La expedición revolucionaria de agosto de 1824 contra las costas de Almería

HISTORIA [H] - Estudios - Motines y alzamientos
Antigua colección: Historia - Estudios

Resumen:
Con la promulgación del decreto del 1 de octubre de 1823, Fernando VII mandaba al traste, por segunda vez en nueve años, los intentos de imponer en España una Constitución liberal, preludio de una sociedad moderna y burguesa, auspiciada ya por un buen número de ciudadanos. Pero, también desde esa misma fecha crucial, los liberales de dentro (proscritos y en plena clandestinidad) y de fuera (exiliados en Inglaterra, Francia o Gibraltar), aunando esfuerzos e inquietudes, intentarán permanecer en estrecho contacto, con el fin de enterrar cuanto antes al redivivo Antiguo Régimen, defendido todavía con uñas y dientes por toda la masa servil que se aglutina en torno al Altar y al Trono. Partiendo, pues, de Gibraltar, la trama revolucionaria se extiende rápidamente por tierras de Málaga, Granada y Almería, arraigando de manera muy contundente en comarcas del interior, como la Taha de Marchena, la Cuenca del Río Almanzora, el Valle de los Vélez o la Hoya de Baza. Basándose, pues, en estas hipotéticas fuerzas, el revolucionario Pablo Iglesias parte de Gibraltar en agosto de 1824, con la idea de intentar un rompimiento por sorpresa contra las viejas murallas de Almería. Pero la expedición constituyó un auténtico fracaso. Y, a su albur, quedaron sumidos en la más brutal represión todos los pueblos del Sureste, directa o indirectamente implicados en el frustrado plan insurreccional.