PREGON SEMANA SANTA 2004

Tipo: Religiosas Actividad: Fiestas Del: 03/02/2004 Al:04/11/2004
    Pregón 2004
Pregón Semana Santa 2.004



· El acto de lectura del III Pregón de la Semana Santa de Gádor que tuvo lugar este sábado, 27 de marzo, a las 20:00 h en el Centro Cultural de la Villa de Gádor.

· Una lectura que este año correrá a cargo del Hermano de la Salle Antonio Trujillo García. De forma previa a este pregón, vecinos, cofrades y autoridades se dirigirán a la capilla de la localidad para asistir, a las 19:00 h, al tradicional Triduo.

Dentro del acto hubo actuaciones de la Banda de Música de la Asociación Musical de Gádor, canto de Saetas y otros actos.


"EL PREGÓN"
Rvdo. Cura Párroco de la Iglesia de Nª Sra del Rosario
Sr. Alcalde Presidente del Excmo Ayuntamiento de Gádor y miembros del pleno municipal
Hermanos Mayores de las Cofradías
Primer Pregonero de la Semana Santa de Gádor
Cofrades gadorenses.
Señoras y señores, amigos todos

Dice la expresión popular que a veces se tiene al enemigo en casa. Y lo puedo corroborar. En el año 1996, una llamada de mi cuñado, aquí presente, Pepe Trujillo , me decía que había sido designado pregonero de las fiestas de Gádor. Se me cambió el semblante. Por dos cosas: En un primer término , pavor, por sentirme el hombre mas pequeño del mundo para cantar las excelencias de nuestras fiestas; y después, alegría por haber pensado en mí.....y cuando me dijo que la gente joven de Gádor había apostado por mi persona, no pude decir que no, de hecho mi pregón de ese año iba dedicado a ellos: Y para colmar el vaso, su hijo, mi querido sobrino Pepe Trujillo, el “pepillo”, como yo le digo, me llamó hace unas fechas, y la misma canción, elegido como pregonero de la semana santa de Gádor, diciéndome lo mismo, el apoyo de la gente joven....en los dos casos los agradezco, y lo acepto, pero he de decir que en este pregón, aparte de la gente buena de Gádor, sea joven o no, se lo dedico a aquel que durante muchos años fue miembro activo de nuestra Semana Santa, y ya no se encuentra entre nosotros desde hace un año y dos meses, mi padre, Antonio el “monjo”.....y a mi madre Josefa, aquí presente, que tanto ha tenido que ver en mi vocación y en su apoyo total para que siga los, designios que Dios ha tenido a bien poner en mi vida....
Mis recuerdos de la Semana Santa gadorense:
1.- Mi familia, toda ella del frente principal de los judíos, mi padre, mi hermano Juan, mi sobrino..... y yo sin embargo he sido la oveja “negra” de la familia.....
2..- Vestido de hebreo, llantos y correr hacia casa por el miedo que me produjo un viernes santo.....aún no tendría seis años...y mi madre volaba hacia mí para cazarme y no había forma......¡ qué miedo me produjo el ritual misterioso y a la vez sagrado del Viernes Santo en nuestra Iglesia...presidiendo los actos nuestro querido y recordado D. Nicolás Medina Gallegos.
3.- Alucinación en el acto del ángel que va pasando por encima de los judíos, por el triunfo de la vida, de Jesucristo sobre el pecado
4. - Semana santa viviente, en la plaza de la Ermita, la cual yo no recuerdo, pero sobre todo en mi escuela. En el colegio Soledad Alonso y Drysdale.......qué espectáculos tan maravillosos, que pasión, que fuerza, que emoción......¡y que cariño y seriedad ponían todos los actores en la representación!
Y comenzamos por el anuncio que os hago, remontándonos al Domingo de Ramos:

Blanca silueta enamorada
del Dios de las alturas.
Quejidos de saetas cantadas
al Amado de su hechura.

¡Escuchad la Buena Nueva !
¡Abrid postigos y portones !
pasa Cristo derramándose
en todos los corazones.

¡Vestid de cal las paredes
y los naranjos de azahar !
¡Despierten preciosos los claveles !
¡Contemplad la Borriquita pasar !

Gádor se viste de Jerusalén ;
sus calles, vías piadosas ;
penitentes del amén
tras la Madre Dolorosa.

