hace miles de años ya se había asentado en la zona, y sobre todo, que la identidad del "tijoleño", se ha forjado durante estos miles de años y con la huella de muchos pueblos, que a su vez también han dejado vestigios de su existencia, sirvan como ejemplo las intervenciones en estas primeras Jornadas de Pedro Resima que nos habló de "Tágilis: Tras las huellas romadas de la ciudad", Rafael Pozo de "Tíjola Islámica", y Pilar Acosta de "Moriscos y nueva población".

Por supuesto entonces no podía imaginar que posteriormente me iba a comprometer con esta figurilla,pero si era consciente de que algo había que hacer. No obstante y como en todas las facetas de nuestra vida lo cotidiano solapa a lo importante, despues de las vacaciones me incorporé a mi tarea diaria, olvidándome conscientemente del tema.



VERANO DE 1. 995

Dos años mas tarde, en agosto de 1.995, Juan Salas una vez más me comenta la idea de hacer una asociación Histórico Cultural que sin carácter exclusivo ni excluyente nos permitiera fomentar la investigación, la enseñanza y publicación de toda labor científica relacionada con el análisis histórico, cultural y antropológico de Tijola.

Con tal motivo nos reunimos en la Casa de Cultura el día 13 de Agosto Juan Salas, Julio Guiard, Lázaro Villalva, Rafael Sánchez Sánchez, Juan Oliver, Paco Reche, Manolo Oliver, Rafael Lopez y Juan Sola.

Comentamos amplia e ilusionadamente los objetivos de la asociación y el borrador de los estatutos. A todos con independencia de nuestra edad formación y lugar de residencia, nos une una misma cosa somos de Tíjola y militamos como tijoleños estemos donde estemos, vivimos en Tíjola o volvemos al pueblo cada vez que tenemos la mínima oportunidad, nos divertimos con nuestra gente y nos preocupamos con ella. Tíjola es como una amante que nos atrae , nos ocupa y nos preocupa.

En la misma reunión se estuvieron tratando algunos temas que se podrían ir realizando. Julio propuso lo que él mismo denominó "Proyecto Roque".

Entonces recordé aquellas primeras jornadas en las que había oído hablar de él y no dudé en colaborar. Se trataba de adoptar al Ídolo como "signo totémico" representativo de nuestra ciudad y de la comunidad de tijoleños y llamarle "Roque".

La idea me pareció bastante acertada y cada vez me parece más, no solo por las razones expuestas por Julio en su propuesta, sino también porque vincular al Ídolo con el nombre de Roque tan allegado para los que conocimos al cura-párroco D. Diego Garrido Pombo (a todos los feligreses les llamaba Roque), supone vincular este objeto que nace como representación de una religión prehistórica con las creencias actuales. Por otra parte para entender la identidad actual del tijoleño hay que analizarlo como un pueblo bastante religioso que sabe alternar su devoción con su saber vivir.

Por otra parte esta figurilla siempre ha estado relacionada con los "guías" religiosos del pueblo, ya que es de suponer que fue depositada dentro del cráneo, a la hora de ser enterrado definitivamente, por quien en aquellos momentos fuera la autoridad religiosa del poblado , quien la encontró en 1.881 fue el entonces cura-párroco del pueblo D. Miguel Bolea y Sintas y por último el nombre propuesto por Julio y aceptado por todos es, como he dicho antes el que D.Diego daba a todos sus feligreses.

Acepté el encargo que me hicieron, se trataba en definitiva de garantizar la existencia del Ídolo, certificar su procedencia y vinculación con Tíjola, para poder adoptarlo como símbolo de identidad de nuestra asociación y de nuestro pueblo.

En principio la tarea me resultaba fácil y apasionante, pues con los pocos datos que poseía, pensaba que estaba catalogado en el Museo Arqueológico y que solo se trataba de en algunos de los viajes que hiciera a Madrid, hacer un reportaje fotográfico tanto a la figurilla como a la ficha técnica.



COMIENZA LA BUSQUEDA

A principio de Noviembre , el día 6 , estando cercanas las fiestas navideñas y por lo tanto pensando ya en Tíjola, llamé por teléfono al Museo Arqueológico para que con los datos que tenia, me ratificaran que efectivamente en la vitrina 12 de la sala del Neolítico se encontraba una figurilla catalogada como el Ídolo de Tíjola.

