Gabriel PRADAL  GÓMEZ


PRADAL GÓMEZ, Gabriel (Almería, 1891 - Toulouse (Francia), 1965). Diputado por Almería, 1931 y 1936.


Gabriel Pradal Gómez nació en Almería el 21 de septiembre de 1891. Murió el 15 de septiembre de 1965 en Toulouse (Francia).  

Hijo de Gabriel Pradal Ruiz y Clotilde Gómez. Su padre fue ayudante del Arquitecto municipal de Almería Trinidad Cuartara. Casado en 1921 con Mercedes Rodríguez Pérez, hija del socialista Antonio Rodríguez. Padre de cinco hijos. 

Tras finalizar sus estudios de Bachillerato en Almería, en 1911 se trasladó a Madrid para cursar la carrera de Arquitectura que concluyó en 1921. Como arquitecto unió sus proyectos de un marcado carácter social a las organizaciones socialistas. En Madrid firmó proyectos como la imprenta de El Socialista, la Mutualidad Obrera en la calle Eloy Gonzalo, la Ciudad Jardín del Norte o la ampliación de la Casa del Pueblo de Madrid. Como arquitecto del Sindicato minero de Asturias diseñó edificios como la Casa del Pueblo y el Teatro de Sama de Langreo. Entre 1922 y 1935 proyectó en Almería casas del tipo puerta-ventana y rehabilitación de edificios como la Casa de la Socorro en la calle Alcalde Muñoz. La obra más significativa que realizó en Almería fue el edificio de la Escuela de la Asistencia Social en la calle Calzada de Castro. En su condición de arquitecto ejerció como vocal de la Junta de la Sociedad Central de Arquitectos en junio de 1923 y presidente del Colegio de Arquitectos de Madrid durante la Guerra Civil.   

            A partir de 1913 comenzó sus colaboraciones en prensa a través de artículos en el periódico republicano almeriense “El Radica”l ligado al histórico republicano José Jesús García. Desde 1917 se convirtió en el cronista en Madrid del periódico almeriense reformista “El Día”, donde con el seudónimo de “Pericles García” continuó con sus artículos cargados de compromiso social y entrevistas a personajes tan destacados como Julián Besteiro. 

Su activismo y su identificación ideológica le llevaron a afiliarse al PSOE el 21 de octubre de 1919. La vinculación política de Gabriel Pradal Gómez con Almería y más en concreto con el PSOE almeriense se inició tras la dictadura de Primo de Rivera. 

 

            La decisión de Julián Besteiro de alejar a la UGT de la dinámica política fue respondida por el sector izquierdista del PSOE que lidera Francisco Largo Caballero y del centro vinculado a Indalecio Prieto que desbancaron a Besterio de la Ejecutiva socialista en 1932. En este giro a la izquierda en el partido, Gabriel Pradal representó en Almería las posiciones izquierdistas de Largo Caballero

             A lo largo de la Guerra Civil ejerció un papel destacado, tanto en Almería como en la zona republicana. Una vez que el gobernador civil de Almería, Vallejo Peinado, tuvo conocimiento de la sublevación militar en África el 17 de julio de 1936, comunicó de inmediato la situación a los dirigentes del Frente Popular en Almería. En los momentos iniciales Gabriel Pradal asumió un papel fundamental para hacer fracasar la sublevación en Almería. En primer lugar, movilizó a los obreros de la provincia a través de la Federación Provincial del PSOE que al día siguiente llegaron a la capital para impedir una posible sublevación. En los días siguientes se mantuvo junto al Gobernador Civil y otros dirigentes del Frente Popular de Almería como Francisco de Burgos Seguí y Miguel Hernández Cerrá para combatir a las primeras fuerzas sublevadas en Almería. Para solucionar problemas como el abastecimiento, el transporte y el trabajo en la retaguardia provincial, impulsó la creación del Comité Central Antifascista integrado por la Federación Provincial Socialista, UGT, PCE, y las Juventudes Socialistas y Comunistas.  

            En 1937 se trasladó a Cartagena para desempeñar las tareas propias de comisario político del buque Jaime I. El 16 de julio de ese año sobrevivió a la explosión del acorazado cuando se encontraba en el puerto de Cartagena y que algunas fuentes señalaron como resultado de un sabotaje. Hasta el 6 de abril de 1938 actuó como Comisario del Primer Regimiento Naval de la Base de Cartagena. De este cargo pasó a jefe de la Comandancia de Ingenieros de Obras Militares n.º 3 en Cataluña con el grado de teniente coronel. Durante su estancia en Cataluña retomó su actividad como Diputado participando en las sesiones de Cortes celebradas en Barcelona a partir del 1 de octubre de 1938. Asistió a la histórica última sesión de las Cortes celebradas en España en el castillo de Figueras el 1 de febrero de 1939.  

El 6 de febrero de 1939 atravesó la frontera francesa para ser internado en el campo de Argelés Sur-Mer. Con la ayuda de un Comité de Apoyo a los intelectuales españoles en el exilio pudo trasladarse pronto a Toulouse donde en julio de 1939 consiguió reunirse con su familia. Sus dos hijos mayores habían permanecido hasta entonces en la Bretaña francesa, mientras que su mujer y sus tres hijos menores regresaron desde Orán.      

