Diego José FERNÁNDEZ CAPARRÓS


FERNÁNDEZ CAPARRÓS, Diego José (Vera, 1703 - Madrid, 1775). Constructor de claves.


      De esta ciudad procedía toda su familia. Casado con María Valdivia, también natural de Vera, fueron padres de varios hijos. Nada se sabe acerca del lugar, maestro o escuela en la que se llevó a cabo su formación musical como creador de claves.

      El reinado de Felipe V e Isabel de Farnesio marcó el inicio de esa intensa relación de servicio a la monarquía a través del arte de la música. Durante el reinado de Fernando VI y de la portuguesa Bárbara de Braganza, una de las reinas más cultas de la monarquía española, el veratense Fernández Caparrós alcanzó, probablemente, el punto culminante de su carrera artística. A instancias de la Reina, amante incondicional de la música, obtuvo por real decreto una asignación económica fija con el encargo de asumir la responsabilidad de la construcción, mantenimiento y  reparación de todas las claves que existiesen en la Casa Real. Su arte musical le permitió disfrutar de una serie de prerrogativas sólo al alcance de las personas más próximas a la familia real. El periodo correspondiente al reinado de Carlos III fue de intensa actividad creativa. Además, trabajó especialmente para el infante Gabriel y para la nobleza española: la Casa de Osuna, los Duques del Infantado y otros grandes de España.

      Ninguna clave construida por este autor ha llegado hasta nuestros días. La descripción de un instrumento elaborado por D. Fernández para María Bárbara de Braganza nos aproxima a la belleza y calidad de los materiales que lo componían: “...de madera de álamo blanco, la caxa interior. Atril y batiente, de cedro y ciprés. Teclado con 61 teclas de ébano y nácar y hueso. Pie torneado con chapas y tornillos de yerro para desarmar”.

      Dedicó cincuenta años de su vida a construir y afinar instrumentos musicales para los distintos reyes y reinas de la monarquía española durante algo más de tres generaciones. Ninguno de sus hijos continuó la tradición paterna, aunque sí lo hizo su sobrino, Julián Fernández, que ocupó, como constructor de claves, el vacío dejado por este músico en la Corte española del siglo XVIII.




Amate Martínez, Mª. Carmen





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