Francisco ALCARAZ GONZÁLEZ


ALCARAZ GONZÁLEZ, Francisco (Almería, 1926 - Garganta de los Montes, Madrid, 2020). Pintor, tallista y restaurador.


Francisco Alcaraz González nace un 6 de febrero de 1926 en la calle Vergel nº 13 de Almería, en las inmediaciones de la calle Granada. A los 7 años fallecen sus padres. Al terminar la Guerra Civil, con 13 años regresa a la Escuela de Artes y coincide con todos los otros Indalianos. Como muchos niños de la postguerra compaginaba las clases en la Escuela de Artes (entre sus profesores destacar a José Tola y Juan Cuadrado) con un trabajo que aportara algo a la economía familiar, en su caso era mozo del almacén de distribución de fármacos que regentaba José María Molina. Su aprendizaje alcanza su primer escalón con Jesús de Perceval, entrando en su taller de escultura a los 16 años.

En la Almería dormida de 1945, pocas iniciativas culturales se abrían paso en el día a día. Podrían señalarse las tertulias que se organizaban en la Granja Balear en torno a Jesús de Perceval y otros artistas y escritores entre los que se encontraban: Celia Viñas, Fernando Ochotorena, Juan Cuadrado o Luis Úbeda. Es el origen del Movimiento Indaliano. Perceval, con el apoyo de su amigo Juan Aparicio (Director Nacional de Prensa) y Rodrigo Vivas Téllez (ex Gobernador Civil), consigue que se organizase en el Museo Nacional de Arte Moderno de Madrid una exposición de artistas almerienses, donde ya los jóvenes indalianos van tomando cada vez más protagonismo impulsados por Perceval, que pretendía ir moldeándolos, impregnándoles de un moderado vanguardismo estético al hacerles partícipes de las corrientes artísticas que buscaban un resurgir de lo mediterráneo.

Alcaraz obtiene en 1946 el 5º premio en la III Exposición de Artesanía de la Escuela de Artes y Oficios, preludio de la Exposición Mercado de Dibujos y Acuarelas de la Vanguardia Indaliana en la Granja Balear. En marzo de 1947 participa en la Exposición del Círculo Mercantil para la selección de obras para la Exposición de Arte en el Museo de Arte Moderno de Madrid, que se celebraría el 28 de junio y en la Exposición llevada a cabo con motivo de la inauguración de la Biblioteca Francisco Villaespesa. Otro momento importante sería la celebración del primer Congreso Indaliano, llevado a cabo el 15 de mayo de 1947 en Pechina. El 28 de junio marchan a Madrid de la mano de Jesús de Perceval, constituyendo oficiosamente el que sería “El grupo Indaliano”: Alcaraz, Cantón Checa, Cañadas, Capuleto, López Díaz y Miguel Rueda (que participó, pero no pudo asistir).

En lugar de regresar a nuestra ciudad, consigue una beca de la Diputación de Almería en 1947 y se queda en Madrid tallando madera, esculpiendo y restaurando. Entonces ya estaba casado, y su mujer, Juana Romero, permanecerá Almería. En noviembre del 48 inaugura en el Salón de Estampas del Museo Nacional de Arte Moderno una exposición con 27 lienzos y 5 dibujos para su presentación en dicha ciudad. Ese mismo año celebra en la Biblioteca Francisco Villaespesa su primera exposición individual y es invitado por la Academia Breve de Crítica de Arte, impulsada por Eugenio D’Ors, a participar en el Sexto Salón de los Once, en el Museo Nacional de Arte Moderno, junto con los indalianos y Federico Castellón, Pancho Cossío y Joaquín Vaquero.

 

Comienza a trabajar con el restaurador José María Torres García, colaborando en la restauración y talla de marcos. En 1948 obtiene una beca del Ministerio de Trabajo y paralelamente sigue muy ligado a la pintura, participado en varias Exposiciones Nacionales con la Obra Sindical de Educación y Descanso, siendo seleccionado para la Exposición Viajera del 48, donde participa junto a Cañadas, Capuleto y Antonio López Díaz.

En 1950 obtiene una beca del gobierno francés y marcha a París, alojándose en el Colegio de España en la Ciudad Universitaria. En ese ambiente de modernidad se siente atrapado por las nuevas corrientes del arte europeo, a la vez que se aleja de la pintura localista o costumbrista. Conoce a Loló Soldevilla, con la que se establece una estrecha amistad. Su mujer y sus dos hijos, Paco y Marie, van a reunirse con él en París. Recibe diversos reconocimientos, entre ellos de la propia embajada española en Francia. Son años de una intensa actividad artística. En 1951 participa la I Bienal Hispanoamericana de Arte. La oposición a esta convocatoria se expresó en un manifiesto firmado por artistas e intelectuales españoles exiliados en París, encabezado por Picasso. En 1952 participó en la exposición de pintores residentes en el Colegio de España.

