Político y abogado. Estudió en la Universidad de Granada, dónde se licenció en Derecho y Filosofía y Letras. En 1870 abrió su bufete de abogado y creó en Almería una Academia de Derecho. Formaba parte del Partido Conservador. Entró en el Ayuntamiento como síndico y oficial primero en 1875; en este mismo año formó parte de la comisión que viajó a Madrid a felicitar al Rey. En 1877, tras cesar de los anteriores cargos, trabajó como juez municipal. Cuando el Partido Conservador se dividió en dos: los javieristas o de la tía Javiera, encabezados por Ricardo María Huelin; y los Cigarrones, Emilio Pérez Ibáñez se decantó por esta opción. A lo largo de su vida política ocupó numerosos cargos públicos: primer teniente alcalde (1880 y 1888), alcalde interino y diputado provincial por Gérgal (1880 y 1888), gobernador civil interino y diputado a Cortes por Vera (1884), y diputado a Cortes por Almería (l891, 1895, 1899 y 1901). Cuando Francisco Silvela viajó hasta Almería para comprobar los terribles efectos de las inundaciones de 1891 se alojó en su mansión. En 1885 adquirió considerables extensiones de “montes públicos”, sobre todo en Níjar, enriqueciéndose considerablemente y, dos años después, inició, con Jover, la construcción de la Plaza de Toros. Contaba con las siguientes condecoraciones: Gran Cruz de Isabel la Católica, la placa del Mérito Militar y la encomienda de la Orden de Carlos III. Publicó: El Acta de la circunscripción de Almería, Canjáyar y Gérgal. Sus hijos, Antonio y Francisco Pérez Cordero también se dedicaron a la política.