Lorenzo Gallardo Gallardo nació el 11 de enero de 1897 en Berja (Almería). Casado con Dalila Acosta Garzolini fue padre de una hija. Murió en Almería el 9 de diciembre de 1978.
Miembro de la familia Gallardo que, procedente de Lorca (Murcia), se instaló en los municipios almerienses de Vera y Mojácar a finales del siglo XV, y posteriormente en Berja. Lorenzo Gallardo Gallardo fue hijo del terrateniente y político José Mariano Gallardo Tovar (1854-1898) que había sido diputado a Cortes por el partido liberal en 1886, 1893 y 1898. Sobrino de Lorenzo Gallardo Tovar (1856-1925) que fue diputado por el partido liberal en 1901 y senador en 1903, 1905, 1910 y 1916. La familia Gallardo conformó una tupida red de poder político, económico y social en Berja en la segunda mitad del siglo XIX y primera del XX.
Estudió bachillerato en Málaga, Guadalajara y Almería. Licenciado en Derecho por la Universidad Central de Madrid en 1921, su actividad profesional estuvo siempre ligada a la uva y la agricultura en general de la que fue un profundo conocedor. En mayo de 1929, con apenas 32 años de edad había sido nombrado vocal asesor del Delegado Regio de la Cámara Oficial Uvera de Almería, el gobernador civil Carlos Palanca Martínez-Fortún. Entre 1931 y 1934 presidió la Comisión Gestora que dirigió la Cámara Oficial Uvera. Constituido en noviembre de 1943 el Sindicato de Frutos y Productos Hortícolas, Lorenzo Gallardo Gallardo ocupó la presidencia desde 1947 de este sindicato corporativo que se encargó de la producción y comercialización de uvas, naranjas, patatas, almendras y verduras en la provincia.
Continuando la tradición e influencia familiar, Lorenzo Gallardo Gallardo se inició en política en julio de 1929 al ser nombrado por el gobernador civil concejal del ayuntamiento de Berja coincidiendo con la alcaldía de su cuñado Francisco Oliveros del Trell, casado con Carmen Gallardo Gallardo. Desde los primeros años de la dictadura era escolta del Somatén en Berja.
En abril de 1931 fue elegido concejal de Berja en la candidatura del partido liberal demócrata y nombrado primer teniente de alcalde. En noviembre de 1931, junto a dirigentes de la Unión Patriótica almeriense primorriverista como Rafael Calatrava Ros, José Sánchez Cantón, Francisco Alonso Martínez, José López Quesada, Juan José Vivas Pérez y Luis Gay Padilla, fue uno de los fundadores de Acción Popular en Almería. Si en un primer momento actuó como vocal del Comité Directivo, en mayo de 1933 ocupó la presidencia tras los enfrentamientos internos en el partido. Presidencia que ostentó hasta diciembre de 1934, volviendo al cargo de vocal, pero en este caso como nato en su condición de diputado a Cortes.
Según su propio testimonio participó en Almería de forma activa en la trama golpista que culminó en julio de 1936. Desde mayo de ese año habría estado en contacto con los ex diputados Federico Salmón y Francisco Sánchez Miranda, quienes le encargaron la organización de la sublevación en Almería. Por su parte, ellos garantizarían el envío de las armas necesarias. Además, acordó con el teniente coronel Huerta, al frente del batallón de Ametralladoras y con el jefe de la Comandancia de la Guardia Civil la forma de suministrar las armas a los sublevados en el caso de que el golpe se produjese antes de la llegada del armamento prometido. Para facilitar la llegada de las armas diseñó un plan junto al ingeniero Luís Tornero Templado y el agente de Aduanas Arturo Utrera Cuenca, por el que serían desembarcadas en los puertos almerienses de Garrucha y Adra. Además, organizó a dos grupos de partidarios: cuatrocientos en la capital y unos seiscientos en su localidad natal de Berja. Fracasada la sublevación en Almería, fue detenido. Tras ser liberado en extrañas circunstancias, permaneció oculto hasta el final de la guerra. El proceso de expropiación y colectivización llevado a cabo durante la Guerra Civil a partir del decreto de 7 de octubre de 1936 afectó a sus propiedades de Almería, Berja y Dalías.
Finalizada la Guerra Civil, a pesar de afiliarse a la FET-JONS, quedó momentáneamente al margen de la vida política. A pesar de su alejamiento de los cargos políticos, su influencia y poder se mantuvo en el Ayuntamiento de Berja favoreciendo sus intereses y los de sus “amigos políticos”. Los cambios políticos producidos en Almería con la llegada del gobernador civil Manuel Urbina Carrera, motivaron que volviera a la política activa al ser designado el 18 de junio de 1947 Presidente de la Diputación Provincial de Almería. Se inició así un periodo al frente de la Corporación provincial que se prolongó hasta el 2 de mayo de 1958 cuando abandonó definitivamente la política.
