Tercero de los hijos habidos en el matrimonio de José (funcionario de Hacienda) y Rosalía. El mayor de los hermanos, José, hizo sus pinitos como compositor de canción andaluza y fue profesor de la banda de música municipal y de la Cruz Roja. La afición en el entorno familiar y la proximidad de la casa paterna (calle las Cruces) a la plaza de toros, despertó la vocación torera en Juan Luis de la Rosa, afición común en otros niños del barrio. Disfrutando de una infancia feliz, en la que simultaneó la enseñanza primaria con la Escuela de Artes y Oficios (matriculado en la sección de Dibujo y Pintura), le sorprendió la Guerra Civil del 36. Finalizada, y aunque se había puesto delante de una becerra con sólo 13 años, su presentación formal vestido de luces tuvo lugar en Almería encuadrado en la parte seria del espectáculo cómico-musical La Giralda, en agosto de 1942. En 1945 debutó con picadores en la Feria de Valdepeñas (Ciudad Real) y en junio de 1947 hizo lo propio en Las Ventas madrileñas, frente a reses de Arauz de Robles; tarde lucida a pesar de sufrir un fuerte varetazo. El 18 del mes siguiente lo haría ante sus paisanos, incluido ya en el escalafón novilleril con caballos; encartelado con Manolo González y Antonio Corona, lidiando dos novillos-toros de Moreno Santamaría y en la que vivió su bautismo de sangre a consecuencia de una grave cornada en el muslo.
La alternativa como matador de toros la recibió de manos de Octavio Martínez “Nacional”, con el también almeriense Enrique Vera de testigo de la ceremonia. El festejo tuvo lugar la tarde del 18 de enero de 1953 en la Avda. de Vílches, incluido en el programa de la Feria de Invierno y con carácter benéfico: construcción de la ermita de Torregarcía. Juan Luis cosechó un rotundo éxito en el segundo de su lote, Rumboso, berrendo en negro del hierro de González Martín: gran ovación, vuelta, dos orejas y salida hombros. No obstante el triunfo logrado, en muy contadas ocasiones volvió a torear en ruedos de España o Francia, optando, ante la falta de contratos y oportunidades, retirarse en la década de los cincuenta. A comienzos de la actual centuria fue asesor artístico del coso capitalino.
Artista polifacético, cultivó la pintura tras adquirir la necesaria técnica en la Escuela de Artes y Oficios. De entre su obra destacan los retratos al óleo del torero Relampaguito, el empresario taurino Manuel Martínez Chopera y del pintoresco “cineasta” Pepe el Habichuela. Sin embargo, es en el arte flamenco donde sobresalió en paralelo a la tauromaquia. Excelente cantaor por bulerías y fandangos, por tarantos del Tío Enrique Maldonado y cuplés de Concha Piquer. Participó (1962) en un documental que exaltaba las excelencias paisajística de la provincia, Tierra de Fuego, en la que asimismo intervino el cantaor Rafael Casto “El Gitano” y el guitarrista José Fernández “Richoly”, además de ser incluido en el Festival de Cante Jondo de Almería del año 2000. Su voz está recogida en el cedé “Cantes de Almería”, editado en 1988 por la Diputación Provincial. En su faceta de empresario, inauguró el tablao flamenco La Fragua, en Aguadulce (julio, 1973), y el bar El Brindis, en la capital. Estaba en posesión del escudo de plata y de la medalla de oro de la ciudad. Juan Luis de la Rosa Oña falleció de un infarto agudo de miocardio en la madrugada del 20 de enero de 2006, a los 80 años de edad.