Prototipo de militar ilustrado almeriense de la segunda mitad del siglo XVIII, era hijo de Basilio Gómez Ramírez de Arellano, abogado de los Consejos y alcalde mayor de Almería, y de Jerónima Corbalán García de Morales; se casó con Carmen Tortosa, hija del brigadier Miguel Tortosa, perteneciente a una familia acomodada con algunas propiedades en Huécija.

      Alférez del ejército, fue ascendido a capitán en 1770 cuando sufragó, junto a su hermano Bernabé, gran parte de la construcción del castillo de Los Escullos. A los pocos años fue nombrado teniente coronel, hacia 1783 alcanzó el grado de coronel de caballería y, poco después, el de comandante en segundo de la Compañía de Infantería de la Costa. Caballero de Carlos III, accedió al cargo de regidor perpetuo en 1763 y alcalde mayor interino en 1774. Siendo contador de guerra, estuvo encargado de los fondos destinados para la manutención y gastos de los colonos que habían desembarcado en el puerto de la ciudad con destino a las nuevas poblaciones de Sierra Morena en 1767, y fue responsable de la construcción de la Casa de Misericordia (1784). También fue administrador de los bienes del conde de Revilla, en Tabernas, así como de novenos, excusados y rentas reales, y mantuvo diferentes intereses comerciales en el medio Andarax. Miembro de la Sociedad Patriótica de la ciudad de Vera y su jurisdicción desde 1775, junto a sus hermanos Antonio (presbítero) y Bernabé (capitán), propuso algunos años después a la docta corporación establecer una fábrica de vidrios, cristales y jabones en Almería, donde había materias primas suficientes, con el fin de sustraer el beneficio de la barrilla a los comerciantes extranjeros.

      Pero quizá una de las actividades más curiosas en las que se vio involucrado fue en los extraños sucesos acaecidos en Tabernas hacia 1774, para cuya resolución practicó algunas diligencias que se concretaron en la primera excavación de varias tumbas prehistóricas (en concreto de la Edad del Cobre) con su correspondiente memoria arqueológica de la que se tiene noticia en toda la Península, cuyo informe se guarda en la Real Academia de la Historia.

      Gómez Corbalán tuvo larga progenie. Uno de sus hijos, José Gómez de Tortosa, fue coronel de caballería y gobernador de la plaza de Rosas; Felipe, caballero de la Orden de Calatrava, comisionado del crédito público, administrador de novenos y excusado y regidor perpetuo de la ciudad. Ambos participaron en la Milicia Nacional Local de Caballería en apoyo de la Constitución de Cádiz. Un hijo de este último, Felipe Gómez Puche, era un hacendado liberal que organizó diferentes actos en apoyo a la Constitución junto a su buen amigo Joaquín de Vilches.