Político liberal. José Tovar y Tovar nació en Adra el 12 de junio de 1802. Posiblemente su bautismo castrense obedece a su ascendencia militar, descendiente de Luis de Tovar, capitán de la fortaleza de Adra que murió en la defensa de la villa durante el Asalto Turco de 1620. Su residencia en Adra la combina con largas temporadas en Alhabia, donde su tío José Antonio Tovar Fernández ejercía como cura y vicario. En esta ciudad contrajo matrimonio, el 6 de abril de 1822, con María de los Dolores García Alonso, de 29 años de edad, cuando José Tovar no había cumplido aún los 20 años.
Su apuesta decidida por el liberalismo y por las sucesivas intentonas de restaurar la Constitución de 1812 marcaron su vida política y su postura social. La primera actividad política de este liberal doceañista se remonta a 1821, meses antes de su boda, en pleno Trienio Liberal. Ese año es elegido como uno de los electores de Almería para contribuir con su voto a la elección de diputados provinciales. En ese momento Tovar es un liberal moderado que participa representando a Almería en las elecciones de diputados a Cortes que se celebran en Granada el 2 de diciembre de 1821.
Tras la victoria de los ejércitos absolutistas y la suspensión de la Constitución de 1812, José Tovar vive en 1824 en Alhabia siendo uno de los mayores propietarios. A pesar de su buena situación personal y familiar, decide jugarse su fortuna y su propia estabilidad participando de lleno en la primera intentona liberal contra el gobierno de Fernando VII, conocida como la “Insurrección de Los Coloraos”. Tovar contacta con los exiliados liberales que se habían refugiado en Gibraltar y prepara desde la Taha de Marchena una fuerza militar terrestre, de apoyo a una invasión por mar. El asalto a Almería fracasa por la escasa colaboración y, desde la ciudad, hace que la expedición se retire. En la huida la fuerza rebelde se divide. Los que optan por la retirada en barco son todos apresados y fusilados el 24 de agosto. El resto de la fuerza de tierra se dispersó, sufriendo una encarnizada persecución por parte de las fuerzas absolutistas. José Tovar se retira a Alhabia, su pueblo de residencia, junto con 90 seguidores. Sus amigos liberales ocultan la verdadera filiación política de Tovar y acuerdan que éste entre a trabajar como secretario del ayuntamiento de la localidad.
Pero la tranquilidad dura hasta el final del verano, cuando se presenta el comandante Ballesteros en la comarca con una columna de 200 hombres, acompañado de otros 200 realistas de Alhama la Seca. Esta fuerza recorre todos los pueblos apresando a todos los que fuesen acusados por algún vecino, de haber tomado parte en la intentona liberal. La mayoría de los liberales escondidos o que disimulaban sus simpatías son hechos prisioneros. Tovar consigue escapar escondiéndose en el monte para vivir durante cuatro años acosado por las partidas absolutistas. En 1828, el extremismo absolutista se modera algo. Tovar decide aprovechar la coyuntura y se entrega buscando un juicio. Al final es absuelto, a cambio de pagar una gran suma de dinero por su libertad y por la de un total de 700 encausados, originándole casi la ruina económica. Además, Tovar quedaba inhabilitado de manera absoluta de poder obtener empleo alguno y de representar cargo político alguno.
El golpe de suerte que Tovar necesita se produce con la muerte de Fernando VII, en septiembre de 1833, y la necesidad de apoyo liberal que tiene la regente, María Cristina. Esta situación será aprovechada por los liberales más exaltados, que tratan por todos los medios buscar el momento propicio para la vuelta a la Constitución de 1812 o de otra constitución que garantizase libertades similares. Durante el verano de 1835, las medidas restrictivas y dubitativas de la reina María Cristina desesperan a los liberales. Ello provoca que durante el mes de agosto de ese año se inicien en Andalucía una serie de pronunciamientos liberales que pretenden forzar al Gobierno a restablecer la Constitución de Cádiz como norma fundamental de convivencia. Con el apoyo de la Milicia Nacional se organiza en cada una de las provincias una Junta Gubernativa. Estas juntas acaban independizándose del poder central, deciden no reconocer el Estatuto Real y exigen la vuelta de la Constitución de 1812. En el caso de Almería, la Junta Gubernativa Provincial pretende aprovechar la coyuntura para completar el proceso de independencia de la provincia de Granada y lograr una autonomía plena. Esta Junta Provincial nombra, además, los dos representantes que asistirían a la reunión de la Junta Central de las Andalucías, formada por los representantes de cada una de las juntas provinciales. Fueron elegidos José Salamanca y José Tovar y Tovar, que en ese momento ocupaba el cargo de oficial primero del Gobierno Civil de Almería.
