AtrasAdelante
LUGARES DE INTERES: LA FUENTE DE CELA



Es un manantial de aguas termales situado a 3,5 Km. de Tíjola en dirección norte, en el límite con el municipio de Lúcar, y a una altitud sobre el nivel del mar de 720 m.

Las aguas emergen de manera natural con un caudal constante de 42 litros por segundo y una temperatura que se mantiene en las distintas épocas del año entre 22 y 24 grados centígrados. Estas aguas tienen propiedades medicinales para distintos tipos de enfermedades.

El embalse con forma de piscina formado en el nacimiento es conocido con el nombre de Balsa de Cela, y se divide por la mitad por el límite entre los municipios de Tíjola y Lúcar. Tiene unas dimensiones de 50x50 m. y una profundidad que va desde los 50 cm. a los 2 m. Ha sido objeto de varias mejoras y ampliaciones, la última en 1996.

La Fuente de Cela riega una rica vega y sus aguas se reparten entre los municipios de Tíjola, Lúcar y Armuña. Tradicionalmente ha servido de abrevadero de ganado.

La Fuente de Cela es y ha sido el lugar preferido para el baño por los habitantes de Tíjola y la comarca, y se ha convertido en un punto importante de confluencia turística durante los meses de verano.
Historia del repartimiento de las aguas de cela

En 1572 en el repartimiento de suertes de población surgieron grandes desavenencias entre los pueblos de Tíjola, Lúcar y Armuña, respecto al disfrute de las aguas de la fuente de Zela, por consecuencia de las cuales y a virtud de las reclamaciones echas al efecto, el juez administrador de Hacienda el 2 de mayo del 1573, mandó que el agua de dicha agua se dividiese en dos hilas iguales, con una de las cuales regaran sus haciendas los vecinos de Tíjola desde el amanecer hasta puesto el sol de cada día, la otra hila regarán los vecinos de Lúcar y Armuña que son una sola jurisdicción, y que a la puesta del sol todo el agua de la fuente o sea las dos hilas, se recogiese hasta otro día al amanecer, en la balsa llamada el Marchano. Toda esta agua o sea desde el domingo de cada semana hasta el sábado de la noche permanecía a la villa de Tíjola para el riego de sus heredamientos; excepto el agua que se recogiese el miércoles en la noche de cada semana que había de percibir el jueves siguiente, con la hila de la fuente, los vecinos de Armuña.

En el año de 1578, sospechando los vecinos de Armuña y Lúcar que el señor Juez Pareja había venido a Tíjola con el objeto de innovar la distribución de las aguas antedichas, acudieron en reclamación al Consejo de S.M. para impedirlo. A consecuencia de ello, el rey D. Felipe dió una Real provisión, el 16 de julio de 1578, ordenando al dicho señor Antón de Pareja que no se efectuara innovación alguna en la distribución del agua referida, sino que se hiciese guardar y cumplir lo que ya se ha dicho.

La distribución o repartimiento de las aguas de Zela, a Tíjola respectivas, entre los vecinos de este pueblo, fue objeto también de muchas reclamaciones, por virtud de las cuales los Alcaldes ordinarios de esta población ordenaron, el 28 de Enero de 1579, se procediera a revisar y rectificar dicho repartimiento de manera que todos los vecinos fueran iguales y ninguno resultase agraviado.

La revisión y rectificación del repartimiento del agua antedicha no llegó a tener lugar, porque el mismo día en que se decretó, tuvo efecto un convenio entre los partícipes, del cual vamos a ocuparnos.

Aunque en la actualidad Aldeire pertenece a Tíjola, y allí no existe poblado alguno, y si solo un pago de hacienda que lleva aquel nombre , dentro de este término municipal; como en el pago de Zela, y entre las diferentes acequias por donde discurren sus agua, hay una que lleva el nombre de Aldeire, y por el cuál se riegan las fincas que a éste pertenecían, haremos un extracto del convenio hecho, el 28 de enero de 1579, entre los Concejos y vecinos de Tíjola y Bayarque, cuyo último pueblo era entonces lugar conjunto con Aldeire, y fue el siguiente. Las haciendas de Aldeire deben recibir todos los viernes, hasta ponerse el sol, un hilo de agua: desde esta hora, o sea la noche del viernes hasta el amanecer del sábado, las dos hilas que arroja la Fuente; y desde el amanecer hasta ponerse el sol, un hilo de agua; es decir, el hilo perteneciente a Tíjola en los días viernes y sábados, las dos hilas de la noche del viernes de todas las semanas del año.

Debemos hacer constar que desde tiempos inmemorial se viene cometiendo el abuso por algunos propietarios, de enagenar las aguas respectivas a sus fincas, reservándose éstas, lo cual a dado por resultado una gran confusión respecto a las horas que a cada partícipe corresponden, pues mientras algunos poseen pocas fanegas y muchas horas de agua , otros por el contrario tienen pocas de ésta y muchas de aquélla, dándose el caso de que algunos poseen tierras y carecen en absoluto de aguas.
Del libro
MEMORANDUM respecto a la propiedad
de las aguas que fertilizan el
término municipal de Tíjola
de Juan María Villarreal y Sola
Barcelona 1898