Me pasaron con la Jefa del Departamento de Prehistoria y he de confesar que esta primera conversación me fue bastante descorazonadora pues con los datos que le facilité me confesó que era difícil que se pudiera hacer algo, no obstante quedamos en hablar al día siguiente.

A primera hora hice la llamada y mi sorpresa fue mayúscula, ya que me dijo que no existía ni en la vitrina ni en el museo ningún ídolo prehistórico con esta denominación .

Además todos los ídolos que figuraban en la vitrina 12 del museo estaban catalogados en el barranco de la Lámpara y Jocalla y pertenecían al término municipal de Purchena.

Ante mi insistencia,me dijo que no podía perder el tiempo, dado que los fondos del museo eran muy amplios, y que si deseaba más información o que me ratificara lo hablado, se lo solicitara por escrito.

Cuando colgué el teléfono me sentí bastante decepcionado tanto por la forma, tenía la sensación de haber hablado no con la encargada del departamento de prehistoria sino con la prehistoria misma, sino también por el fondo pues era difícil hacerse a la idea de que el Ídolo no era real.

No obstante no estaba dispuesto a dejar fácilmente la tarea que me habían encomendado pues además de fracasar suponía olvidarme por completo del tema y renunciar a la existencia de esta figura tan emblemática.

Lo que en principio me había parecido fácil de pronto se me hizo cuesta arriba, me encontraba algo perdido y sobre todo me cuestionaba el porqué había asumido la responsabilidad de encontrar y catalogar esta figurilla para acabar certificando que, muy en contra de todos los datos conocidos , el Ídolo no se encontraba entre los fondos del Museo.

Pero soy de los que opinan que no hay que rendirse a la primera y que los trabajos para bien o para mal,se deben siempre finalizar, porque un problema aplazado supone la aparición de muchos problemas derivados de éste.

Así pues aunque solo fuera para darle carpetazo al asunto y para que me comunicaran formalmente lo que me había comentado por teléfono, ese mismo día le escribí una carta no exenta de cierta ironía y en realidad sin ninguna esperanza de que me contestaran.

Esa misma tarde consulté la obra de Sánchez Dragó "Gárgoris y Habidis" que había mencionado Manuel Pozo en su intervención en la Primeras jornadas de Historia local y efectivamente en la página 145 dice :"El ídolo de esteatita tallada de Tíjola (Almería) es similar a los desenterrados por Schliemann en Hissarlik.

Llamé a mi hermano Carlos esa misma noche para que se acercara al Museo y me hiciera un reportaje fotográfico de la vitrina 12 del Neolítico, él no conocía la forma de este ídolo y podía ser más objetivo y de esta manera actuar con imparcialidad, además venía de Madrid a Sevilla a pasar el fin de semana y podría tener pronto este reportaje.

Efectivamente el sábado tenía en mi poder las fotos y en la ficha técnica no figuraba este ídolo.No obstante según mis datos debía ser alguno de los números 41-43 "Ídolos cruciformes. Llano de la Lámpara, Loma de la Lámpara y Barranco de Jocalla (Almería)", todos pertenecientes como me habían informado a Purchena. (Anexo fotografías)

Este reportaje aunque no me garantizaba nada si suponía que mi tarea debía cambiar de rumbo, no se trataba de localizar el ídolo sino mas bien de convencer a los responsables del Museo de que esta figurilla estaba mal catalogada.

El día 24 de Noviembre recibo un escrito de la Dra. Cacho en el que me solicitaba que le ampliara la información que le había enviado en mi primera comunicación . A vuelta de correos contesto a su solicitud, ampliando con algunos datos más e incluso me atrevo a hacerle un pequeño esbozo del ídolo del que se puede apreciar que el dibujo no es mi fuerte.

El día 28 de Noviembre debo ir a Madrid y lo hago con tiempo para acercarme al Museo. A las diez y cuarto me espera Carlos en Atocha y nos dirigimos directamente al Museo. Bajamos con cierta inquietud a la sala del Neolítico y posteriormente teníamos pensado ver a la Dra.Cacho pues tenía pendiente responderme a mi escrito del 25. Una vez en la sala nos dirigimos directamente a la vitrina 12, a cierta distancia pudimos apreciar que la figurilla no estaba y en su lugar había una nota y al acercarnos pudimos leer su contenido "IDOLO DE TIJOLA EN EL DEPARTAMENTO DE FOTOGRAFIA".

