Antonio Miguel de Medina fue uno de los diputados a Cortes de los que se desconocen los datos sobre sus orígenes y descendencia. Su nombre aparece vinculado al de Joaquín Vilches Baeza. Éste era un liberal moderado que resultó encausado y superviviente del grupo de “Los Coloraos” fusilados al intentar liberar a la provincia de los “facciosos” carlistas (08. 1824), ocupando posteriormente los cargos de Secretario de la Diputación Provincial, regidor y diputado a Cortes en dos ocasiones por la provincia de Almería.
Era propietario, pero se desconoce las haciendas de su patrimonio personal y familiar.
El inicio de su trayectoria política viene marcada al presentarse candidato por la circunscripción de Almería, sin el resultado que era de esperar (22.09.1937). El periódico “El Español”, publicaba en esta fecha la relación de candidatos que se presentaron en esta ocasión por la circunscripción almeriense. Se trata de un núcleo de moderados significativos quienes, algunos años más tarde, pasarían a las filas progresistas. Según esta misma fuente, los discursos electorales de los candidatos de los bandos liberal y conservador fueron acalorados y auguraban disgustos en las elecciones. Sin embargo, los habitantes de la provincia dieron una muestra de ilustración. En el colegio electoral no se oían más que voces de paz y de unión: “votemos libremente, siga cada cual su opinión, y no se encarnicen por esto los partidos”.
No aparece su nombre en el “Diccionario biográfico de parlamentarios de Andalucía”, 1810-1869.
Elecciones y actividad parlamentaria
Posicionado en las filas progresistas, volvió nuevamente a presentar candidatura en las siguientes elecciones, otra vez por la circunscripción de Almería. Su ascenso a la Cámara se produjo como diputado suplente con 5.415 votos, votando 8.745 de los 10.880 electores (24.07.1839). En esta ocasión, se auguraba un resultado con amplia mayoría liberal, pues de las 41 provincias de la España de entonces, 30 votaron a los liberales y 19, al Partido Conservador. Los diputados electos por la provincia fueron, además de Antonio Miguel de Medina, José Agustín Cañabate, Ramón Orozco Gérez, José Jover, Francisco Aquino Amat y José Suarez, éste último ex-diputado de las Cortes Constituyentes de Cádiz Todos ellos formarían la plana mayor del progresismo almeriense de los años centrales del siglo XIX, con Ramón Orozco como líder del Partido.
Su actividad parlamentaria fue muy corta, pues aquella legislatura apenas duró unos meses ya que tomó posesión del acta el 4 de septiembre de 1839 y el 18 de noviembre del mismo año fue disuelto el Congreso y convocadas nuevas elecciones. Sin embargo, su activismo político continuó al menos, durante las dos décadas siguientes.
Formó parte de la Comisión que pidió responsabilidades al gobierno por las infracciones y atropellos que los alcaldes de Albox y Alcolea acometieron contra los vecinos de estos municipios y la propia Administración. Fue uno de los seis firmantes de un artículo dirigido al periódico “El Eco del Comercio” en el que se quejaba de que los jefes políticos separaran de sus respectivos cargos a los responsables de la Diputación por haber sancionado a dichos alcaldes (29.12.1939).
En el año 1858 era uno de los representantes del Comité Progresista del distrito de Tíjola, pero en las elecciones de octubre de este año fue uno de los 33 moderados que se pasaron a las filas de la Unión Liberal liderada por Juan Miguel Arenal, quien resultó electo en cuatro legislaturas hasta que fue derrotado por los que ahora le apoyaron.
Durante el Sexenio Democrático se vinculó al Partido Republicano Progresista de Manuel Ruiz Zorrilla. Cuando éste convocó nuevas elecciones, Antonio Miguel de Medina aparece como vocal del Comité Republicano Federal del distrito de Purchena (22.08.1869). A partir de esta fecha se pierde su pista documental.