| "Conozco a Maki -María de los Ángeles Hernández Marín, su alter ego menos conocido- desde joven, muy joven...
Que yo recuerde siempre ha tenido una cámara de fotos en la mano, y un ojo guiñado para mirar de forma diferente, concentrada, o extraviada, a las cosas, las personas...
No tiene nada de particular que se haya convertido en una profesional de la fotografía -en ambos terrenos: analógico y digital-, no tiene nada de particular que haya sido fiel a un placer y a un oficio desde que comenzó a saber qué quería hacer en la vida...
Su mirada puede ser ácida, irónica, decididamente cómica, o cargada de sobriedad, respeto y melancolía, como es el caso de la exposición que nos ocupa: unas imágenes entreveradas de silencio, yo diría que plenas de eternidad...
Miren las fotografía, y acerquen el oído, algo nos susurran desde la otra realidad, un hermético mensaje..."
Fernando Labordeta Blanco | |