Como es de suponer nuestra alegría fue enorme pues aunque no pude ver el ídolo este figuraba como "Idolo de Tíjola" lo que nos daba a entender que nuestra labor había obtenido sus frutos.

Después de hacer algunas fotografías nos dirigimos a la planta de despachos para localizar a la Dra.Cacho. Nos recibe muy cordialmente y me comenta que me ha mandado un escrito en el que narra todos los datos que ha podido conseguir en el Museo sobre esa figurilla y que la pieza se encuentra en el departamento de fotografía para enviarnos una copia de tamaño real. Nos pone en contacto con el encargado de dicho departamento con quien quedamos para retirar la foto y pagar los derechos de reproducción.

Salimos Carlos y yo del Museo con la satisfacción de la misión cumplida y con el hambre suficiente para tomar un café con leche y un bocadillo de tortilla en la Casa de la Villa y hacer una llamada a Tíjola para decirle a Manolo que "ya teníamos Roque".

He de decir aquí que en un principio y llevado por la decepción que me causó mi primera conversación con la Dra. Cacho (pretendía ingenuamente que me asegurara la existencia del ídolo por teléfono), la idea que me hice de ella no coincide ni con su imagen real ni sobre todo con su comportamiento posterior, dado que si no es por el interés que se tomó en este tema no hubiera sido posible llegar a buen puerto. En todo momento ha actuado con bastante agilidad y sobre todo con la seriedad y profesionalidad con la que deben tratarse estos temas.

Esta profesionalidad y buen hacer es la mayor garantía científica, por lo que puedo afirmar que al igual que el de Julio el papel de la Dra. Cacho es fundamental en la figura del Idolo de Tíjola. Una vez más reitero mi agradecimiento .

El viernes día 1 de Diciembre, ya en Sevilla, recibo la carta de la Dra.Cacho y tal como me había anticipado me certifica que efectivamente existe el ídolo de Tíjola así como ciertos datos de interés sobre él.

Le contesto a vuelta de correo agradeciéndole su dedicación y solicitándole como último favor que en la ficha técnica que obra en la vitrina figure catalogado como ÍDOLO DE TÍJOLA.

En mi último viaje a Madrid pude comprobar que efectivamente el "Ídolo de Tíjola" está en la vitrina 12 del Neolítico catalogado COMO tal y diferenciado del resto. He estado varias veces a verlo en el Museo y pretendo continuar esta historia con otras reflexiones y estudios que creo que merecen la pena. ( Anexo fotográfico).
    CONCLUSIONES

    Me gustaría para finalizar esta intervención dar una serie de sugerencias que considero podrían ser de interés para los que en definitiva deben de asumir en nombre de un pueblo, la responsabilidad de ocuparse de todos aquellos temas que pueden repercutir en beneficio de la mayoría de los hombres y mujeres que lo habitan. Que duda cabe de que este tema es interesante para conocer la raíces comunes, para difundir la imagen de Tíjola y sobre todo para conocer nuestra identidad.

    En primer lugar y en cuanto al ÍDOLO se refiere, hemos de ser conscientes de la importancia que esta figurilla tiene para Tíjola. Por ello desde un principio debemos cuidar la difusión y utilización que hagamos de la misma.

    En segundo lugar sería interesante , para proteger el patrimonio histórico de todos nosotros , que se controle a los que con intereses muy particulares están expoliándolo y malvendiendolo, el daño que han ocasionado ya no se puede corregir, pero si se pueden arbitrar medidas para evitar que este daño irreparable continue. No obstante me consta que hay buenas colecciones privadas y que alguno de sus propietarios estarían dispuesto a devolverlas al patrimonio público, si Tíjola contara con un pequeño Museo donde ser custodiadas, expuestas y a disposición de quien quisiera estudiarlas.

    En tercer lugar y en relación con lo anterior sería interesante que se hicieran en los centros escolares unos talleres de historia comarcal y local que además de poner en contacto a los jóvenes de la zona sirvan para profundizar más en lo mucho que nos une y superar lo poco que nos separa y para que estudiando en profundidad los múltiples yacimientos que hay, sean ellos la mejor garantía de su custodia.

