José Mariano Gallardo Tovar pertenecía a una de las familias burguesas instaladas en el poniente almeriense cuya influencia política y social perduró, desde el inicio de la Restauración (1874), hasta la segunda década del franquismo. Sus padres eran José Mariano Gallardo Barrionuevo y Jacoba Tovar y Tovar, cuya unión (1853) es un ejemplo de alianza matrimonial establecida entre propietarios de la minería almeriense y la aristocracia que se instaló en la localidad de Adra desde hacía varios siglos. Como muchas mujeres de aquella época, Jacoba Tovar falleció prematuramente al mes de dar a luz a su segundo hijo, Lorenzo.
El padre era propietario industrial y abogado, vinculado al Partido Liberal. Participó en la actividad política local como regidor de sanidad y en la alcaldía de Adra, dando posteriormente un giro al conservadurismo canovista. Tras la muerte de Jacoba, se casó en segundas nupcias con Victoria Medina Moreno (1863), cuñada de Ana Tovar y Tovar. De este segundo matrimonio nació Julio Gallardo Medina. Sus abuelos paternos eran Antonio Mª Gallardo y Gádor Barrionuevo, naturales de Berja. Por vía materna eran Nicolás Tovar y Basilia Tovar, padres de los políticos José y Justo Tovar. Éste último fue uno de los hombres significativos del progresismo y liberalismo local, pues en 1843 ya había formado parte de la Junta Revolucionaria “centralista” situándose en el primer plano del progresismo esparterista. Fue uno de los fundadores del Partido Constitucional liberal de Sagasta en Almería (1876) desde donde pasó a la fracción fusionista liberal. Formó parte junto a otros abderitanos de la Junta encargada del proyecto de construcción del ferrocarril Linares-Almería (1879). Sus primos, Francisco y Pedro Jover y Tovar destacaron en la vida política y social española. Éste último fue secretario personal de Alfonso XII y Francisco fue Consejero del Banco de España (1884), alcalde de la capital en dos ocasiones y diputado a Cortes por el distrito de Berja en las elecciones de 1899.
La trayectoria política de los Gallardo obedecía a un proyecto familiar planificado. José Mariano fue el mentor de su hermano Lorenzo a quien abrió paso en el terreno político. Éste alcanzó el acta de diputado a Cortes por su distrito natal en la legislatura de 1901 y fue senador en cinco ocasiones, lo que le permitió continuar en la Cámara Alta hasta el año 1916. La trayectoria paralela de los hermanos Gallardo no sólo se planificó en el plano político. También lo fue en cuanto a las alianzas matrimoniales, casándo ambos en la misma fecha (1881) con sus respectivas primas: Julia y Mª Gádor Gallardo Gallardo, sellando alianzas económicas familiares que culminaron en una colosal fortuna.
Inició en el año 1870 los estudios de jurisprudencia, en la Facultad de Derecho de Granada, el mismo año en que su padre los finalizó. Su expediente académico es el paradigma que constata cómo los hijos de los pudientes de aquella época tuvieron el privilegio de gozar de otra realidad. En el documento, además de cierta dificultad para los estudios mantenida en el tiempo, se refleja el cómo la influencia paterna le permitió finalizar la carrera, librándose del “servicio de armas” del que quedó “exceptuado por inutilidad”, en 1874, año en el que su padre volvía a ser alcalde.
Las pistas documentales del patrimonio de José Mariano Gallardo dejan constancia de una importante herencia, sin cuantificar. El origen de su fortuna lo constituía, de una parte, la suma de las tierras heredadas de su madre cuya finca más significativa estaba situada en la barriada abderitana del Barranco de Almerín. Este terreno contaba con la casa familiar de los Tovar que incluía tierras de riego y una amplia extensión de secanos y viñedos, cuyo cortijo tenía lagar con bodega propia. De otra parte, heredó parte de las fundiciones “La Torre” y “Hortales” que el padre poseía en Adra, además de varias minas de plomo en la Sierra de Gádor como la Casa fundidora “Gallardo y Cía” establecida en Berja, en 1873. Antes de su fallecimiento, cedió parte de su herencia a su hermano Lorenzo.
Elecciones y actividad parlamentaria
Vinculado al Partido Liberal comenzó su actividad política apoyado por los prohombres de la derecha constitucionalista liderada por Carlos Navarro Rodrigo, Antonio Martín Toro y Sebastián Pérez García procedentes de la fracción conservadora los “javieros” quienes se unieron en 1884 al Partido Fusionista Liberal. De este modo, formó parte de la red caciquil del fusionismo provincial de la Restauración.
En las elecciones de abril de 1886 fue presentado como candidato a las Cortes por el distrito de Berja, disputándo el cargo con el conservador Fernando Heredia. Hasta entonces, no había ocupado ningún otro cargo político. Renovó el acta en dos ocasiones más: la legislatura de 1893 y la de 1898, donde las incidencias electorales ponen de relieve las protestas presentadas al haber votado electores que no estaban en el censo. Coincidiendo con los “turnos” electorales de los liberales, José Mariano Gallardo triunfaba en 1893 en unas elecciones amañadas cuyo número de votos obtenidos -- 5.804-- coincidían exactamente con el número de votantes.
Su actividad parlamentaria es prácticamente inexistente a lo largo de los ocho años que estuvo como diputado, estando presente en dos comisiones de incompatibilidades en los años 1893 y 1894. Durante su primera legislatura culminó el proyecto del ferrocarril almeriense iniciado por su tío Justo Tovar, siendo declarado hijo adoptivo y predilecto junto a los diputados locales Juan Anglada, Antonio Bernabé Soler y Agustín de la Serna (Barón de Sacro-Lirio), en el último pleno de la alcaldía almeriense celebrado en marzo de 1887.
A comienzos del año 1899, tras la caída del gobierno de Sagasta y coincidiendo con la búsqueda “regeneracionista” de los partidos del turno, se pasó al grupo de la alianza Silvela-Polavieja, en previsión de la renovación de su acta en las elecciones de este año. Su prematura muerte en este mismo año frustró este proyecto.
Al morir sin descendencia, tanto sus bienes como el continuismo político recayó en su hermano a quién él mismo había preparado para el relevo político y, en el hijo de éste, Lorenzo Gallardo Gallardo. El obtuvo el acta de diputado por el distrito de Berja, en las elecciones de 1901 controlando así la política del distrito a través de una clientela política que ocupaban puestos municipales, provinciales, nacionales. En cuanto a su sobrino, se casó con la rica heredera Dalila Acosta Garzolini, hija del ex-diputado Antonio Acosta Oliver. Con la ayuda de su suegro, éste ascendió a la política local iniciando su actividad política durante la Dictadura de Primo de Rivera como miembro importante del Somatén. Fue fundador del partido “Acción Popular”, un partido tradicionalista católico que dio origen a la Confederación Española de Derechas Autónomas (CEDA) desde donde ascendió a diputado a Cortes en 1933 y, posteriormente, uno de los principales sublevados que culminó con la trama golpista de 1936. Su trayectoria le respaldó para ser presidente de la Diputación Provincial en la dictadura franquista.