La Santa Cruz de Gádor es el Calvario,
púlpito de la Cruz.
Cristo en la Iglesia de la Virgen del Rosario
envuelto en sudario.
Verdad, Camino y Luz.

¡Es Semana Santa !
Pasión de Nuestro Señor.
Dios viene salvando
al pueblo de su amor.

Ser pregonero de la Semana Santa no es ni más ni menos que ser anunciador de la Pasión, Muerte y Resurrección de Nuestro Señor Jesucristo.

El pregonero de la principal semana cristiana es el que proclama a los cuatro vientos que el Señor Jesucristo, al que crucificaron a las afueras de Jerusalén, resucitó, vive en medio de nosotros y su presencia inunda de gozo y de esperanza la historia de la humanidad. El pregonero invita a que acojamos a Jesús de Nazaret, al Cristo, al Hijo de Dios en nuestros hogares y en nuestros corazones. Él es el sentido de la existencia. Él es la única Verdad que alumbra con lucidez plena todas las verdades. Él es la vida en su misma perfección y equilibrio. Él, abrazándonos desde la cruz, hace que vivamos cada día en el descubrimiento de que somos hijos de un mismo Padre que nos ama infinitamente y que somos capaces de llamarnos hermanos entre sí.

Yo os anuncio a Jesucristo crucificado, muerto y resucitado, necedad para los incrédulos e indiferentes y escándalo para los entendidos, los conformistas y los legalistas de todos los tiempos. Yo os anuncio que Jesucristo es el Maestro bueno y el Hermano mayor de todos, vivo, actual y presente. Se le toca con la fe. Se le palpa con la fe. Se le mira con la fe. Se le oye con la fe. Se le siente, se le experimenta y se le vive con la fe. Fascina verlo partiendo su Cuerpo y su Sangre en el atardecer del Jueves Santo. Inquieta contemplarlo en la noche de la traición y su prendimiento. Inquieta cuando le vemos su cuerpo desgarrado y atado a la columna. Apasiona cuando caído bajo la cruz, nuestros ojos se cruzan con los suyos. Apasiona cuando agarrado al madero nos bendice tiernamente hasta lo más recóndito del ser. Cautiva admirarlo pegado a la cruz, perdonando desde la cruz, muerto en la cruz, traspasado en la cruz, en el silencio de la cruz. Cautiva cuando le contemplamos con pena en los brazos de la Madre dolorida por la triste angustia de la muerte. Cautiva cuando en una urna de cristal y plata yace su Cuerpo divino. Y la Madre de Jesús se queda en la soledad más absoluta, llenando de amargura el aire y traspasando en amor la historia misma. La Madre de Jesús que llora la tristeza de la ausencia, la separación fatal, la muerte de su queridísimo hijo . La Madre de Jesús, fuente santa de amor y de paz, se queda con el corazón partido, alentando la esperanza de la Iglesia.

Jesús , El Maestro, arrastra, atrae, libra, toca la vida, la llena de sentido, la lleva a saltar barreras, derribar muros y cortar vallas. ¡Es Jesús el Maestro bueno de Nazaret ! Seduce y apasiona. Seduce con la verdad de su amor, con la integridad de su Palabra y con la ternura de sus signos. Seduce con la sencillez de su vida, con su entrega a los pobres y pecadores, con su dulzura para el que tiene el corazón roto y destrozado. Seduce con su humildad y mansedumbre, con su serenidad y gozo. Seduce con su actitud cercana al hombre, amiga del hombre, defensora del hombre, liberadora del hombre, salvadora del hombre. Seduce desde el silencio, la paz interior, la escucha, la búsqueda, la oración callada. Seduce cuando toca donde antes tocó el pecado, cuando toca donde antes tocó la ansiedad y la depresión, cuando toca donde antes tocó la tristeza.

