Nació en Berja el día 15 de noviembre de 1884. Hijo del rico hacendado Sebastián Calixto Torres Murillo y de Angustias Payá Soto. Toda su vida transcurrió en un ambiente muy culto. Su familia lo educó en el mundo de la música (tocaba el violín y algún que otro instrumento musical), de la pintura y de la poesía.

Además, su parentesco con el notario Miguel Torres Murillo (eran primos segundos) y su amistad con los hermanos Manuel y Miguel Salmerón Pellón hicieron que desde muy joven se introdujera en los círculos intelectuales y artísticos virgitanos. Por eso, no era de extrañar que el joven Sebastián asistiera a las veladas literarias que organizaba el Colegio de 2ª Enseñanza “Nuestra Señora de Gádor” de Berja.

En el año 1904 contrajo matrimonio con Engracia Zamora Gómez en Adra, de cuya unión nacieron dos hijos: María Engracia (Mari Gracia) y Sebastián, joven falangista que sería asesinado a comienzos de la Guerra Civil de 1936 a la edad de 21 años.

Su espíritu aventurero le hizo realizar algunos viajes fuera de España, incluso a Estados Unidos, donde aprendió y se interesó por las nuevas técnicas, entre ellas, la fotografía y la radio. A su regreso a España perfeccionó sus conocimientos a través de revistas americanas especializadas en la materia y cultivó ambas disciplinas artísticas, llegando a fabricar sus propios aparatos de radio, además de ser uno de los fotógrafos pioneros en la provincia de Almería.

Asimismo, colaboró con el gran escritor y poeta Manuel Salmerón Pellón, e ilustró con sus fotografías la crónica titulada “La uva de Almería”, que apareció publicada en la revista madrileña “Blanco y Negro” en el mes de noviembre de 1917, donde se reprodujeron cinco fotografías suyas: 1) La limpia de racimos; 2) La vendimia; 3) Una buena muestra; 4) Operación de embarrilado; y 5) Un cortijo en Berja. No es de extrañar, pues, que entre los anunciantes del semanario “Gente Nueva” (año 1918) apareciera Sebastián Torres como “colaborador fotográfico de `Blanco y Negro´”.

También hizo algunos trabajos fotográficos en Adra, como los realizados con motivo de la fiesta de los Exploradores celebrada en el año 1918 en la explanada exterior de la fundición de Heredia, donde retrató a la madrina y a las damas de honor, así como a varios soldados ataviados con el traje de gala del Ejército de tierra.

Según algunos testimonios, era una persona bohemia y ensimismada a la que le gustaba vivir y trabajar de noche, aunque no por ello dejaba de ser sociable. Así, gran parte de su producción fotográfica corresponde a retratos de familias acomodadas de principios del siglo XX. A él se deben las primeras fotografías de Berja en un sentido estético y comercial, así como las de las fuentes de Berja, de gran valor histórico y etnográfico, cuyos originales conserva la familia en placas de vidrio.

Sebastián Torres Payá, además de fotógrafo, desempeñó el cargo de concejal del Ayuntamiento de Berja en la posguerra, siendo nombrado por el Gobernador Civil de Almería el 18 de junio de 1940, aunque cesó en dicho puesto el 11 de octubre de 1941, ya que nunca estuvo interesado por el mundo de la política. Murió en Berja el día 15 de febrero de 1967, a la edad de ochenta y tres años.

 

Bibliografía
RUIZ FERNÁNDEZ, José (1997): Berja en el primer tercio del siglo XX (1902-1931). Arráez Editores, S.L. Almería.