            El inicio de la Segunda Guerra Mundial y la Francia de Vichy empeoraron aún más las condiciones de los republicanos españoles en el exilio francés. En la política de dispersión emprendida, fue obligado a desplazarse a la ciudad francesa de Le Mans. La débil salud de su esposa, Mercedes Rodríguez Pérez, que falleció el 11 de julio de 1940 impidió el traslado. 

            Mientras, su situación en la España franquista no fue más halagüeña. En 1941 el gobierno español solicitó su extradición por oponerse al Alzamiento Nacional en Almería, por su condición de Diputado socialista y por haber actuado como comisario político del Jaime I. Al ser detenido por la policía francesa para proceder a la extradición, expuso que el propio Ministro de Asuntos Exteriores español, Ramón Serrano Suñer, podría informar de su inocencia. Entre ambos personajes existió una relación de afecto y favores mutuos desde años atrás. Con motivo de la votación por el acta de Diputado en 1933, Serrano Suñer había votado a favor de Pradal. Cuando en septiembre de 1936 Serrano Suñer fue detenido por las fuerzas republicanas, Pradal intercedió a requerimiento de éste consiguiendo su libertad. Sorprendentemente, ante el conocimiento de estos hechos, y no se sabe si ante una posible intervención de Serrano Suñer, la policía francesa dejó a Pradal en libertad vigilada ante la imposibilidad de precisar si exactamente era la persona objeto de la solicitud de extradición. 

En julio de 1944 el Tribunal de Responsabilidades Políticas dictó sentencia contra Gabriel Pradal Gómez bajo las acusaciones de que: “siendo el principal inspirador para alentar a las masas marxistas a combatir el Alzamiento, dirigiendo la revolución desde el Gobierno Civil, y una vez fracasado el Movimiento Nacional en esa Provincia, fue nombrado Comisario Político del acorazado Jaime I, y más tarde designado Decano Presidente de la Junta de Gobierno del Colegio Oficial de Arquitectos de Madrid, afecto al Frente Popular, y persiguiendo en este cargo a los compañeros de profesión de ideología derechista, y finalmente Teniente Coronel de Fortificaciones del Ejército Rojo en Cataluña”. Por estos cargos el tribunal franquista le condenó a quince años de inhabilitación absoluta y de extrañamiento, así como a una sanción económica de cien mil pesetas a pagar en el plazo de veinte días. A esta sanción hay que unir la de la Junta Superior Depuradora de la Dirección General de Arquitectura que antes había acordado su inhabilitación perpetua para el ejercicio público o privado de su profesión de arquitecto.

Su situación en Francia tampoco fue fácil. A la persecución policial de la que fue objeto, pronto se unió la falta de recursos económicos al dejar de percibir el subsidio como Diputado a Cortes. Intentó exiliarse a México como el resto de refugiados españoles, pero la denegación del visado en un primer momento y el inicio de la Segunda Guerra Mundial más tarde se lo impidieron. 

            Instalado definitivamente en Francia, participó activamente en la reorganización del PSOE en el exilio. En noviembre de 1944 se celebró en Toulouse, ciudad en la que residía Pradal, el Primer Congreso en el exilio de la organización socialista española en el que actuó como vicepresidente de la Mesa del Congreso que presidió De Francisco. En agosto de 1945 junto a Trifón Gómez, De Francisco, Luis Araquistain y Wenceslao Carrillo representó a los socialistas españoles en Francia en la sesión de Cortes que se celebró en México donde se nombró a Diego Martínez Barrio como Presidente de la República y se constituyó el Gobierno de José Giral. 

            Su notoriedad dentro de las filas socialistas le llevó a ocupar distintos cargos en las ejecutivas del PSOE y la UGT entre 1951 y 1965. En 1951 fue elegido vocal de la Ejecutiva de la UGT en el exilio. Cargo para el que volvió a ser nombrado en el V Congreso celebrado en 1953, VI Congreso de 1956, VII Congreso de 1959, VIII Congreso de 1962 y IX Congreso celebrado en 1965. Asimismo, en agosto de 1950 fue elegido vocal de la Comisión Ejecutiva del PSOE que presidió Trifón Gómez, resultado del XVIII Congreso del PSOE y V del Exilio celebrado en Toulouse. 

            Desde 1952 Gabriel Pradal asumió la dirección de El Socialista en Francia. Dirección que ejerció hasta su clausura por el Gobierno francés en 1961 ante las presiones franquistas. La colaboración con los socialistas franceses permitió que el diario socialista español continuará encubierto como la publicación francesa “Le Socialiste” en la que siguió apareciendo la firma de “Pericles García”. 

            A pesar de padecer cáncer de vejiga, no abandonó en los últimos años de vida su actividad política. En junio de 1962 participó en el Contubernio de Munich. La falta de sintonía política con Rodolfo Llopis, junto sin duda a su propio estado de salud, hizo que en la Comisión Ejecutiva del PSOE se acordara que la dirección de “El Socialista” pasará a manos de Llopis. Gabriel Pradal era partidario de que la dirección del PSOE retornara a España. Posición contraria a la que defendió Rodolfo Llopis. 