Hablar de Jesucristo a las puertas de la Semana Santa en Andalucía es saber escuchar al mismo pueblo que habla y que enseñorea a su Señor ensalzado en los Pasos de las cofradías . En Andalucía, durante la Semana Mayor, se vive con Cristo, se le siente, se le canta, se le ama, se le limpia los pies cansados del camino con el mejor perfume morisco de la Alhambra y se le secan con los azahares de los naranjos de la Vega gadorense y de los jazmines de los patios cordobeses. Cristo está aquí. Él nos ha convertido en sus discípulos. Nos hemos convertido en familia suya. El Paso de misterio, que es el mismo Cristo, va delante. La Cruz de guía abre el camino. Detrás, junto a la Santísima Virgen bajo palio, arropados por Ella, la cofradía, el pueblo de Dios. Todos, en un mismo sentimiento y manifestando lo auténtico que tiene la fe, seguimos al Maestro de Galilea. Es una hermosa parábola de la vida cristiana : la Iglesia unida con la cruz, para ser resucitada por su Señor en la aurora pascual.

En nuestra tierra, de hondo sentimiento, cuando llega la Semana Santa todo cambia, todo sufre una mutación que hace que lo siempre viejo y estable se rejuvenezca y viva hoy con verdadera plenitud. En Andalucía cuando se acerca la Semana Santa el aire se vuelve sagrado. Se aspira la brisa de cualquier rincón andaluz y la liturgia del pueblo creyente se mete en el alma. Aquí, en la vieja Al - Andalus, durante esta Semana de abril, se siente en su plenitud el dogma de la Encarnación. “Dios en la ciudad, en los pueblos, en las calles”. Dios encarnado en la multiplicidad de expresiones corpóreas que forman en su conjunto y sinfonía la Semana Grande de la cristiandad : imágenes de pasión, el crujir de las trabajaderas, el tintineo de las bambalinas, la voz del capataz, la saeta, el rezo, la música, el compás de los pies costaleros, el perfume de incienso, la cera derramada, las lágrimas de emoción, los aplausos y los olés que tocan las fibras íntimas del corazón. “Todos los sentidos toman parte en el éxtasis. Todos los fenómenos físicos y atmosféricos de las ciudades y pueblos en primavera se hacen presentes en esta Semana en el Sur.

Semana Santa en Andalucía es ápice y extremo de la liturgia católica. Toda ánfora y candelabro, todo clavel encarnado y lirio púrpura, toda pértiga y estandarte,... están en el sitio exacto. Nada sobra ni falta. Todo está medido y calculadas las distancias y el número. Se da la exuberancia de las formas y el equilibrio y la armonía de las mismas. Los que no comprenden esta sublime prodigalidad de cosas, es que no han calado toda la profunda entrada del sentido católico de nuestro pueblo. Dios encarnado en un derroche de humanidad dolorosa : Dios creador de una naturaleza de abundancia infinita ; Dios exaltado en una liturgia de inutilidades sublimes.

Con el Domingo de Ramos damos comienzo a la Semana Santa. Amanece la ilusión diáfana del niño nazareno o hebreo que todos fuimos y hoy compartiremos salvando la distancia que quiera imponernos la memoria y la perdida inocencia.
Hoy, como los cristianos de ayer, salimos a la calle para cantar al Señor que viene, que pasa por nuestro lado, que nos mira desde lo alto del borriquillo y nos bendice con amor entrañable. El Domingo de Ramos es día de gozo y de fiesta porque Cristo nos va abrir de par en par las puertas del Cielo.

El pueblo creyente de Gádor se encamina para contemplar a Cristo Rey. Cristo radiante. Cristo bondadoso. Cristo que llega a nosotros. Cristo que quiere meterse en nuestras casas. Cristo victorioso y dispuesto a realizar la voluntad del Padre hasta el final. Con Jesús montado en el asno entraremos en una experiencia que transforma, que convierte, que abre la esencia de la santidad, es la experiencia más honda que el ser humano puede vivir. Este día el aire es limpio y transparente. Gádor se despierta bañado de rocío de azahar y de sol. Los sonidos cofradieros nos encaminan hasta las puertas de nuestra Iglesia de la Virgen del Rosario. Las voces de la chiquillería, las fachadas de las casas recién encaladas. El pueblo entero coronado por un repique alegre de campanas, se prepara para renovar su fe, los de ayer y los de hoy, en el Señor Jesús que procesiona triunfal, obediente hasta la muerte y una muerte de cruz.

