Nació en Alhama de Almería el 31 de enero de 1931, comenzando su andadura en el mundo de la música a los siete años, de la mano del director de la banda de su pueblo, Nicolás de la Mané. No obstante, su gran maestro y amigo sería el compositor alhameño Bernardo López Rodríguez, de quien aprendió a tocar la guitarra, instrumento que será muy importante en su trayectoria musical, pues con él amenizará muchas celebraciones -junto a otros músicos- en el bar “La Tertulia” o el Juego de Pelota de su pueblo.
Avanzados sus conocimientos de solfeo, se le adjudica en la banda un trombón, pero al poco tiempo su familia decide trasladarse a Sardañola del Vallés (Barcelona). A su llegada se matricula en la Escuela Municipal de Música de la ciudad condal, donde continuará su formación musical. Ante las dificultades que tenía para desplazarse a la capital, abandona sus estudios allí y pasa a recibir clases en Sabadell por parte del Maestro Costa, un violinista de la Orquesta Sinfónica de Barcelona, con el que proseguiría su aprendizaje de solfeo a la par que estudiaba violín. Posteriormente realizó estudios de composición, decidiéndose también a formar un conjunto musical, “Los del Sur”, en el que tocaba la guitarra, amenizando todo tipo de fiestas.
Con veinticinco años se marcha a Caracas (Venezuela), donde comenzó a tocar la guitarra en una escuela de danza y baile español, la Academia de Carmen Jimeno. Formará por entonces parte de grandes orquestas y participará en varias ocasiones en diversos programas de “Televisa”, la televisión local. También comenzará una nueva aventura profesional, trabajando para la editorial musical Envisa. En la capital venezolana conoció a la que sería su esposa, Petra de Cardaba, enfermera segoviana con quien contrajo matrimonio en 1960, y junto a la cual montó un negocio de joyería y relojería.
En 1964 volvió a Barcelona y formó el grupo denominado “Los tres de Andalucía”, para el cual escribió numerosas composiciones, obteniendo una de ellas un segundo premio en Radio Miramar de Barcelona.
A mediados de los años ochenta decidió volver a Alhama de Almería. A su llegada, el ayuntamiento le encargó la organización de una banda municipal, objetivo que no llegó a conseguirse. Tras este intento fallido, comenzó a dar clases de solfeo en Alicún, Huécija, Terque y Alhabia, formando una gran banda comarcal, con sede en Alhama, que dirigió durante tres años. El maestro Rodríguez también tuvo una breve incursión en la política en las elecciones municipales de 1987, al encabezar una lista bajo las siglas de “Izquierda Alhameña” que obtuvo exiguos apoyos, abandonando la política en seguida.
En 1992 fue nombrado director de la Banda Municipal de Música de Berja, al frente de la que permaneció hasta su jubilación, en diciembre de 2001. Rodríguez Ortega fue un magnífico músico, pero sobre todo un prolífico compositor, contándose en su haber más de cien piezas de los más variados estilos. Entre ellas podemos destacar el pasodoble Mi pueblecito andaluz, compuesto en 1956 en honor a su localidad natal, como reflejo de su añoranza por ella, y que fue asumido por sus paisanos casi como un himno, sonando durante muchos años todos los días, a las once de la mañana, a través de la megafonía del ayuntamiento alhameño.
También compuso otras obras dedicadas a su localidad o a los municipios de su entorno: Noches de Alhama; Fiesta de mi pueblo; Alhama, vergel de la uva; Balneario de San Nicolás; San Nicolás de Bari; Instinción; Huécija o Alhabia. En cuanto a la música para orquestas, sus obras más destacadas fueron Rosita del Mal, Fui calé sandunguero, Guarda tus palabras, Hay que vivir, La petenera envidiosa, España canta en Jalisco, Mi barco, o Mi bayón, estas dos últimas escritas para orquestas venezolanas, que fueron grabadas y editadas.
Durante los años que estuvo al frente de la Banda de Berja, ya en plena madurez, compuso numerosas piezas dedicadas a esta ciudad, destacando los pasodobles Cambio de tercio y Ruta de las fuentes; y las marchas procesionales Procesión de Semana Santa en Berja, La Virgen de Gádor o Nazareno de Berja.
Orquestó varios himnos, como el dedicado a la Virgen de Gádor en 1932 por Andrés Ramírez Grande, o el de los Donantes de Sangre, a petición de la Hermandad de Donantes de Almería. Puso música también a los himnos de San José María Rubio (2003), primer almeriense elevado a los altares, y de coronación de la Virgen del Martirio de Ugíjar (2007), patrona de las Alpujarras, ambos con letra del virgitano Antonio Campos Reyes. Al santo daliense dedicaría también la marcha “Canonización del Padre Rubio”.
Entre los numerosos homenajes que recibió en vida, se puede destacar el realizado en 2001 en Berja, con motivo de su jubilación, y el celebrado en 2014 en su localidad natal. Cabe resaltar asimismo que el municipio virgitano dio su nombre a una calle en 2010, siendo también en Berja donde Juan dirigiría por última vez una banda, concretamente en la presentación del cedé Virgitanos Compases, el 20 de diciembre de 2018, donde recibió el calor y cariño de los vecinos de esta ciudad. Juan Rodríguez falleció el 27 de enero de 2020 en El Ejido, recibiendo sepultura en Alhama de Almería.
Bibliografía:
ARTÉS ARTÉS, Guillermo (2002), “Personajes entrañables: Juan Rodríguez Ortega”, El Eco de Alhama, 13.
CAMPOS REYES, Antonio (2018), “Juan Rodríguez Ortega”, Virgitanos Compases, Almería: Centro Virgitano de Estudios Históricos e Instituto de Estudios Almerienses, pp. 22-23.