Todavía se conservan en muchos pueblos andaluces, dentro de las fiestas en honor a sus santos patrones-as, la celebración de una representación pública popular, función conocida con el nombre genérico de Moros y Cristianos. No son el componente único de la fiesta, pero sí el que mayor rasgo de identidad aportan a la población, el elemento de mayor diferenciación respecto a la fiesta de los pueblos cercanos; por ello, sus relaciones, drama, escaramuzas, parlamentos o desfiles de los bandos de moros y cristianos, son el tiempo festivo que más atención prestan y más cuidan los lugareños, dentro de sus fiestas mayores.
Es muy difícil conocer dónde se originaron e incluso quién las ideó. Pero se sabe que estas representaciones ya existían desde hace varios siglos.
Esta celebración de Moros y Cristianos se celebran en Bédar en torno al 25 de septiembre, durante las fiestas en honor a su patrona la Virgen de la Cabeza.
La Virgen de la Cabeza es patrona de Bédar desde 1.682, fecha en que la villa se independizó de la ciudad de Vera, celebrando desde más de un siglo numerosos actos, entre ellos la famosa fiesta de Moros y Cristianos, en ella se recrea la conquista de la ciudad por los Reyes Cristianos y la entronalización de la imagen de la Virgen de la cabeza, escenificando durante 2 días la batalla, con un diálogo en verso y elegantes vestimentas.
Participan por cada bando: un general, un embajador, un espía y un abanderado todos ellos va a caballo. Esta escenificación se sucede en 2 actos, el primero donde vencen los moros y el segundo donde ganan los cristianos, el acto acaba cuando el general moro pide el bautismo ante la Virgen de la Cabeza al general cristiano.
|