¡Madre!, levanta, despierta
¡que ya es Domingo de Ramos!
¡Madre, prepárame pronto,
mi equipo nuevo planchado!
¡ Madre, prepárame mis zapatitos
recién comprados!
Y nos disponemos para celebrar del Triduo Pascual. Los días de la Semana Santa son días fundamentalmente para hacer oración
Las Sagradas Imágenes nos ayudan a orar. Nuestras cofradías hacen su estación de penitencia para orar, para caminar al lado de Dios, para disfrutar de la compañía de Jesucristo, para escuchar en el aire sagrado de la noche primaveral la presencia del Señor. Los misterios que se nos representan en los Pasos nos ayudan a meditar y a contemplar la acción amorosa de un Dios que se parte el corazón por nosotros. Un Paso de Semana Santa está montado para que el pueblo piense en Dios y vuelva su rostro a sus deseos. Cuando las Imágenes Sagradas están en la calle, las cofradías invitan a la oración.. Todo el cortejo está enmarcado en una ofrenda a Dios desde un corazón humilde y contrito. Cuando los hermanos salen con sus túnicas y el cirio encendido tras la Cruz de guía, junto a Cristo en sus sufrimientos y al lado de la Santísima Virgen en sus dolores, es la misma Iglesia que ora caminando y se rejuvenece en la oración.

Y este acto oracional tiene melodía, la de una gente que al contemplar con todos los sentidos los rostros doloridos de Cristo y de su bendita Madre, irrumpe en el ambiente un grito que corta el aire : la saeta.

La saeta es expresión viva y ancestral del misticismo andaluz. Surge brusca desde lo hondo del alma y de la garganta del cantaor, y lleva consigo el sentimiento y la pasión de éste ante su Dios. Es en realidad una oración pública, testimonial, es un llanto oracional, es un quejío de un pueblo que se hermana con los sufrimientos de Cristo. Para escuchar la saeta hay que cerrar los ojos y meter cada sílaba en el fondo del ser, hay que mirar fijamente el semblante pacífico del Prendimiento o los ojos penetrantes y cariñosos de las Caídas o el cuerpo desgarrado del Señor atado a la columna o la entrega total de la Vera-Cruz, del Silencio o del Cristo del Perdón (acompañamos por las calles de Gádor a la Cofradía del Cristo del Perdón y San Juan Evangelista, el Discípulo amado de Jesús , que llora desconsoladamente junto a la Virgen a los pies del Señor crucificado) . Se canta saetas porque la emoción de sentir la solidaridad de Dios con nosotros llega hasta tal punto que el espíritu se desparrama, gozando de esa divina presencia, y sale este capricho moruno de luz, suspiro del alma, hasta las alturas en las madrugadas de los días santos del mes de Nisán. Qué recuerdos tengo de mi niñez en Gádor, cuando en las procesiones se nos mandaba callar porque iban a cantar una saeta....que ojos poníamos, qué expresiones....ante el grito excelso de los hombre y mujeres de Gádor que cantaban...¡y cómo cantaban!
Sí , hermano cofrade, tu estación de penitencia es un verdadero acto oracional en el que participa el enamorado de Dios con todos sus sentidos, en el que se equilibran los valores fundamentales de la persona y se potencian las virtudes esenciales de la vida cristiana. Unámonos, como todos los años en nuestro martes y miércoles santo, a la cofradía de Nuestro Padre Jesús Nazareno. Y a la Hermandad de la Redención . La primera, con el vía crucis penitencial del miércoles Santo. Nuestro Padre Jesúsadornado todo su trono de olivo fresco portando su cruz a la espalda. La segunda, procesionando el martes santo en otro Vía-Crucis...nos invitan al silencio, la oración y la austeridad..... Estación de Penitencia

Padre Nuestro que estás en el Cielo......
Dos mil años me separan de ti;
Y a pesar de tanto tiempo
Sigues apostando por mi.
¡Tus espaldas doloridas de tantos sufrimientos!
¡Tus manos amarradas por tantos desalientos!
¡Qué torpeza la mía, que poco me he fijado en ti!,
con mis silencios y cobardías no te he querido seguir.
¿Por qué me sigues amando?, di,
¿Por qué te estás humillando?
Si yo nunca te pedí tanto como me estás dando?

Nos adentramos en el Jueves Santo, día de la Eucaristía, del amor fraterno y de la entrega. Hoy recordamos todos los episodios de la vida de Jesús que conmemora este santo día : su salida de Betania, su marcha hacia el cenáculo, la cena, el lavatorio, la oración pontifical y los acontecimientos que ocurrieron en el huerto de los olivos : su agonía, la traición de Judas y la prisión del Nazareno. La sagrada liturgia se fija preferentemente en la institución del Santísimo Sacramento del Altar. ¡Qué monumentos tan preciosos hemos contemplado en Gádor a través de los años....!

