Gobernador y comisario de la repoblación de Tabernas. Casado con Juana Rodríguez, pertenecía a una de las familias de la oligarquía local de Moratalla, algunos de cuyos miembros llegaron a ser caballeros cuantiosos de esta importante villa de la encomienda de la orden de Santiago en el noroeste murciano. Se le conocía como el Gobernador, probablemente por desempeñar tal cargo durante algunos años en el castillo de Tabernas. Se comprometió ante el Consejo de Población de Granada a repoblar la villa de Tabernas, junto a Alonso Montero (oriundo de Alcalá de los Gazules, Cádiz), tarea difícil por la peligrosidad de la cercana costa y el alto grado de destrucción en que había quedado la villa tras la guerra de los moriscos (1568- 1570). Con el nombre de “comisarios de la población”, dirigieron las labores de traída, repartimiento y asentamiento de los nuevos pobladores en Tabernas (1574-1575), actuando estrechamente con los jueces de la repoblación (Antón de Pareja, primero, y Rodrigo Alonso, después). Diego consiguió traer como repobladores a su amplia familia y un gran número de moratalleros que, entre otras costumbres, llevaron la devoción de Jesucristo Aparecido, edificando la ermita del Campo, actualmente en ruinas. En recompensa, Diego de Góngora fue premiado con 6 suertes de población, compuestas por 3 casas en la villa, 9 fanegas de regadío, 401 fanegas de secano, 94 morales y 3 moreras (5 onzas de cría de seda), 99 olivos y diversos árboles frutales, así como 2 cortijos.