Fernando CASSINELLO PÉREZ


CASSINELLO PÉREZ, Fernando (Almería, 1928 - Madrid, 1975). Arquitecto.


Máximo representante, junto con Javier Peña Peña, de lo que podríamos denominar segunda generación de arquitectos almerienses de la posguerra, que muestran en sus proyectos de finales de la década de los 50 una evolución estética con respecto al historicismo franquista de la década anterior y autores, durante los 60, de la fiebre desarrollista y constructiva de los altos bloques de pisos que acabó con la imagen tradicional de la Almería horizontal.

Se titula en la ETSA de Madrid (1954) y alcanza el grado de doctor en 1961, iniciando así una amplia labor científica en el estudio de los materiales arquitectónicos, lo que le permitió ser catedrático de Construcción en la misma Escuela de Arquitectura en 1967. Prueba de esa actividad investigadora será su condición de miembro del CSIC, director del Instituto Torroja de Madrid (1972) o la autoría de distintas publicaciones técnicas sobre materiales constructivos, destacando Carpintería y hormigonería, que se convertirán en manuales de texto para las escuelas de arquitectura de España y Sudamérica. Estos tomos formaban parte de un ambicioso proyecto de gran enciclopedia sobre materiales de construcción, truncada con su temprana muerte, cuando ya trabajaba en el tercer tomo, Cantería.

Esta labor de investigación y enseñanza era simultaneada con el ejercicio profesional de la arquitectura, manteniendo estudios profesionales en Madrid y Almería, a donde acudía semanalmente. Su obra está marcada por una opción típicamente racionalista y funcional, preocupada por los avances técnicos, el análisis de los materiales y la pura funcionalidad, que rompe con las formas vigentes de la arquitectura tradicional almeriense dominante hasta la década de los 50. Entre sus obras podemos destacar el chalé en la calle Hermanos Pinzón, frente a la fachada del actual Museo de Almería (1958); el Gran Hotel Almería (1963); los apartamentos El Palmeral, en Aguadulce (1968) o la capilla de Ntra. Sra. de los Vientos, en la urbanización de Roquetas de Mar (1972). Sin embargo, impactan negativamente por su altura y tamaño descontextualizado las llamadas torres de San Félix (entre la C/ Granada y la rambla de Amatisteros), los bloques de los Tritones, las Sirenas y las Caracolas en la playa del Zapillo o las Torres Bermejas, en la Avda. de la Estación. Más entrañable para el patrimonio arquitectónico almeriense será la restauración de la Catedral.

Un recuerdo especialmente negativo será el derrumbe del edificio de 10 plantas que estaba construyéndose en la calle Azorín, al sur del actual Museo Arqueológico (15-IX-1970), ocasionando 15 muertos y 6 heridos. Será el símbolo trágico del desarrollismo y la especulación inmobiliaria durante el último franquismo. Originó un largo pleito para determinar las causas, y, como resultado, el arquitecto fue condenado por los tribunales a prisión y a pagar indemnizaciones a las víctimas o sus familiares.

 

 




Moya Guirado Miguel,Ruiz García Alfonso





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