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VOLUNTARIOS DE PROTECCIÓN CIVIL APRENDEN A RESCATAR VICTIMAS. Fuente: Diario de Almería.

No vigente.


El curso de Diputación concluyó con un simulacro de accidente automovilístico

Precisión, cautela y rapidez son tres condiciones básicas a la hora de realizar una operación de rescate de víctimas en un accidente de tráfico. Cada instante, cada segundo cuenta, y puede marcar la diferencia entre salvar una vida o perderla.

Durante la mañana de ayer, los alumnos que integran el curso de formación 'Atención inicial en accidentes de tráfico' organizado por el servicio de Protección Civil de Diputación Provincial, experimentaron en primera persona las tareas que se deben llevar a cabo en una situación de urgencia.

Armados con mazos, sierras y extintores dieron rienda suelta a su adrenalina en un simulacro sobre prácticas de seguridad, excarcelación y rescate de víctimas. A lo lago de varios horas aprendieron a estabilizar correctamente un coche siniestrado, a romper las lunas sin dañar a los heridos o a abrir el techo para acceder a los cuerpos con la facilidad con la que usted puede abrir una lata de conserva. Aprendieron, además, que maña y fuerza van de la mano en este tipo de situaciones, y que lo importante es mantener la calma para transmitírsela, a su vez, a los accidentados. "Hay que explicarles en todo momento qué estamos haciendo para no asustarlos", recomendaba el monitor del curso.

Después de esta práctica real que sucedió a una jornada previa de tipo teórico, el presidente de Diputación Provincial, Juan Carlos Usero, clausuró oficialmente el seminario en el que han participado una treintena de alumnos.

Tras el acto, Usero destacó la "alta cualificación" de los 70 profesionales que están prestando un servicio de voluntariado en el área de Protección Civil de la institución. Se trata de personas trabajan en municipios de menos de 20.000 habitantes, incluyendo las carreteras aledañas a los mismos, escenario, muchas veces, de siniestros automovilísticos.

Son ellos quienes llegan primero al lugar de los hechos, y los que realizan "los primeros actos necesarios para salvar vidas mientras llegan los bomberos", explicó el presidente de la Diputación.

Una vez concluido el simulacro, los alumnos, profesores, organizadores y representantes de la institución celebraron una barbacoa como punto y final de fin de curso.