    Así mismo deberían incluirse en los planes de estudios unos temas referentes a la historia comarcal y local.

    Se trata en definitiva de que nuestras generaciones más jóvenes y la futuras generaciones, conozcan cual ha sido nuestro devenir a lo largo de la historia para que conociendo nuestras raíces no solo las protejamos como patrimonio común sino sobre todo podamos tener conciencia colectiva de nuestra identidad.

    En este sentido todos debemos de asumir la responsabilidad que nos corresponde para que este tipo de jornadas no se conviertan en actividades esporádicas y elitistas de carácter voluntarista, sino que formen parte de un esfuerzo continuado por mejorar las condiciones de vida de todos desde el conocimiento de algo tan importante como es nuestra cultura.

    Es cierto de que ese esfuerzo debe vertebrarse desde las instituciones que nos gobiernan democráticamente, para garantizar que pueda llegar a todos y que se realice dentro de una programación estable, pero no es menos cierto que todos debemos arrimar el hombro para que esto pueda hacerse realidad, cada uno desde sus posibilidades y desde su puesto. En este sentido la labor de los que trabajan en los centros educativos de la zona es fundamental y me consta que en otros pueblos se está haciendo.

    Por mi parte y creo que por parte de todos los que estamos en la asociación Histórico-Cultural seguiremos trabajando y prestaremos nuestro apoyo desinteresado cuando haga falta y se nos requiera.

    Muchas Gracias.



    FUENTES BIBLIOGRAFICAS

    (1) Se suele dar al Neolítico unos cinco mil años de duración desde que comienza en el Creciente fértil durante el séptimo milenio a.C. hasta que empieza la edad de los metales. San Vólero en su obra "La Península Hispánica en el mundo Neolítico", pone los comienzos en Oriente durante los milenios séptimo o sexto y la llegada a España durante el tercero. El C.14 ha dado dos fechas absolutas para el Neolítico Hispano en el litoral del Sudeste.La de los cereales de Beniarrés(Alicante) que se fija en el quinto milenio a.C. y la de la madera de Los Millares (Almería) en el tercero. P.Acosta y M.Pellicer en el trabajo realizado y, redactado en el año 64 -Prospecciones Arqueológicas en el Alto valle del Almanzora- hablan de una serie de descubrimientos en la zona. El interesante Idolo de esteatita, el dolmen de la Ermita de Cela que nos ayudan a relacionar la zona de Tíjola con el resto del valle del Almanzora en un momento inicial del Bronce I hispano, precampaniforme, fase II y II-III de Siret y Leisner el hacha hallada en la Polaca, siempre dentro del III milenio.

    (2) Anales de Granada.1934

    (3) Almería ilustrada.1699

    (4) P.Acosta y M.Pellicer ob.cit.publicada en la revista ZEPHYRUS,XXV,1974.Pag.161. La definición la realizan para un yacimiento correspondiente a un gran núcleo púnico industrial y comercial que sitúan a mediados del primer milenio a.C. No obstante por los datos que da D. Miguel Bolea y Sintas cuando encontró la estatuilla, estas tumbas podrían pertenecer a la necrópolis del poblado que se situaría en la Muela del Ajo y que estaría poblado hasta un momento anterior a la romanización de la zona.

    (5) M.Guirao. Prehistoria y Protohistoria de Vélez Blanco y Vélez Rubio,1953 pag 18.

    (6) P.Acosta y M.Pellicer en el estudio citado realizan una enumeración bastante exhaustiva de los yacimientos conocidos desde Villaricos a Serón presentados por Siret y Leisner y que como ellos mismos afirman "... no es la primera vez que se habla de yacimientos arqueológicos en esta fértil zona del alto Almanzora, verdadera via de penetración desde el Méditerráneo hacia la región de Baza y Guadix". Resaltar los relativos al Alto Almanzora localizados en la zona de Purchena- Urracal - Somontín- Tíjola -Serón, los del Llano de los Turuletes, Llano de la Lámpara, Jocalla, Buena Axena, Loma del Fás, Loma Blanca, La Atalaya, Llano del Jautón, Ermita de Cela, El Marchal.

    (7) J.San Valero. Perspectiva actual de la Historia primitiva de España pag.6 y 7.

    (8) J.Maringer, Los Dioses de la Prehistoria pag.39-40.