Hija de José Acosta y Presenta Martínez, maestros de familia de clase media. Destaca desde niña por su inquietud por aprender, estudia, al principio, en Tíjola en el Colegio de las Monjas de las Hermanas de la Caridad de San Vicente de Paúl y, luego, realiza el Bachiller en el Instituto de Enseñanza Media de Almería, Isabel la Católica de Madrid y Ángel Ganivet de Granada, con buenas calificaciones (1954). Estudia en la Facultad de Filosofía y Letras, área de Historia de la Universidad de Granada, terminado con sobresaliente y premio extraordinario fin de Carrera (1954-1960). Realiza la Memoria de la licenciatura bajo la dirección del profesor Alfonso Gámiz Sandoval, con el título “Reseña histórico-geográfica de Tíjola (Almería), obteniendo la calificación de sobresaliente cum laude. Termina en 1961 la carrera de Magisterio en la Escuela Normal de Granada, siendo posteriormente docente. Más tarde, vuelve a Tíjola, al Colegio de las Hermanas de la Caridad, y también vuelve a la Escuela Normal de Magisterio de Granada, para impartir Geografía e Historia.
Con anterioridad, el que sería su marido, Manuel Pellicer Catalán, -insigne Catedrático de Arqueología- le dirige su tesis doctoral titulada “La Pintura rupestre esquemática hispana”, con la que obtiene sobresaliente cum laude. Después de Granada, fue profesora de Prehistoria de la Universidad de Granada, Universidad de la Laguna (Tenerife) y, en 1981, obtiene la cátedra de Prehistoria en la Universidad de Sevilla. Participa en varias excavaciones en España y en el extranjero, y dirige varias tesis doctorales, sobre temas de Prehistoria. Dirige la Revista científica SPLAL, del Departamento de Prehistoria de la Universidad de Sevilla. Después de una vida muy fructífera a nivel intelectual, fallece en Sevilla después de una larga enfermedad. Se le han tributado distintos homenajes en distintas Universidades. Tíjola, la nombró, a título póstumo, hija predilecta. Se le recuerda como una gran profesional de la enseñanza y una gran investigadora, además, a nivel sentimental y afectivo se le recuerda con mucho cariño, por su amabilidad y cercanía a los tijoleños.