Cuando el 18 de julio de 1936 se produce la sublevación contra el sistema democrático establecido, la Corporación estaba presidida por Juan Avellaneda Franco perteneciente a Izquierda Republicana. Los concejales se distribuían así:

Izquierda Republicana 7
Socialista 5

Esta corporación terminaria su mandato en diciembre del mismo año, siendo nombrados nuevos concejales para componer el Ayuntamiento: estos fueron:

Por la C.N.T.:

Manuel Mesas García
Modesto Pozo Herrera
Jerónimo González Márquez

Por la U.G.T.:

Juan Martínez Robles
José Antonio Martínez Franco
Ramón Sola Yélamos Antonio
Antonio Sánchez Marín
Antonio Resina Berruezo
Juan Martínez Encinas
José Alonso López

Por las J.S.U.:

Antonio Mirón Tapia

Por el P.C.:

Andrés Reina oller

Después de tomar posesión posesión de sus cargos a los nuevos concejales, se sometió a votación la presidencia del Ayuntamiento, siendo elegido Juan Martínez Robles que obtuvo 11 votos. No se habían cumplido 50 días de su mandato cuando pone su dimisión. Acto seguido se nombra a un nuevo alcalde, cargo que recae en Juan Martínez Encinas.

Con motivo del cese de cuatro concejales en marzo de 1937, de nuevo se plantea el nombramiento de alcalde, siendo votado para el cargo el dimisionario Juan Martínez Robles: no duraría mucho dirigiendo los destinos de Tíjola, ya que a los 3 meses y 8 días, vuelve a dimitir.

La inestabilidad era un hecho claro y contundente, y las tensiones entre los miembros de la Corporación estaban al orden del día: hay que hacer notar que los miembros que constituían el Ayuntamiento pertenecían a organizaciones obreras.

Como había dimitido el alcalde-presidente se hacía necesario nombrar a otro para el cargo; y puestos en esas, se acuerda elevar al sillón de la alcaldía a José Antonio Martínez Fernández; en el mes de julio se le daría posesión como alcalde titular.

Adentrados en el año de 1938, concretamente en marzo, cesan los concejales: Juan Guirado León y José Sánchez Marín; siendo sustituidos por José Lloret Berruezo y Patricio Carrión Piérrez. Como el alcalde había dimitido vuelta a elegir otro; en esta ocasión se votó a Ramón Sola Yélamos que obtiene 5 votos. El nuevo Ayuntamiento quedó constituido por:

Alcalde-presidente:

Ramón Sola Yélamos

Consejeros:

José Alonso López
José Martínez Pozo
Patricio Carrión Piérrez
José Cintas Martínez
José Lloret Berruezo
Anselmo Berruezo Lloret
Jerónimo González Márquez

En el mes de abril son cesados por el Gobierno Civil: Jerónimo González Márquez, José Cintas Martínez y Antonio Resina Berruezo; y en su lugar se nombran a Emilio Reina Pozo, José Ujaldón Castillo y José Nieto Pérez.

La sttuación de guerra se hacía notar en todos los ámbitos de la vida local, de tal manera que también afectó a la composición del Ayuntamiento. Esto se manifiesta en que el alcalde dimite junto a otros consejeros por ser llamados a filas.

En la sesión plenaria del 13 de junio de 1938 sólo asisten los siguientes miembros:

Alcalde:

José Alonso López. elegido con 7 votos

Consejeros:

Juan Martínez Ruiz
Patricio Carrión Piérrez
Juan Reina
Emilio Reina
Jesús Ujaldón
José Lloret Berruezo
Ramón García
Ramón Teruel Reina

En agosto del mismo año el alcalde es Juan Martínez Ruiz, aunque no consta en parte alguna el cese de José Alonso López. Al nuevo presidente se le hace titular el 22 del mismo mes, saliendo elegido con 5 votos.

No obstante se había de producir una nueva remodelación ocurriendo el 12 de febrero de 1939. La elección recayó en Juan Sánchez González que obtendría 7 votos, afiliado a U.G.T. El resto de la Corporación estaba integrada por: Angel Herrerías Martínez. Ramón Oliver Ujaldón, Pedro Miras López, José Lloret Berruezo, Alfonso Pozo Iniesta, José López Peinadoo y Ramón García Berruezo.

La última sesión Plenaria de este período democrático fue la convocada para el 13 de marzo de 1939 cuando ya se esperaba el fin de la contienda. En la misma reuniéronse los siguientes miembros:

Por la U.G.T.:

Juan Sánchez González. Alcalde.
Pedro Miras López

Por Izquierda Republicana:

José López Peinado
Ramón García Berruezo

Por el Partido Socialista:

Angel Herrerías Martínez

Por el Partido Comunista:

Ramón Oliver Ujaldón

Por la C.N.T.:

Alfonso Pozo Iniesta.

Se ha podido ver que en tres años (1936-1939) acceden a la alcaldía nueve personas. En el cuadro adjunto se relacionan los mismos especificando ciertos detalles como: afiliación política, profesión, edad... etc.

