Médico, a principios del siglo XX pasó a Berja, donde ejercía de párroco su hermano Manuel y donde se casaría con una miembro de la familia Sánchez-Torres, la cual aportó al enlace un grueso de tierras que gestionaría con importantes labores de mejora. Cabeza del tradicionalismo católico en la comarca, fue fundador y director del Colegio Ntra. Sra. de Gádor y del Sindicado Católico Agrario de Berja (1919). Su prestigio político se reconoció con una vocalía en la Junta de Gobierno de la Federación Católica Agraria Provincial (1920). Durante la Dictadura de Primo de Rivera fue concejal en Berja, volviendo a serlo al término de la Guerra, cargo al que renunció en 1941 por su traslado al Padul, donde representó los negocios de la fábrica de hilados de su familia política. A su vuelta a Berja se implicó de lleno en el regeneracionismo uvero, escribiendo un bello tratado sobre el cultivo para los parraleros.