Superviviente del campo de exterminio nazi de Mauthausen (Austria). Dedicó toda su vida a la defensa de los derechos humanos y la lucha por la libertad. Nació en Melilla, donde sus padres residían por motivos laborales. A los pocos meses de su nacimiento la familia regresó a su tierra, Almería. En esta ciudad pasó toda su niñez y adolescencia hasta que, siendo un joven aprendiz de imprenta, estalla la Guerra Civil. Muñoz Zamora luchó durante toda la contienda como voluntario en la defensa de la República hasta que, en febrero de 1939, huye a Francia. Confinado en Argelès y otros campos franceses, logró sin embargo mantener una colaboración activa con la resistencia francesa hasta que fue detenido por la Gestapo y deportado al campo de concentración nazi de Dachau (Alemania) en 1944.
De ahí fue trasladado a Mauthausen, conocido como el campo de los españoles por la gran cantidad de republicanos que estuvieron allí recluidos. Miles de ellos fueron exterminados. Antonio Muñoz Zamora consiguió sobrevivir a las extremas condiciones de vida que los nazis imponían en Mauthausen hasta que los norteamericanos liberaron el campo el 5 de mayo de 1945. Tras la liberación vivió en Francia, donde se casó y formó una familia con la que regresó definitivamente a Almería en 1969. Ya en su tierra participó activamente en la lucha antifranquista desde la clandestinidad en el Partido Comunista. A lo largo de toda su vida mantuvo firme su compromiso con la libertad, lo que le fue reconocido en 1999 con la concesión de la Medalla de Oro de Andalucía. Antonio Muñoz Zamora falleció en octubre de 2003. Sus cenizas reposan en el mar, al pie del monumento de la playa de las Almadrabillas que honra la memoria de los 142 almerienses asesinados en Mauthausen.