María Rosario LUCAS BURGOS


LUCAS BURGOS, María Rosario (Almería, 1909 - Córdoba, 1960). Fundadora de las Esclavas del Santísimo Sacramento y de la Inmaculada.


Aunque almeriense de origen, en 1912, siendo una bebé de tres años (nació el 27 de febrero de 1909), la familia de María Rosario Lucas Burgos -María del Rosario del Espíritu Santo en religión- su familia emigró a Melilla. A los diez años, edad en la en que hizo su primera comunión, ya manifestaba que “Dios le infundía una alegría sobrenatural en su alma cuando veía incensar al Santísimo Sacramento”.

En Málaga concluyó la enseñanza media y, siendo una adolescente, tomó la irreversible decisión de profesar “en la casa que la Congregación de las Religiosas de la Sagrada Familia de Burdeos tenían en Hortaleza (Madrid), con la esperanza de ser destinada a la Casa de las Solitarias de Saintoge, en Burdeos”, donde vivían en adoración perpetua al Santísimo.

En Hortaleza ingresó como postulante en 1928 y tomó el hábito el 25 de septiembre de ese año, profesando los primeros votos el mismo mes de 1929. En 1931 los renovó y la trasladaron a Burdeos, donde hizo su profesión perpetua en 1932. Pero los superiores le indicaron que debía regresar a España porque allí hacían falta religiosas. Nuestra paisana laboró en la congregación, especialmente como enseñante (en Barcelona, Valencia, Madrid y Tolosa), alternando dichas tareas con los estudios de Filosofía y Letras. Diagnosticada de un tumor en la rodilla, en noviembre de 1935 obtuvo permiso para cumplir con la terapia indicada y pasar la convalecencia con su familia en Melilla. En este tiempo, cuenta en sus crónicas, que “empleaba habitualmente ocho horas de oración diarias ante el Sagrario, suplicándole al Señor con vivas ansias que me mostrase el instituto religioso donde al fin pudiera realizar mi vocación”. Es en este momento cuando comienza a desarrollar su carácter “entero, serio y sencillo”.

Aconsejada nuevamente por su director espiritual, dejó la Congregación de la Sagrada Familia -a la que siempre guardó grato recuerdo y cariño-, pidiendo dispensa de los votos, y a finales de 1943 dio en Málaga los primeros pasos “para la fundación de una congregación dedicada a la Adoración Perpetua del Santísimo Sacramento, distinguiéndose claramente de las Adoratrices de Santa Micaela, pues éstas pueden suprimir la adoración nocturna cuando escasean religiosas para cubrir los turnos u otras dificultades”.

El 24 de diciembre de 1943 comenzaron las cuatro primeras “esclavas” a hacer vida de comunidad. La reciente fundación recibió la aprobación de Pía Unión en 1944 de manos del obispo de Málaga, Balbino Santos y Oliveira, quien, nombrado en 1946 arzobispo de Granada, solicitó a la madre María Rosario que se estableciera en su diócesis. Dicha Pía Unión se trasladó a la ciudad nazarita, donde por decreto de 15 de septiembre de 1948 quedó erigida como Congregación Religiosa de Derecho Diocesano, celebrándose solemnemente el acto de erección canónica el 7 de octubre, fecha en que hicieron públicamente los votos religiosos perpetuos la madre fundadora y los primeros miembros del Instituto de Esclavas del Santísimo Sacramento y de la Inmaculada.

Atraídas por el ideal contemplativo, en su doble aspecto de eucaristía y esclavitud mariana, se multiplicaron las vocaciones y muy pronto se sucedieron nuevas fundaciones por toda España, alentadas por la almeriense: Cuenca, Cáceres, Gerona, Salamanca, Orense, Jaén, El Ferrol y, en 1959, Córdoba, última de las impulsadas por ella. En la actualidad son 14 las casas repartidas por España e Hispanoamérica.

Al comienzo de la fundación, cuando el carisma de la vida contemplativa en la adoración perpetua al Santísimo se puso en cuestión, buscó en la Compañía de Jesús el “discernimiento de la voluntad de Dios”. El 18 de julio de 1951 visitó al provincial de Andalucía, Juan Ponce, quien la recomendó al padre José Antonio de Aldama y Pruaño, jesuita de gran prestigio y reconocido intelectual. Este se entrevistó con ella en el mes de julio, clarificándose definitivamente el carisma de la congregación: “dar culto de adoración al Santísimo Sacramento en unión íntima con la Virgen Inmaculada”. Por esta circunstancia, José Antonio de Aldama está considerado por tanto como cofundador.

El 16 de septiembre de 1957, María Rosario fue recibida en audiencia privada por Pío XII. Falleció el 5 de enero de 1960 tras una larga enfermedad y su cuerpo reposa en la capilla de las Esclavas del Santísimo y de la Inmaculada en Córdoba. La congregación femenina se estableció en Almería en 1988, ocupando la restaurada iglesia de San Pedro el Viejo (coloquialmente Sagrado Corazón o de los Jesuitas) y unas casas aledañas en las calles Guzmán y Padre Luque que les sirven de residencia.

 

Fuentes:

Diccionario Biográfico de la Real Academia de la Historia (José Martín Brocos Fernández).

Congregación de las Esclavas del Santísimo Sacramento (Almería).

 




Sevillano Miralles Antonio





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