Ahora Jesús quiere dar las últimas recomendaciones, apuntalar los últimos detalles y colocar las últimas piezas.
“Este es el nuevo mandamiento que os doy : ¡Amaos los unos a los otros como yo os he amado a fin de que vosotros también os améis unos a otros !” (Jn. 13, 34).

Qué pobre sería una cofradía sin la renovación permanente en el amor y sin el servicio a nuestros hermanos más pobres. El Jesús de Nazaret de los Pasos es Alguien que vive, no es una simple imaginería religiosa de gran expresividad y estética. A este Jesús se le descubre entre la gente sufriente de nuestro mundo, de nuestro pueblo, de nuestro barrio y de nuestra propia familia. Me pregunto si está bien procesionar con un Paso de Semana Santa sin que la cofradía ejerza la caridad, de lo contrario sería una blasfemia a Dios. ¿Cómo se puede alabar a Dios y realizar una estación de penitencia sin ser solidario con los más pobres de este mundo ? ¿Cómo acompañar a unas Sagradas Imágenes sin ofrecer el perdón al hermano ? ¿Cómo encender un cirio, poner con maestría unas flores o colocar un manto de terciopelo y oro a una Virgen sin la solidaridad efectiva con los que padecen hambre y enfermedad ? ¿Cómo se puede quemar el incienso sin antes haber dado una limosna al necesitado o una palabra de aliento al desconsolado ? Cristo al toque del llamador del capataz nos pregunta : ¿Por qué se desprecia al que viene buscando un trabajo digno desde tierras lejanas ? ¿Por qué cortamos el diálogo con el que no piensa como nosotros ? ¿Por qué nos alejamos del que necesita nuestro apoyo en los momentos de dificultad ? ¿Por qué hacemos tantas diferencias, fijándonos en la falsedad de las apariencias ? ¿No convertimos a veces las Sagradas Imágenes de Cristo y de la Virgen María en ídolos de madera que tienen ojos y no ven, tienen oídos y no oyen, tienen corazón y no sienten, tienen pies y no muestran el camino, tienen boca y no comunican nada ?

Dios está en la calle, en la vida ordinaria, camina con nosotros, habla con nosotros, canta y grita con nosotros. Hay que tener una sensibilidad especial para detectar su huella, su presencia vital y transformadora. Podemos estar besando los pies del Nazareno, del Prendimiento... y no querer a Jesucristo, podemos admirar una y otra vez a Nª Sra de los Dolores... y no amar a la Virgen María. Cada cofrade – mi saludo y oración por los cofrades de la Hermandad del Santo Sepulcro, Virgen de los Dolores y Prendimiento de nuestro pueblo – tenéis la obligación de ir más allá de la inevitable estética religiosa y finura cofradiera. Hay que darle realce a la fe cofrade desde los Cristos y las Dolorosas de cada día. Damos vida a las Sagradas Imágenes cuando somos solidarios, cuando compartimos nuestros bienes, cuando acogemos al triste y desesperado, cuando alentamos al que sufre, cuando perdonamos y damos a las personas otra oportunidad, cuando no utilizamos nuestros Titulares Sagrados para vanagloriarnos y desde la hipocresía querer mostrar lo que ni se siente, ni se vive, cuando despreciamos con nuestras críticas destructivas y con nuestra indiferencia a otras Hermandades, y me consta que ese no es el caso de Gádor, donde existe un entendimiento y colaboración excepcionales, al igual que en la ayuda a los necesitados y a la Iglesia; las cofradías de Gádor siempre en primera línea, en primera fila...¡Bien!!

Cristo en aquella noche memorable ora intensamente al Padre para que seamos uno, como el Padre y Él son uno, y así el mundo conozca que el Padre le envió a Él, y nos ame como a Él le ha amado.

Cuenta el evangelista que abofetearon a Jesús.
Fue llevado ante el sanedrín presidido por Caifás,
Caifás y los suyos condenaron a muerte al Maestro de Nazaret ante la blasfemia de haberse considerado Hijo de Dios.

