Perteneció a la Milicia Nacional Voluntaria, de Madrid. Oficial en la Secretaría de Estado y Gobernación de la Península. Desterrado por ser uno de los que escoltaron el viaje del rey Fernando VII a Cádiz, en cuyo cometido coincidió con Pablo Iglesias, llegó fugitivo a Almería en octubre de 1823. Dirigente destacado en el proyecto de conspiración de 1824, en colaboración con Joaquín de Vilches. Tras el fracaso del desembargo de los coloraos, lo apresaron en la sierra de Enix, donde se había escondido. Fue absuelto por la Comisión Militar que le juzgó en Granada. Al fallecimiento de Felipe Gómez Tortosa, se casó con su viuda, Isabel Puche Percebal. Ostentó el cargo de gobernador civil de Almería en 1835. Hombre hábil y competente, parece que, tras su nuevo estado, se acomodó plenamente en los ambientes sociales de una burguesía liberal moderada.