Este alfaquí fue conocido por el nombre de su abuelo, Háshim, del que no tenemos noticias y debió de vivir en la época final del califato omeya. Era de los qaysíes, árabes del Norte, de los que consta que había establecimientos en la región de Almería, aunque puede ocurrir que él llevara el gentilicio por relación de clientela.

Las fuentes citan como "nieto de Háshim" a un Abdállah y a un Abdalmálik, ambos con el sobrenombre de paternidad de Abú Muhámmad, que podrían ser hermanos, pero que parecen ser el mismo.

Debió de alcanzar muy buena consideración entre los almerienses, pues estos se pusieron de acuerdo en nombrarlo cadí de la ciudad y le informaron de que habían escrito sobre su designación al emir almorávide, entonces Yūsuf b. Tāšufīn (g.1091-1106), por parte del gobernador Abú Abdállah Ibn al-Farrá. Pero, al enterarse Hafid Háshim, se dirigió a ellos y los disuadió diciéndoles que por ello tendría que alejarse de sus familiares y de sus hijos.

Tuvo al menos una hija, a través de la cual emparentó con el único discípulo que se le conoce, al casarla con él. Se trata de Abú Abdállah Ibn al-Hamzi. Este yerno, que llevó también el gentilicio de al-Qaysi, fue uno de los cuatro predicadores que la Aljama almeriense tuvo al mismo tiempo en la época almorávide, jatibes que se turnaban un viernes de cada mes para pronunciar el sermón en la oración del mediodía.

Hafid Háshim escribió un comentario al célebre tratado de derecho aplicado titulado al-Tafríi del jurista iraquí del siglo X Ibn al-Yallab, en nada más y nada menos que seis volúmenes.

Bibliografía:
RODRÍGUEZ FIGUEROA, A.; y LIROLA DELGADO, J (2012), "Ḥafîd Hâðim, Abû Muḥammad", Biblioteca de al-Andalus, A, pp. 56-57 (nº 1963), Almería.