Era el amanecer del Viernes Santo cuando condujeron a Jesús hacia la fortaleza donde residía el gobernador Poncio Pilato. Éste no encontró delito alguno después de interrogarle. Para contentar a los dirigentes judíos mandó que le azotaran.

La flagelación fue horrorosa. Los soldados romanos desnudaron el cuerpo de Jesús y curvando sus espaldas le lanzaron los terribles latigazos que cortaron finos surcos en la piel y la sangre comenzó a correr. La tortura fue terrible. Cómo suenan ahora aquellas palabras del Maestro bueno : “Amad a los que os odian”. “Haced bien a los que os maldicen”. “Temed a los que puedan hacer daño a nuestra alma, no a quienes puedan herir nuestro cuerpo”. “Bienaventurados los que lloran porque serán consolados”. “Esta es mi sangre que se entrega por vosotros”.


Judíos y romanos, cofradías con solera que le dan un aire pintoresco con sus corazas, penachos y plumas....a la semana santa gadorense
Colocaron sobre los hombros de Jesús un madero cuyo peso hundía su Cuerpo ya malherido por los brutales golpes. Comenzaba la verdadera procesión del Nazareno y de las Tres Caídas, sin flores y sin velas, sin incienso y sin olor a rosas y azahar, sin bandas musicales y sin filas de penitentes por las aceras. Cristo estaba terriblemente solo y lejano a cuanto sucedía. Este extraordinario Hombre que derrochaba juventud, que amaba a pleno corazón, que reía con los niños, que acogía a los pobres, que curaba a los enfermos, que daba vida donde faltaba, que comunicaba el gozo del amor del Padre, que vivía entregado al Reino de Dios, que se daba por completo a las personas..., tiene como recompensa una cruz. Los poderes le acorralaron como lobos feroces al cervatillo indefenso. Le pusieron la cruz de la injusticia y del odio. Le cargaron con la cruz de la indiferencia y de la tristeza. Le colocaron la cruz de las mentiras y denuncias falsas. Le arrimaron la cruz del hambre, el paro, la droga, la delincuencia y el terrorismo. Le marcaron con la cruz de las palabras vacías y de los amores mentirosos. Le cargaron con la cruz de las apariencias hipócritas y de los halagos engañosos. Le cargaron con la cruz de la manipulación despersonalizadora y del egoísmo hiriente. Le cargaron con la cruz del poder corrupto y del materialismo individualista. Le pusieron sobre sus hombros la cruz de la infidelidad y de la muerte.

La vida del Maestro de Nazaret fue ahogándose poco a poco, sin antes gastar las últimas moléculas de oxígeno con palabras de perdón, acogida de la Madre y exclamación final para ponerse definitivamente en las manos misericordiosas del Padre.

Jesús perdonó desde la cruz a la humanidad entera. Jesús murió sin rencor, sin odio, ofreciendo misericordia e indulgencia.
Cuando por las esquinas aún huele a incienso del Paso del Cristo del Santo Sudario, del Santo Sepulcro, del Prendimiento.... se oye el eco de las palabras de Jesús : “Padre, en tus manos entrego mi espíritu”. Y el tosco madero vacío nos crea una sensación de tristeza y de espera.
Cristo está muerto y se requiere el mayor de los respetos. Una música fúnebre acompaña en señal de profundo homenaje al más Sagrado de los Cuerpos que yace en un féretro de cristal y plata. Gádor rinde honores al Divino Difunto con la presencia de las autoridades municipales, los Hermanos Mayores de Hermandades y miembros de las distintas cofradías. Asistimos al Santo Entierro de Aquél que es Camino, Verdad y Vida. El cariño que se le tiene a Jesucristo se aprecia en la veneración hacia este Cuerpo yacente que es llevado con verdadera unción por las calles de nuestra Villa . El luto es riguroso en los penitentes porque el Hijo de Dios está muerto, la mesa de la Eucaristía ha quedado vacía, Nuestra Señora en la más absoluta soledad y la Cruz dispuesta para ser reverenciada por el Pueblo de Dios..

