El prolífico imaginero, escultor y restaurador Luis Álvarez Duarte nació el 22 de mayo de 1949 en la sevillana Huerta de los Granados y marchó de un ictus el 13 de septiembre de 2019. Con solo 12 años se atrevió con la talla de la Virgen de los Dolores, de San José Obrero, pero la fama le llegaría tras dos Dolorosas más (la Virgen de la Concepción, de la cordobesa de Palma del Río y la Virgen de la Amargura de Constantina, Sevilla), así como con la Virgen de Guadalupe, que presentó con 15 años a la sevillana cofradía de Las Aguas y que presidió su funeral.
Aunque su formación es autodidacta, aprendió del mejor Martínez Montañés, recibió enseñanza del maestro del siglo XX, Francisco Buiza. Desde 2006, fue académico de la de Bellas Artes Santa Isabel de Hungría. Con un inconfundible estilo en el acabado de la talla, tratamiento de la policromía y unción religiosa, firma más de 200 imágenes repartidas en España y el mundo. Los críticos han elogiado la Virgen de las Siete Palabras, de la Hermandad de la Expiración de Jaén y el Cristo Yacente que recibe culto en la catedral zamorana, así como la Virgen de la Paloma. Coronada la Virgen de la Victoria de Huelva, tuvo a tres Dolorosas de su creación con tal rango eclesiástico: Merced en su Amargura Coronada, de Bollullos de la Mitación y Rosario Coronada de Córdoba. Después del incendio en el templo del “Cachorro” talló una sublime Virgen del Patrocinio para sustituir a la quemada.
Tuvo especial vinculación con Almería y su Semana Santa nuestro tallista al casarse con la almeriense María Encarnación Ortega Almansa en Castilleja de la Cuesta. Se estrenó como imaginero en Almería en 1989 con una espléndida imagen de María Santísima de Fe y Caridad, titular mariana de la Hermandad de la Santa Cena: gubiada en cedro, obra de singular ternura. Hay quien ve influencias de la Esperanza de Triana.
Trabajó para la cofradía de Nazarenos de María Santísima del Rosario del Mar en sus Misterios Dolorosos, Nuestro Padre Jesús de las Penas en el Abandono de sus Discípulos y Santa María Magdalena. Como anécdota, contar que Jesús de las Penas fue originariamente tallado en 1992 para ser el titular cristífero de la Hermandad de los Dolores de San José Obrero de Sevilla, bajo la advocación de Cristo del Gran Amor, con el objetivo de acompañar a su primera creación, la Virgen de los Dolores, pero ciertas desavenencias lo impidieron. Cautivo por la traición de Judas Iscariote, presenta las manos atadas. La bellísima Rosario del Mar es igualmente suya. Con tierno rostro, ofrece detalles de madurez en sus facciones.
La Hermandad de Nuestro Padre Jesús de la Salud y Pasión en su Tercera Caída y María Santísima de los Desamparados le pidió una copia del Cristo de las Tres Caídas de Triana incluso con el caballo, pero se negó. Dando finalmente a luz una imagen portentosa en 1993: el Señor de Salud y Pasión, cuya iconografía representa al Señor hincando rodilla en tierra. Cierra su producción cristífera en Almería el Santísimo Cristo en su Divina Misericordia, encargo de la Hermandad de Nuestra Señora de los Dolores, de Roquetas de Mar en 1998, con una anatomía de veracidad impactante, que sustituyó al Cristo del Perdón. Presenciamos a Jesús medio muerto en la Cruz, momentos antes del descendimiento. La reciente María Santísima de los Desamparados acabada en 2000 es otra muestra sublime de Dolorosa dramática.
También es preciso resaltar sus restauraciones. Intervino en 1982 en las manos de la Virgen del Consuelo, de la Hermandad del Silencio. Tras el incendio en la catedral la fatídica madrugada del Jueves Santo de 1996, retocó para la Hermandad de Estudiantes la policromía de la Virgen del Amor y la Esperanza, y modificó las manos del Ángel Egudiel para colocarle mejor el cáliz. También colocó unas nuevas pestañas en la Dolorosa de la Cofradía del Silencio (2001).
Quedaron inconclusas por su repentino fallecimiento un Cautivo para Solsona y un Crucificado para Guadix, que podría concluir su discípulo Ventura Gómez. Y abocetados un busto de San Juan Evangelista, Piedad con Cristo muerto y barro para monumento al torero Manolo Cortés.