La Asociación ADAMA ha rendido homenaje a una de sus monitoras más ilustres: María Hernández Sánchez, que llegó a este Centro de Mayores cuando se inauguró; pionera en el voluntariado que ya ejercía antes de llegar y donde ha permanecido durante 14 años. Como ella misma ha manifestado, no es un adiós “yo ahora no estoy con vosotros al frente de mis talleres, pero sigo estando a vuestro lado y siempre seré una compañera más”, porque Mari no se ha ido, otros menesteres y obligaciones la han apartado de su gran trabajo y pasión como han sido sus clases y donde ha gozado plenamente del cariño que sus “niñas” como ella les llama, le han otorgado y del que tanto ha disfrutado en sus diferentes talleres. Ha sido Mari una monitora de la que todos nos hemos sentido orgullosos de haberla tenido como compañera: su entrega, respeto y prudencia han sido valores que ha derrochado a lo largo de tan dilatado tiempo y ha dejado una enorme huella como así lo atestiguan tanto los que han sido sus compañeros como las alumnas que han participado en los diferentes talleres que ella mantuvo a lo largo del tiempo.
A tan merecido homenaje asistieron la alcaldesa de la ciudad, María del Mar Vázquez que le hizo entrega de un ramo de flores y las concejalas Paola Laynez y Ana Martínez Labella. El presidente de ADAMA, José Luis Friebel, ausente de Almería, envió una emotiva carta de reconocimiento a sus méritos que ella agradeció muy emocionada. Así mismo, Pepe López le hizo entrega de un diploma agradeciendo su labor en el Centro y de un obsequio del monitor José Domene.