ALCALDES PERIODO GUERRA CIVIL 1936-1939
	Ideología o afilic. política	Profesión	Edad 1930	Domicilio	Natural	Estado civil	Leer y escribir	Tiempo de alcalde
Juan Avellaneda Franco	Izq. Republicana	Prop. Labrador	38	Villareal, 8	Tíjola	C	Sí	10 meses y 8 días
Juan Martínez Robles	UGT	Carpintero	34	Real, 13	Tíjola	C	Sí	1 mes y 4 días
Juan Martínez Encinas	UGT			Trav. Paseo, 10				1 mes y 2 días
Juan Martínez Robles	UGT	Carpintero	34	Real, 13	Tíjola	C	Sí	3 meses y 9 días
José A. Martínez Fernández	Socialista	Zapatero	29	Plaza del rey, 8	Velez-Blanco	C	Sí	8 meses y 15 días
Ramón Sola Yélamos	UGT	Propietario	29	Disem. Margen	Bacares	C	Sí	3 meses y 6 días
José Alonzo López	UGT	Ferroviario						2 meses y 9 días
Juan Martínez Ruiz								5 meses y 21 días
Juan Sánchez González	UGT	Jornalero	30	Eras, 3	Chercos	C	Sí	1 mes y 1 día

En los últimos días de guerra, el 29 de marzo, siendo las tres de la tarde se constituye el Ayuntamiento Provisional Nacional Sindicalista, cayendo la presidencia en la persona de Servando Suárez Martínez.

6.2. OTROS ASPECTOS

6.2.1. Abastos

En diciembre de 1936 cuando es nombrado alcalde Juan Martinez Robles y después de haber constituido las diferentes comisiones, a propuesta del mismo se acuerda, por unanimidad, crear una Junta de Abastos. Las condiciones a que debía atenerse la misma quedaron reflejadas en el Acta Capitular. Los miembros que representaron al Ayuntamiento fueron: Juan Martínez Encinas y Manuel Mesas García.

Como la situación empeoraba y los medicamentos escaseaban, la Corporación ordena se les entregue a los farmacéuticos cada mes la cantidad de 6 kg. de azúcar y 8 litros de aceite de oliva para su industria.

El 28 de diciembre de nuevo se eligen los miembros de la Junta de Abastos pues se le había hecho dimitir al presidente de la misma. En febrero del 39 se le exige a la fábrica de harinas de la ciudad relación detallada de las cantidades de trigo que se habían recibido de Almería. así como del centeno.

6.2.2. Sanidad y Beneficencia.

En los primeros meses de 1936 se había levantado una intensa polémica que tenía como base la razón de cortar los cipreses del Paseo pues creían que eran malos para la salud. Hasta tal punto llegó la cuestión que intervino la Delegación Provincial de Trabajo, Sanidad y Previsión, diciendo:

"Es completamente desatinada y fuera de fundamento científico serio la afirmación de que el ciprés sea perjudicial para la salud ..."

Dicha Delegación afirmaba que eran buenos para:

"Los enfermos del pecho, fármacos, esencias y en otro tiempo para embalsamar cadáveres"

Por otro lado, hay que destacar la actividad que llevaba a cabo la Corporación con respecto a los más necesitados, ya que periódicamente se les suministraba pan.

Una vez empezada la Guerra, el Gobierno central dictaminó que se constituyera lo que se denominó: Comité Local de Refugiados. En Tijola quedó constituido el 15 de diciembre de 1936, sus miembros fueron: Presidente: Juan Avellaneda Franco, alcalde; el resto de los concejales y además por la U.G.T.: Antonio Cano García, por la C.N.T.: Manuel Yélamos Sevillano: Secretario: José Alonso López; Tesorero: Antonio Cano García y Médico: Andrés Rosales.

A los 23 días de constituirse llegan los primeros refugiados procedentes de Huércal-Overa que inmediatamente son repartidos en distintas casas.

Como la presencia de refugiados suponía unos gastos, se grava el litro de vino con 10 cts., el anis con 20 cts., la botella grande de cerveza con 10 cts., y la pequeña con 5 cts.; así como la botella de coñac con 25 cts. Al mismo tiempo a los comerciantes se les impone unas cuotas proporcionales e individuales, sacando un total por semana de 289'50 Ptas.

Por su parte. la C.N.T. envía al Ayuntamiento un oficio para que se haga una lista de niños lactantes pues se iba a entregar en razón de los mismos azúcar y latas de leche condensada. Con fecha 31 de diciembre de 1937 la Corporación satisface la cantidad de 40 Ptas. por un ataud facilitado a una pobre que había fallecido.

Como se va viendo los fondos municipales se aplicaban en éstas y otras actividades humanitarias. Por distintas actas se puede conocer como a iniciativa de la U.G.T. y de la C.N.T. se ayudará a socorrer a necesitados y enfermos.

En abril de 1938 nace otra nueva iniciativa que se propone elaborar un presupuesto para los funcionarios sanitarios: médicos y farmacéuticos. La situación bélica que arrastraba España desde julio de 1936 cada vez se acentuaba más, y así todo se hacía siguiendo una política afín a la contienda; tal es así, que en junto del 38 uno de los médicos es ingresado en Sanidad Militar con ha cual sólo quedaba uno para toda la comarca. No acaba aquí la cuestión ya que en agosto se carece de médico por haberse incorporado a filas el que quedaba. Ante tal situación se propone en octubre como sanitario a Angel Guerrero Avellán.

En junio de este año y entre los refugiados se encontraban 9 niños. Las calamidades se acentuaban de manera alarmante en la ciudad, entre ellas la tracoma (enfermedad de la vista). reclutas inútiles, enfermos crónicos, fiebres maltas y se practican vacunaciones entre el personal refugiado.