Hoy Cristo sigue muriendo injustamente en tantas iniquidades e indiferencias, en la falta de amor, en el niño hambriento comido de moscas y en el cuerpo esquelético del Tercer Mundo, en los niños maltratados y esclavizados, en los prostíbulos donde se venden los cuerpos, en los ancianos abandonados, en los psiquiátricos olvidados en un rincón, en los que buscan en los basureros un poco de pan, en el joven que tiembla y enloquece por un poco de droga, en el que no logra cruzar el mar en una patera buscando un futuro mejor, en los enfermos que agonizan en los hospitales, en los que lloran la ausencia de los seres queridos, en los pobres que desean un poco de igualdad y de comprensión. Las cofradías tienen sentido cuando a lo largo del camino van deteniéndose para enjugar los rostros necesitados. Ellas pueden ser elementos vivos de fe en la Iglesia, estando en alerta permanente para no limitar su acción a unos ensayos, a unas funciones estéticas y a una salida procesional ; sin esto no tendría sentido y sería jugar con el sagrado nombre de Jesucristo. El movimiento cofrade debe dar crédito a los valores del Evangelio en su compromiso constante con la Iglesia y con la sociedad.

La presencia de la Santísima Virgen María es excepcional y sublime en las estaciones de penitencia de nuestra Semana Santa. Junto a la Virgen en sus máximos dolores caminamos tras el Hijo roto y desgarrado. Al lado de nuestra Madre nos sentimos bien y arropados. Ella es el espejo en el que nos miramos para encontrar un resquicio de esperanza y de fe. María es Fuente Santa porque de Ella partió la gracia de Dios. María es la mujer llena de Paz porque de Ella nos vino el Príncipe de la Paz. María es Amargura y Mayor Dolor porque se le desgarró el alma al ver a su Hijo en los suelos bajo la cruz. María es un derroche de Piedad ante el Hijo clavado en el Calvario y tantos hijos suyos que acudimos a su continua compasión. A esta Mujer se le parte el corazón en Dolores al ver a su Hijo sufriendo y desgarrándose en la cruz. María es sentimiento roto por la Angustia de su Hijo, muy amado, llevado a la muerte por la maldad de este mundo. María es Soledad ante el Hijo yacente en el sepulcro de la oscuridad y al mismo tiempo de la ternura del discípulo fiel que le buscó cobijo.
¡Oh,Virgen de los Dolores,
flor que se desoja!
Tus párpados son violetas
Y tus mejillas magnolias
Regadas por el glacial
Heladas de tu congoja

Virgen de los Dolores,
Eres camino en la sombra.
Eres una luz encendida
cuando las barcas zozobran.

Benditos los cofrades
Que ofrecen su fe y sus horas
Para difundir tu nombre
Por los rincones de Gádor

Dolores de mi alma
que ya no puedo más.
Que ya no tengo elogios
que poderte dar.
Sigue adelante, María,
Sigue llorando tu llanto.
Sigue adelante, Dolores.
Sigue adelante besando.

Y el piadoso cofrade, el verdadero cofrade que ha acompañado y ha rezado al lado de la Virgen la Pasión y Muerte de Jesucristo, se une a Ella y a la Comunidad Cristiana para celebrar con alegría el Misterio más grande y más hermoso de nuestra fe y de la historia de la humanidad : la Resurrección de Jesús en la bellísima liturgia de la Vigilia Pascual.

Juan Pablo II, en su visita al Santo Sepulcro nos ha dado la clave y el modelo de celebrar la Semana Santa : “La tumba está vacía. Es el silencioso testigo del acontecimiento central de la historia humana : la resurrección de nuestro Señor Jesucristo. Durante casi dos mil años esta tumba vacía ha atestiguado la victoria de la vida sobre la muerte. Con los Apóstoles y los Evangelistas, con la Iglesia de todo tiempo y lugar, también nosotros proclamamos : Cristo, una vez resucitado de entre los muertos, ya no muere más ; la muerte ya no tiene dominio sobre él”.

Nota: Miles de gracias al presentador del acto y de mi persona, David Baños. Gracias por tus palabras tan cariñosas
Y gracias a los amigos almerienses que habéis querido acompañarme en este día tan especia para mí.

¡¡¡¡FELIZ SEMANA SANTA Y MUCHAS GRACIAS POR TODO!!!

Gádor, a 27 de Marzo de 2004 Antonio Trujillo García

Ayuntamiento de Gádor (CIF: P-0404700-G)
Plaza de la Constitución, 1 - 04560 Gádor (Almería)
Teléf.: 950.645.211 Fax: 950.645.404