Paul POLANSKY 


POLANSKY, Paul (Iowa, EE.UU, 1942 - Nis, Serbia, 2021). Promotor.


Fue uno de los impulsores de la promoción turística en Mojácar en los años 60. Nació en 1942, en Mason City, una apacible ciudad del estado de Iowa, en una familia de emigrantes alemanes. Llegó a Almería escocido de su país por la guerra de Vietnam y su venganza fue hacer el hato y plantarse en España. Al poco tiempo escribió una carta a su hermano Ric, que estaba persiguiendo anacondas en Sudamérica, hablándole de todo lo que se podía hacer en Mojácar como una nueva California.

Paul traía solo unos pocos dólares en el bolsillo y a su mujer Luisa. Y durante meses vivieron en una tienda de campaña debajo del mayor algarrobo que había al lado del bar El Puntazo, cocinando con camping gas lo que compraban en la tienda de Ginés Soto, en Garrucha. Allí conoció a Paco Morales El Currillo, que se convirtió en su primer empleado y chófer.

Venía con pensamientos grandes, Paul, como su testuz, y empezó a comprar baldíos de alacranes en los Lomos del Cantal, donde edificó uno de los primeros residenciales de la costa mojaquera. Allí mismo se construyó una casa como un palacio, dejando atrás el tiempo de las bombonas de butano y de las latas de sardinas. Desarrolló también las urbanizaciones de La Gaviota y La Paratá, adquirió el hotel Tío Eddy para transformarlo en apartamentos, compró muchos metros de monte en Macenas y se alió con Laing a quien terminó vendiendo.

Su mayor obra, sin embargo, fue Cortijo Grande, en Turre, un vergel, una urbanización fuera de serie, con un campo de golf, picadero de caballos, campo de tiro y el primer helipuerto de la provincia donde aterrizaba su propia avioneta para traer clientes a los que les vendía el oro y el moro de ese lugar paradisiaco, entre acequias morunas, naranjales y el vuelo de las perdices.

Paul era un genio con grandes ideas, pero también un espíritu inquieto, y cuando se aburrió, vendió y se marchó a recorrer Europa. Pero su nombre y su talante brioso quedarán para siempre unidos a la leyenda de aquella Mojácar de los hippies que estaba empezando a respirar, sin la que no se puede explicar la Mojácar de hoy. En sus últimos años de vida trabajó desde un punto de vista filantrópico en defensa de las minorías étnicas en los territorios de la antigua Yugoslavia.



León González Manuel





Política de Privacidad | Aviso Legal | Versión: 2.2.1 | 12/02/2024