En su estancia en París conoce a un numeroso grupo de artistas, entre ellos al maestro malagueño Rafael Alberti Dominguín, Luis Mariano, María Casares, Montañana o Pedro Flores. Exhibe su obra la II Bienal Hispanoamericana de Arte, que se celebra en 1954 en La Habana. Walter Chrysler propietario de Chrysler Building de Nueva York adquiere en 1954 veinte de sus mejores obras (hoy en se exhiben el Museo Chrysler de Arte de Norfolk). En 1955, Alcaraz participa en el homenaje a Antonio Machado y en la III Bienal Hispanoamericana, en Barcelona. En 1956 participa en el VII Salón de los jóvenes pintores en el Museo de Arte Moderno y le conceden la medalla de la Villa de París.

Su labor como tallista siempre ha sido muy celebrada, encargándole trabajos de enmarcación los mejores talleres, siendo el elegido por numerosos pintores (Picasso, Roualt…), sobre todo imitando los marcos españoles del siglo XVII. Viaja por toda Francia trabajando en diferentes catedrales. Regresa a España en 1963, separándose de su primera mujer. El grupo familiar en ese momento lo constituían sus hijos Francisco, Marie, Catherine, Jeane y Susana.

Desde 1963 a 1967 trabaja en el Casón del Buen Retiro y en el Instituto Central de Restauración, contratado por la Dirección General de Bellas Artes como técnico de escultura, pintura y objetos arqueológicos. En 1968 se inaugura en la sala Goya del Círculo de Bellas Artes la exposición “El marco en el arte” con cuadros del siglo XVII al XX enmarcados por el pintor. En esos años colabora en la creación de una escuela de restauración en el Museo Diocesano de Arte Religioso Popular en Santillana del Mar. En 1969, vuelve a exponer en Almería, en la Biblioteca Francisco Villaespesa.

Desde finales de los años 60 pasa temporadas en Saldaña de Ayllón, en la sierra de Segovia, dejando muestras pictóricas de sus paisajes. Sigue ligado a nuestra ciudad cuando algún encargo lo hace posible, como el realizado por la Asociación de Amigos de la Catedral en 1975. Ese mismo año viaja con su mujer Helena da Cunha a Dallas, México y Brasil (lugar de origen de esta), dejando una huella importante en la composición de sus paisajes. Años después se separarían. En 1982 se celebra una muestra colectiva en Madrid junto a Luis Cañadas con el que mantenía una gran amistad. En 1984 restaura el conjunto pictórico de Pelayos del Arroyo (Segovia) recuperando las pinturas románicas de la iglesia de San Vicente Mártir.

Está vinculado fuertemente al café Gijón participando activamente en sus tertulias, llegando a colaborar en las labores de su restauración. En 1988 la tertulia “Contra aquello y esto” del citado café le dedica un homenaje, en reconocimiento a su labor. Otro trabajo destacable sería la restauración, entre 1990 y 1995, de un cuadro del Greco, “La oración del huerto” y otro de Ribera, “San Jacobo el menor” por encargo de los Padres Escolapios de Madrid. En 1996 se celebra la segunda Exposición Antológica del Movimiento Indaliano conmemorando su 50 aniversario.

Sus últimos años los pasó en Garganta de los Montes, un pequeño pueblo de la sierra madrileña, donde se le distinguió como hijo predilecto. También ha estado muy vinculado al pueblo cordobés de Villa del Río, pueblo natal de su amigo Pedro Bueno, a través de la pintora Beppo.

Respecto a su obra, distinguir una primera etapa alegre, optimista, de gran equilibrio armónico, cromático y temático. Posteriormente acentúa más la sensibilidad y las composiciones arquitectónicas, mientras que su estancia en Brasil potencia más el colorido brasileño con vocación renovadora y vanguardista

Obras más representativas: Casetas de feria (1950); Tejados de Montparnasse (1954); Pescadores de Almería (1957); Palais Royal (1956); La Telefónica (1965); Marioneta de Peralta (1973); Porto Seguro, Brasil (1984); Retrato de Beppo (1985).

 

Bibliografía

Crespo, R. y Sánchez, G., Alcaraz. El mundo de un pintor. Ed. Instituto de Estudios Almerienses, Almería 2014.

Durán Díaz, M. D., Historia y estética del Movimiento Indaliano. Ed. Cajal, Almería, 1981.

Durán Díaz, M. D., Conociendo a Jesús de Perceval. Hombre del Renacimiento. 3ª ed. Ed. Instituto de Estudios Almerienses, Almería 2015.

Durán Díaz, M. D., López Díaz, el indaliano del relieve. Almería. 2º ed. Ed. Instituto de Estudios Almerienses, Almería 2017.

Durán Díaz, M. D., Luis Cañadas, poesía de la pintura indaliana. Ed. Diputación de Almería, Almería 2017.

Durán Díaz, M. D., Miguel Rueda, el indaliano ausente. Ed. Diputación de Almería, Almería 2018.

 

 

 

 

 

 




Durán Díaz Mª. Dolores





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