El 2 de enero de 1948 el Ayuntamiento de Berja le declaró Hijo Predilecto del municipio. En reconocimiento a su labor al frente del Sindicato de Frutos durante casi treinta años ingresó en 1954 en la Orden de Alfonso X el Sabio, siéndole concedida la Orden del Mérito Civil con motivo del “Día del Caudillo” en 1955.
Elecciones y actividad parlamentaria
En las elecciones a Cortes de noviembre de 1933, presidente en ese momento de la Acción Popular almeriense, concurrió como candidato de la Unión de Derechas junto a Andrés Cassinello Barroeta, Cayetano Suárez Sánchez y Emilio Gimeno Pérez, miembros también de Acción Popular, y de Luis Giménez Canga-Argüelles como candidato Agrario. Celebradas las elecciones consiguió el acta de diputado siendo el candidato más votado en el partido judicial de Almería y en los de Berja y Canjáyar. En estos últimos distritos, su familia había tenido su feudo electoral por su condición de grandes propietarios uveros y su vinculación política durante años atrás. De este modo fue el segundo candidato más votado en la provincia con 48.501 votos frente a los 54.608 del radical Antonio Tuñón de Lara. En febrero de 1936 se celebraron unas nuevas elecciones en las que, de nuevo concurrió junto a Luis Giménez Canga-Argüelles, Luis Belda y Soriano Montoya, Emilio Muñoz Párraga y el teniente coronel Ricardo Rada Peral en la candidatura de la CEDA. Aunque revalidó su acta de Diputado, con 57.346 votos fue el candidato con menos votos entre los elegidos.
Como miembro de la Diputación fue elegido Procurador en Cortes. El 2 de octubre de 1947 sustituyó a su predecesor en el cargo, Ginés Parra Jiménez, pasando a formar parte de la II Legislatura. En las Legislaturas III, IV y V fue elegido por unanimidad de entre los miembros de la Diputación de Almería.
El 27 de diciembre de 1933 inició su vida parlamentaria en la República en la que ocupó un papel secundario al ser incluido como suplente en las comisiones de Guerra y del Tribunal de Cuentas. En las Cortes de 1936, también lo hizo como suplente de la Comisión de Obras Públicas.
Al margen de participación en las comisiones, la atención a los problemas de la provincia de Almería centró su actividad a través de sus intervenciones parlamentarias. El 5 de enero de 1934 intervino para solicitar la ampliación de la exportación de la uva almeriense como forma de contrarrestar la balanza comercial negativa española con algunos países. Al igual que el resto de Diputados por Almería, se sumó en marzo de 1934 a una proposición de ley para modificar el Decreto-Ley de 11 de mayo de 1926 que perjudicaba al puerto de Almería, gravado con una contribución industrial excesiva que impedía su viabilidad económica. En otros momentos intervino para apoyar desde la oposición iniciativas como la de su compañero de partido por Almería Luís Giménez Canga-Argüelles que exigía al gobierno de Casares Quiroga mayores inversiones en la provincia. Y lo hizo para, además de secundar todas las exigencias de inversiones públicas para la provincia, solicitar una serie de obras hidráulicas en su feudo de Berja. En concreto, exigió la mejora del cauce y riegos en Dalías, conducción de agua potable desde la fuente de Marbella al pueblo de Adra y fondos para repoblar el Río Chico. Así mismo, aprovechó la oportunidad para mantener una dura pugna con el diputado socialista almeriense Gabriel Pradal que trataba de defender la labor del nuevo Gobierno, mientras que Lorenzo Gallardo defendía las actuaciones ejecutadas en el bienio anterior y criticaba la pasividad del nuevo Gobernador Civil de Almería.
Al margen de temas localistas, Lorenzo Gallardo se sumó en mayo de 1934 a una proposición de ley promovida por Andrés Cassinello Barroeta para que se reconociese el tiempo de servicio en el Cuerpo de ingenieros de minas del Ministerio de Industria y Comercio a quienes hubiesen dependido en su momento del Ministerio de Instrucción Pública y Bellas Artes, modificando así el artículo 4º del Estatuto de Clases pasivas del Estado de 1926.
Como Procurador en las Cortes franquistas, su estrecha relación directa con los intereses agrarios motivó su inclusión en la Comisión de Agricultura desde el 18 de diciembre de 1952.