La Junta Central puso en marcha un ejército de 16.000 hombres que se dirige a La Mancha para hacer frente al ejército del Gobierno de Madrid. No hubo enfrentamiento, ya que las fuerzas gubernativas se pasan al ejército de la Junta. Tras este éxito negociador aparente, la Junta Central se disuelve el 19 de octubre de 1835 en Andujar, siendo José Tovar uno de los miembros firmantes. Entre 1836 y 1837 la Constitución de Cádiz vuelve a estar vigente hasta la promulgación de una nueva constitución en 1837. Las elecciones a Cortes Constituyentes se celebran a primeros de octubre, resultando elegido como diputado José Tovar, como uno de los cinco representantes de la circunscripción de Almería. Tovar formó parte del Congreso en las Cortes Constituyentes de 1836, que dieron comienzo el 17 de octubre de ese año y finalizaron el 4 de noviembre de 1837, con la aprobación de la nueva constitución. La legislatura concluye el 4 de noviembre de 1837 y con ella el escaño de Tovar en el Congreso de los Diputados. A partir de este momento se abre un periodo de victorias de los liberales moderados sobre los progresistas, que se prolongará hasta mediados de 1840. Tovar participa en las elecciones de 1838 y 1839 en su condición de diputado provincial, sin conseguir escaño al congreso. El 11 de enero de 1840, José Tovar era diputado provincial y aceptó el cargo de primer teniente de alcalde del Ayuntamiento presidido por Ramón Algarra.
El 2 de diciembre de 1840, una vez que las aguas de la política han vuelto a su cauce y la situación se ha tranquilizado, José Tovar se convierte en Jefe de la empresa de guardacostas y de la sal, en representación de su antiguo amigo y compañero de Junta Central de Andalucía, José Salamanca, tomando en arrendamiento las salinas y aduanas de la provincia. Salamanca había conseguido en 1839 el monopolio de la sal durante cinco años, cosa que le dio grandes beneficios. En 1841 se presenta a las elecciones, pero no obtiene los votos necesarios para ser nombrado senador, quedando en el quinto lugar de los más votados. En ese momento y a partir del 19 de febrero, José Tovar es alcalde 2º del Ayuntamiento almeriense, cesando en este puesto el 1 de enero de 1842. Durante su mandato realiza una exposición al Regente Espartero pidiendo una condecoración “a favor de los que concurrieron a la desgraciada empresa que en 1824 acometieron un corto número de valientes patriotas con el objeto de restaurar la libertad nacional, para cuyo efecto acompaña un modelo y que se le autorice para esculpir la cruz que propone en el frontispicio del mausoleo en que reposan las cenizas que los que perecieron víctimas de aquel arrojo, haciéndose extensiva dicha gracia a todos los que tomaron parte en el mencionado hecho y a los que le protegieron, con tal de que no hubiesen desmerecido por su conducta posterior”. En agosto Espartero accede a la petición del Ayuntamiento almeriense promovida por Tovar, concediendo una cruz de distinción para los que se hallan en los casos expresados, autorizando a la misma para esculpir aquella en el sitio que designa.
El 27 de mayo de 1843 José Tovar concurre al Cabildo abierto como empleado. El 10 de octubre de ese año vuelve a ser diputado provincial llamado por Joaquín de Vilches y, el 22 de octubre, presenta un notable informe sobre la división de la provincia en distritos electorales. El abderitano permanecerá como diputado provincial hasta diciembre de 1843. Participa este verano en la defensa de Granada contra el asedio de las tropas del Regente General Espartero y al lado de las fuerzas sublevadas de los generales Prim, Serrano y Concha. Como subteniente de la Compañía de Granaderos del Batallón de la Milicia Nacional se pone al mando de una columna de voluntarios que sale desde Almería y logra poner fin al asedio de Espartero. La intervención de la Milicia Nacional al mando de Tovar hace que la provincia de Almería se gane el respeto y la admiración de la nación en la defensa de las libertades. En septiembre, el Gobierno concede a Almería el título de “Decidida por la Libertad”, por el auxilio de Tovar a las fuerzas que en Granada estaban situadas, por las tropas de Espartero. Esta popularidad momentánea le valdrá a Tovar ser llamado a la Diputación por Vílchez en el otoño de 1843. A comienzos de octubre Almería está gobernada por una Junta Provincial en la que participan Tovar, Llanos y Jover, entre otros, con el apoyo y control de la Milicia nacional. Pero el Gobierno provisional que ha vencido a Espartero envía tropas al mando de Diego de los Ríos, que desarman a la Milicia nacional y provoca la fuga de muchos de los miembros de la Junta Revolucionaria. Durante los años en los que se aplica en Almería el proceso de Desamortización de los Bienes Eclesiásticos, aprobada por el ministro Mendizábal como medida para hacer frente a la supresión de los diezmos, desde 1838 a 1849, encontramos a José Tovar como uno de los mayores compradores de fincas agrícolas afectadas por esta medida.
El 1 de enero de 1852 José Tovar aparece como regidor del Ayuntamiento de Almería, como uno de los regidores antiguos. 1853 es un año muy importante para la familia Tovar García. Dolores Tovar García, hija de José Tovar y Dolores García, nacida en Alhabia en 1825, contrae matrimonio con Francisco Jover y Berruezo (1828-1878), alcalde de Almería y diputado de las Cortes Constituyentes de 1869. La boda se celebra en Alhabia el 20 de febrero de 1853. En 1854 Tovar es vocal de la Junta Revolucionaria Almeriense, de la que su hermano, el abogado de la Unión Liberal, Justo Tovar, era secretario. Las vidas de Espartero y Tovar vuelven a cruzarse. Entre 1854 y 1856 España es gobernada por la Unión Liberal durante el Bienio Progresista. Coincidiendo con esta nueva activación de la vida política de los liberales, la familia Tovar está representada en el Ayuntamiento de Adra por José Antonio Tovar Pérez. José Tovar Tovar falleció en 1858. Su hijo Juan de Tovar García fue juez de paz en 1856 y concejal del Ayuntamiento de Almería el 1 de enero de 1861.