 

Elecciones y actividad parlamentaria

 

En junio de 1931 los socialistas almerienses acordaron ir a las elecciones a Cortes Constituyentes en solitario rompiendo así la coalición con los republicanos de las municipales de abril del mismo año. En la candidatura a la mayoría, Gabriel Pradal Gómez fue incluido junto a Pedro Moisés Sánchez Gali, Benigno Ferrer Domingo, José Asenjo García y Antonio Mayral. Los resultados electorales colocaron a Gabriel Pradal como el candidato más votado en la provincia con 21.452 votos. 

Para las elecciones a Cortes en noviembre de 1933, los socialistas acudieron en solitario en una candidatura formada una vez más por Gabriel Pradal, ahora junto a Ernesto Navarro Márquez, Félix Pablo Gundín, Joaquín Alonso García y José Antonio García Rubio. Los resultados electorales dejaron al PSOE como la fuerza política derrotada. El séptimo escaño por Almería que se disputaron el radical Francisco Vega de la Iglesia y Gabriel Pradal tuvo que ser decidido por la Comisión de Actas y Calidades del Congreso de los Diputados. Las irregularidades surgieron en el distrito de Níjar donde se habían perdido las actas originales de votación Si se anula este distrito, Pradal sería el Diputado por los 34.857 votos obtenidos en el resto de la provincia, frente a los 34.683 de su contrincante. Vega de la Iglesia presentó una certificación según la cual, él había sido el candidato ganador en Níjar. Por su parte, Pradal hizo lo propio con otra certificación que negaba tal mayoría. Con estos antecedentes y un acta notarial presentada por Vega de la Iglesia en la que se certificó la autenticidad de las firmas del acta presentada, la Comisión decidió por 136 votos a favor de Vega y 48 a favor de Gabriel Pradal, otorgar el acta de Diputado a Vega de la Iglesia. Entre los votantes a favor de Gabriel Pradal se encontraban Ramón Serrano Suñer y José Antonio Primo de Rivera. 

En las elecciones a Cortes de febrero de 1936 la candidatura del Frente Popular en Almería provocó un enfrentamiento con un protagonismo especial por parte de los socialistas y Gabriel Pradal a la cabeza, al negarse a aceptar la inclusión de Augusto Barcia en la candidatura. Tal fue el enfrentamiento que tuvo que mediar la Ejecutiva socialista para obligar a Pradal y los socialistas almerienses a aceptar al candidato de Azaña por Almería a pesar de su relación histórica con el caciquismo. Con el éxito electoral de la candidatura del Frente Popular Gabriel Pradal volvió a obtener el acta de Diputado, siendo el segundo candidato más votado con 64.699 votos. Curiosamente Augusto Barcia también fue elegido y le superó en número de votos.   

En su actividad parlamentaria, en su primera etapa como Diputado por Almería fue elegido presidente de la Comisión de Fomento en octubre de 1931. En junio de 1933 fue incluido como miembro de la Comisión de Obras Públicas en representación de la minoría socialista. Con el socialista Indalecio Prieto al frente del Ministerio de Obras Públicas y Fomento, presidió la Comisión de Fomento interviniendo en asuntos propios de la misma como el debate para la creación de la Dirección General de Ganadería e Industrias Pecuarias, distintos decretos sobre ferrocarriles, construcciones de carreteras o la defensa del plan de obras públicas de ejecución inmediata en Andalucía, Extremadura, Murcia y La Mancha con el que se pretendía impulsar económicamente estas zonas y paliar el paro obrero.  

            Si bien, la mayoría de sus intervenciones parlamentarias están centradas en la Comisión de Fomento, no dejó de lado los intereses de la provincia. Al igual que el resto de Diputados por Almería, expuso una y otra vez la precaria situación de la provincia. A la denuncia de las deficientes comunicaciones ferroviarias de la provincia, unió otras como el auxilio por las tormentas en Lorca y levante almeriense. En junio de 1932 intervino para solicitar la aprobación de un crédito extraordinario para Almería de un millón y medio de pesetas que paliase la extrema situación de pobreza, así como la creación de una Junta Repartidora que garantizase el reparto de la cuantía económica entre todos los municipios almerienses. Petición a la que se adhirieron de inmediato Benigno Ferrer Domingo y Antonio Tuñón de Lara. 

            A su vuelta a la actividad parlamentaria en 1936 fue incluido en la Comisión de Comunicaciones, Transportes y Obras Públicas; además de suplente de las comisiones de Gobernación y la de Tribunal de Cuentas. Tal y como se había convertido en norma durante la República entre los Diputados por Almería, se sumó a cuantas peticiones de ayuda a la provincia se realizaron. En junio de 1936 secundó una petición de Luis Giménez Canga-Argüelles reclamando obras hidráulicas para la provincia. En la misma sesión defendió que la reforma agraria en Almería no consistiría en el reparto de tierras, sino en llevar agua hasta los campos sedientos.





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