Director de fotografía cinematográfica. Su familia procedía de Alboloduy y Terque. Inició los estudios en Arquitectura, aunque pronto los abandonó y se dedicó de pleno a la fotografía. Durante la II República fue partícipe de uno de los momentos más renovadores de la fotografía española. En 1935 logró la Medalla de Oro Internacional en Viena. Fue el iniciador en España de la fotografía turística, creando un amplio archivo fotográfico para el Patronato Nacional de Turismo. Val del Omar lo introdujo en el área cinematográfica de las Misiones Pedagógicas. El comienzo de la Guerra Civil le sorprendió en Cádiz formando parte de un equipo de rodaje; se incorporó al Departamento Nacional de Cinematografía ejerciendo la labor tanto de fotógrafo fijo como cinematográfico. Durante los primeros años de la posguerra colaboró como operador con dos de los más importantes directores de fotografía del cine español: Enrique Guerner y Michel Kelber. Con Una herencia en París (Miguel Pereyra, 1943) comienza su carrera como director de fotografía de largometrajes de ficción. En la década de los cuarenta participó en un total de doce películas, todas fotografiadas en blanco y negro. En los cincuenta realizó algunas de sus más interesantes aportaciones, iniciando sus creaciones en color. Trabajó con directores como Luis Lucia, José María Forqué, Juan Antonio Bardem, Juan de Orduña o Antonio Román. Entre 1962 y 1972 trabajó en Almería para siete películas de distintos géneros cinematográficos. Desde 1973 hasta su muerte compaginó su labor en la televisión y en el cine, trabajando para Fernando Fernán Gómez, Juan Guerrero Zamora o Antonio Mercero. Títulos en los que participó: Jeromín (Luis Lucia, 1953); Felices Pascuas (Juan Antonio Bardem, 1954); Amanecer en puerta oscura (José María Forqué, 1957); Marcha o muere (Frank Wisbar, 1962); Cien rifles (Tom Gries, 1968); Juan soldado (Fernando Fernán- Gómez, 1973); Don Juan (Antonio Mercero, 1974). Su última película fue Los restos del naufragio (Ricardo Franco, 1978).